La reforma laboral de 2021 se planteó como uno de sus objetivos reequilibrar el peso específico de la negociación colectiva de empresas frente a la sectorial, tras una reforma previa, la de 2012, cuya preferencia por el convenio de empresa había llevado a alterar elementos estructurales de nuestro Derecho colectivo, cambiando el principio de igualdad entre convenios por una preferencia de los del nivel de empresa. Tras el RDL 32/2021 esta preferencia fue alterada, reduciendo sustancialmente su impacto.
Tras las declaraciones de los protagonistas del proceso de reforma; y tras la constatación de los cambios producidos en el artículo 84.2 del Texto Refundido del Estatuto de los Trabajadores, la idea generalizada es que la negociación colectiva de empresa ha sido la gran derrotada de la reforma de 2021; que en el Derecho del Trabajo del siglo XXI la empresa ha dejado de ser un espacio relevante para la negociación.
Sin embargo, esta conclusión resulta a nuestro juicio apresurada. Pensamos que por el contrario la empresa continúa siendo un espacio importante para negociar, y que las empresas disponen todavía de importantes instrumentos negociales para hacer frente a sus necesidades organizativas.
Julio Calvo Eguizabal, abogado de PwC Tax & Legal, y Miguel Rodríguez-Piñero Royo, investigador del proyecto que desarrolla este blog, han estudiado esta cuestión y han publicado un Periscopio Fiscal y Legal de PwC dedicado al papel de la negociación colectiva de empresas en el Derecho vigente.
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