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El Quinto acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva: mucho más que un pacto sobre salarios

Primero nos enteramos por la prensa de que se había firmado un pacto salarial, con una serie de incrementos prudentes y razonables para este año y los siguientes. Después pudimos acceder al texto completo de lo convenido, y así descubrimos el Quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (en adelante Quinto AENC), que es mucho más que un acuerdo sobre retribuciones. Es la última manifestación de una larga tradición en España, la del gobierno concertado de la negociación colectiva; y una muestra más de la excelente salud de la que disfruta el diálogo social en nuestro país, que está atravesando una fase enormemente productiva.

Este Quinto AENC tendrá una vigencia de tres años (2023-2025), y sus firmantes se han comprometido a reunirse tres meses antes de la finalización del año 2025, al objeto de iniciar las negociaciones de un nuevo acuerdo que lo sustituya. Es un texto mucho más extenso que los AENC anteriores, tratando más materias con mayor detalle.

Muchos de éstas son coherentes con las líneas de política del Derecho del Trabajo de los últimos años, apuntando hacia temas en los que se han producido intervenciones del legislador laboral (desconexión digital, igualdad entre mujeres y hombres, diversidad y derechos LGTBI, violencia sexual y de género). En algunos casos se trata de materias de las que los propios interlocutores sociales se habían ocupado en acuerdos anteriores, como los instrumentos de flexibilidad interna, el teletrabajo o las modalidades de contratación.

La imagen que se transmite es de coherencia a varios niveles: entre esta negociación y las distintas mesas sobre temas sectoriales; y entre el legislador y los interlocutores sociales. Parece que el Derecho del Trabajo español avanza en unas direcciones muy marcadas, y que lo que se pretende ahora es que la negociación colectiva se alinee con éstas y haga su contribución.

Es interesante señalar que algunas de estas materias han estado hasta ahora ausentes de nuestros convenios, o al menos muy poco presentes. Ello obligará a diseñar instrumentos para facilitar su introducción, como cláusulas-tipo, recomendaciones sectoriales, manuales de negociación, formación para negociadores, asesoramiento especializado… La responsabilidad será principalmente de los interlocutores sociales, pero también la tendrán los organismos públicos con competencias en la materia, como la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos y los distintos consejos autonómicos de relaciones laborales. Los asesores de ambos lados de la mesa tendrán igualmente que adaptarse, ofreciendo nuevos servicios que incluyan el tratamiento de asuntos hasta ahora ajenos a las normas paccionadas.

Para las empresas, en particular, se necesitan estrategias para los procesos negociales, diseño de medidas concretas, adaptación de las políticas internas, construcción de alternativas y contraprestaciones, control de costes laborales, gestión de la conflictividad… Negociar un convenio nunca ha sido una tarea fácil, y ahora la complejidad se ha incrementado por la novedad, sensibilidad y complejidad de las cuestiones que habrá que tratar en éste.

Es previsible, en todo caso, una fase de intensa renovación de nuestros convenios, que ya hace falta, enriqueciendo sus contenidos y potenciando su papel de principal mecanismo regulador de las relaciones laborales en las empresas. Así lo indican los propios negociadores cuando afirman que “todas estas medidas no pueden quedarse en el papel. El Quinto AENC, como los anteriores, recoge compromisos y acuerdos que deberán desarrollarse en miles de procesos negociadores de miles de ámbitos diversos, de sector y de empresa. Porque la potencia y la riqueza del diálogo social bipartito y de su principal instrumento, que es la negociación colectiva, no está solo en los grandes acuerdos generales; lo más importante es que sus contenidos penetren en todos los ámbitos y se adapten a las distintas realidades”. Tras la firma de este acuerdo, tan esperado, empieza la hora de la verdad, la de negociar en cada sector y empresa para lograr el cambio en las relaciones laborales que se pretende.

Eugenia Guzmán y Luciano Muriel, socios de laboral de PwC Tax & Legal, y Miguel Rodríguez-Piñero, colaborador de esta entidad y de IUSLABLOG, han publicado una entrada en la que se hace una primera valoración de este importante acuerdo, que será seguida con otras monográficas sobre cuestiones específicas. Como siempre, este periscopio está publicado en el portal de PwC, en el siguiente enlace.

 

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