Puedes acceder al contenido completo de este trabajo en el siguiente enlace que te conducirá al capítulo: “Aspectos demográficos y económicos, empleo y desempleo de las personas de edad” publicado dentro de la monografía AAVV., El tratamiento del empleo de los trabajadores maduros por parte de los poderes públicos y de las políticas empresariales de Recursos Humanos, (dirigido por José Manuel Morales Ortega), Editorial Laborum, Murcia, 2016, ISBN: 978-84-945033-9-9.
RESUMEN
El análisis de las cifras de población, desde comienzos de este siglo hasta 2015, y de las proyecciones publicadas por EUROSTAT revela el envejecimiento progresivo de la población en España y en el conjunto de la Unión Europea.
En España, el proceso de envejecimiento lleva un retraso de aproximadamente una década con relación a las economías avanzadas de nuestro entorno pero se prevé que se acelerará en las próximas décadas. Además, el envejecimiento irá acompañado de un retroceso en el volumen de población que se prolongará hasta la década de los 30, según las proyecciones de EUROSTAT, y hasta la de los 60 si nos fijamos en las últimas proyecciones del Instituto Nacional de Estadística. En los próximos años la población descenderá, fundamentalmente en los grupos con edades comprendidas entre los 0 y 14 años y entre 30 y 44 años, mientras que crecerá la población del grupo con edad superior a los 64 años. Esta dinámica poblacional situará hacia 2050, según las proyecciones, la tasa de dependencia de la UE cercana al 76% y en España por encima del 87%.
El envejecimiento de la población tiene importantes implicaciones para la viabilidad futura de los sistemas de pensiones y en los presupuestos de salud y dependencia y una repercusión importante en el mercado laboral en cuanto a la evolución futura de sus principales indicadores.
Los datos del mercado laboral reflejan un crecimiento de la población activa en España hasta 2012 y un retroceso a partir de ese momento. El periodo de mayor crecimiento es el comprendido entre 2002 y 2008 en el que se produjo un incremento superior al 22%, debido fundamentalmente al crecimiento de la actividad en los intervalos de mayor edad, a partir de los 45 años. Sin embargo, el grupo con edades comprendidas entre los 15 y 24 años ha reducido su peso a casi la mitad y el de 25 a 34 años en más de 8 puntos.
El grupo de población activa que podríamos denominar en edad avanzada, es decir de 45 a 64 años, ha continuado creciendo y lo ha hecho en mayor medida en la población femenina. La población activa mayor representaba en 2002 el 28,51% de la población activa y en 2015 representa el 40,15%. El incremento de peso ha sido algo superior a los 10 puntos para la población activa masculina mayor pero está por encima de los 16 puntos en el caso de la población femenina. Los datos reflejan por tanto un envejecimiento progresivo en la composición de la población activa, además del creciente peso que en la misma tienen las mujeres.
En España, el año 2007 supone un punto de inflexión en la composición de la población activa en cuanto a ocupación y paro. Entre ese año y el 2013 el empleo descendió en España más de 3,3 millones de empleos. La pérdida de empleo en la población joven de 15 a 29 años fue superior a 2,1 millones y en el grupo de edades centrales de 30 a 44 años por encima de 1,2 millones, mientras que se produjo un aumento de 117.000 empleos en la población de 45 a 64 años. No obstante, en ese periodo se registran pérdidas de empleo en la población masculina de mayor edad, mientras que el número de empleos de la población femenina de 45 a 64 años ha crecido por encima de los 380.000 empleos.
Las cifras absolutas nos mostrarían que la crisis, en cuanto a pérdida de empleo, ha afectado más a la población joven. Los resultados se matizan si se tiene en cuenta que es en los intervalos de mayor edad donde se producen los mayores crecimientos de la población activa. Así la tasa de ocupación para las mujeres de 45 a 64 años retrocede desde el 91,63% de 2007 al 78,08% de 2013.
En el periodo de crisis, ha aumentado el número de parados entre la población activa mayor y sus tasas de paro. Así un análisis de los datos absolutos revela que entre 2007 y 2013 la cifra de desempleo se multiplica por 4,18 para la población de 45 a 64 años. Este grupo de edad se ha visto especialmente afectado por el desempleo de larga duración. A finales de 2014 más del 67% de los desempleados de entre 50 y 64 años llevaban al menos 12 meses parados y más del 50% al menos 24 meses.
Las proyecciones de la fuerza laboral en España mantienen la tendencia observada en los últimos años. Las tasas de actividad y de empleo de la población de mayor edad en el mercado laboral continuarán aumentando situándose por encima de las del total de población en edad de trabajar.
Mª Teresa Arévalo y Dolores Gómez
Universidad de Sevilla