En la página web del sindicato UGT puede encontrarse una crónica de la intervención de la Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, en el Congreso de Economía Colaborativa celebrado en Valencia en septiembre de 2017, co-organizado por nuestro proyecto de investigación. Según Antoñanzas, “la reforma laboral y la desregulación son el caldo de cultivo del modelo de negocio de las plataformas de la economía colaborativa, que se basa en la explotación de las personas. Unas plataformas expertas en eludir responsabilidades laborales, que expanden la economía sumergida y la figura del trabajador pobre y con bajos salarios”. No reconocen al trabajador como tal, pues están sujetos a una relación mercantil con la empresa y, por tanto, no se les retribuyen las horas extras, no tienen seguridad jurídica, ni unas mínimas garantías por el tiempo de trabajo prestado. Además, están expuestos a mayores riesgos en su salud y no tienen ningún tipo de protección debido al trabajo individualizado de las plataformas en red.
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