Nació en 1721 en el seno del matrimonio constituido por Diego Campbell, Capitán de Caballería, y de Juana Francisca Wodron, ambos de origen escocés pero afincados en España donde su padre desarrolló una carrera militar que le hizo desplazarse por diferentes destinos como Cádiz o Granada, donde tuvo lugar su fallecimiento.
En 1750, cuando contaba 29 años, ingresó en el convento-colegio de Nuestra Señora de la Visitación de Madrid, que muy pronto sería denominado vulgarmente como Salesas, a causa de la pertenencia de sus religiosas a la orden creada por Juana Fremiot de Chantal con la ayuda de San Francisco de Sales para proporcionar educación a las niñas nobles. La creación del convento respondía a un empeño personal de la reina Bárbara de Braganza, comprometida con la educación femenina, que quiso dejar patente su patronazgo religioso mediante esta fundación real, además de convertirla en su futura residencia en caso de viudedad, y lugar de su enterramiento. El convento no abriría sus puertas de manera oficial hasta 1757, momento en que estuvieron terminadas las obras de su edificación, y se formalizó la escritura de fundación real con las correspondientes Constituciones que iban a regirla en adelante. Sin embargo, la reina ya en el año 1749 se había puesto en contacto con el convento de Annecy, cuna de la citada orden, comunicando su intención de crear una comunidad similar en la Corte española, por lo que demandaba el envío de unas cuantas religiosas para formar el núcleo de la futura comunidad; muy pronto, a las cuatro religiosas llegadas a Madrid se unieron otras mujeres de origen español -como Juana Francisca- que solicitaron su ingreso en ella.
Tras haber profesado sus votos como religiosa de coro, Juana Francisca fue desempeñando diversos cometidos a lo largo de su vida por encargo de la comunidad. Entre las tareas de dirección que tuvo que acometer estaba la facultad de aprobar o denegar las solicitudes de admisión de futuras educandas; un hecho que, seguramente, favorecería la admisión de su hermana Felipa en un centro tan exclusivo como éste. Con el tiempo, debido probablemente a su personalidad y a su buen hacer, sería elegida Superiora, desempeñando el cargo desde 1774 hasta 1779. Murió “en olor de santidad” a los setenta y un años, en el mes de noviembre de 1792.
Su espiritualidad y su forma de vivir la vida religiosa, santificada a ojos de los que la conocieron y convivieron con ella, no pasó en absoluto desapercibida para nadie, y menos aún para su hermana Felipa quien, además de tenerle un gran cariño, legaría en su testamento una cantidad elevada de dinero (casi trescientos mil reales) al convento para correr con los gastos que pudieran surgir en caso de promoverse la causa de su beatificación.
De ella se conserva un grabado, realizado por el pintor Fernando Selma (1752-1810) donde puede leerse la siguiente inscripción:
V.R de la M. Sor Juana Francisca Wodron y Campbell. Superiora del Real Convento de la Visitación de Sta. María de Madrid. Murió en olor de Santidad a 6 de noviembre de 1792, de 71 años, 10 meses y 25 días.
Autora: Gloria Ángeles Franco Rubio
Fuentes
ANÓNIMO, Historia de la Fundación de este primer monasterio de la Visitación de Santa María de Madrid y de los sucesos ocurridos en él hasta nuestros días. Madrid, 1747-1749, tomo I.
Bibliografía
FRANCO RUBIO, Gloria A., “Patronato regio y preocupación pedagógica en la España del siglo XVIII: El Real Monasterio de la Visitación de Madrid”, en Espacio, Tiempo, Forma. Serie IV. Historia Moderna, 7, 1994, pp. 227-244.
FRANCO RUBIO, Gloria A., “Ordenes religiosas femeninas y cambio social en la España del siglo XVIII: de la vida contemplativa a la actividad docente”, en Enrique Martínez Ruiz y Vicente Suárez Grimón (eds.), Iglesia y Sociedad en el Antiguo Régimen, Las Palmas, Publicaciones de la Universidad, 1995, pp. 277-290.
FRANCO RUBIO, Gloria A., “Educación femenina y prosopografía: las alumnas del colegio de las Salesas Reales en el siglo XVIII”, en Cuadernos de Historia Moderna, 19, 1997, pp. 171-182.
