En el siglo XVIII se construyó esta obra de ingeniería hidráulica de carácter monumental en la provincia de Málaga debido a la necesidad de la ciudad de proveer agua de manera estable y cubrir la demanda derivada del exponencial crecimiento demográfico de la misma. Su uso fue triple en tanto que, además de abastecer de agua potable la ciudad, sirvió para regar las huertas y otorgar la fuerza motriz necesaria para mover las norias de los molinos harineros.

En su realización cabe destacar la labor realizada por José Molina Larios que, en 1776, es nombrado obispo de Málaga y decide acometer obras con objeto de evitar la insalubridad de la ciudad. Para ello encarga un estudio a los canónigos Ramón Vicente y Monzón y José de Molina Sánchez, aunque finalmente el proyecto se encomienda a José Martín de Aldehuela, quien, tal y como recoge en sus investigaciones Rosario Camacho, ya se había enfrentado a la realización de obras de carácter hidráulico al intervenir en las cañerías de Cuenca, su ciudad natal, y Huete y esta constituye su primera obra en Málaga, realizando posteriormente el Puente Nuevo de Ronda.

La obra se inició en 1782 y tan solo dos años más tarde llegaba el agua a la ciudad. La financiación corrió a cargo del obispo y de los fondos diocesanos. Por ello el acueducto llevó su nombre hasta que en 1804 su gestión pasa al Colegio Naval de San Telmo y de ahí su denominación actual.

El acueducto de San Telmo, situado en la provincia de Málaga, discurre durante 10.87 km. desde la captación de agua del río Guadalmedina, que se produce en el viaducto nº4 correspondiente con el km. 138,5 de la Autovía A-45 hasta la ciudad, terminando en una alcubilla que, situada en la calle Refino, distribuye el agua.

Las principales fábricas del bien, que se disponen en el ámbito rural y urbano, son treinta tramos del acueducto o puentes, como el de Humaina, Arroyo Hondo o Camero; diversas alcubillas; seis molinos; dos minas; treinta y tres arquillas; dos túneles; diversas fuentes; respiraderos y desarenadores.

Los múltiples usos del acueducto obligaron al arquitecto Martín de Aldehuela a disponer, en el nivel inferior, un conducto cerrado a partir de un canal rectangular o una tubería de cerámica, por el que discurría el agua destinada al consumo humano y un nivel superior, con un conducto abierto de sección cuadrada de 60 cm. de ancho, para el agua de regadío y de molienda.

En cuanto a las técnicas y materiales empleados cabe precisar que son diversas dependiendo de la estructura a la que aludamos y su función. Ahora bien, en líneas generales cabe destacar el uso de la mampostería para el azud de derivación del agua desde el río y la sillería y el ladrillo que se utilizan para parte de las arcadas del acueducto y en la bóveda durante los primeros 300 m. del mismo.

Del acueducto podemos destacar tres tramos de carácter monumental a partir de su nacimiento. Estos son El puente de Arroyo Humaina, El puente de Arroyo Hondo y El puente de Arroyo Quintana. Todos ellos a 15 metros de altura, realizados en obra latericia salvo los tajamares en los que se utilizan sillares de arenisca.

El primer puente discurre a 2,7 km. de su arranque. Posee cuatro arcos de medio punto de 7 m. de luz que permiten salvar 75 m. de longitud. Los tajamares son diversos a un lado y a otro, de sección triangular a Este y con espolones semicirculares a Oeste.

El puente de Arroyo Hondo se encuentra a 4,7 km. del nacimiento. Presenta 44,3 m. de longitud y 2,2 m. de ancho. Se compone de dos arcos centrales de medio punto con tajamares de prisma hemihexagonal y un pretil horizontal a Sur y triangular a Norte.

Concretamente, si nos centramos en el tramo a su paso por Ciudad Jardín, denominado El puente de Arroyo Quintana, conocido popularmente como “el puente de los once ojos”, cabe precisar que se sitúa en el km 7,1 y es el tramo más largo. Con una longitud de 170 m. observamos once arcos de medio punto de los trece existentes en origen. El central presenta una luz mayor. Se asienta sobre pilares de ladrillo de planta cuadrada y tajamares de sección triangular.

Tal y como publica Francisco José Rodríguez Marín su concepción estilística es muy sobria y únicamente en el tramo sobre el arroyo de Humaina se percibe la presencia ornamental con la disposición de una hornacina que, aunque vacía, se presupone destinada a disponer una imagen religiosa. 

No ocurre así con el elemento final del acueducto. Aludimos a la alcubilla de la calle Refino. Esta posee una planta pentagonal, estructura de ladrillo y cubierta a cuatro aguas de teja vidriada con alternancia azul y blanca y remate cerámico. El frontal, plantea una sola calle flanqueada por pilastras y dos alturas. En la inferior se sitúa una hornacina abierta con posterioridad que acoge la imagen de la Virgen Divina Pastora y sobre ella una placa con una dedicatoria en latín dedicada al obispo Molina Lario, en la que se dispone su escudo, planteando así una función también conmemorativa y religiosa.

A partir de la alcubilla de la calle Refino el acueducto surtía en inicio a las fuentes de Pasillo de Santo Domingo; a la de la Alameda Principal conocida con el nombre de la fuente de las figuras; a la fuente de la Plaza del Obispo; y a la fuente de la Calle de la Victoria y a la Plaza de Capuchinos. Ahora bien, a partir de 1884 sólo lo hará a las fuentes de la Plaza de la Aduana, de la Aguada del Puerto, de Olletas, de Lagunillas, de Calle Los Cristos, del Cementerio de San Miguel y de Carrera de Capuchinos.

En la actualidad es un bien en uso hasta llegar al Centro Asistencial San Juan de Dios lo que permite el riego hasta ese punto y en el tramo urbano se ha llevado a cabo su restauración, pero ya sin presentar el uso originario. Es en este último tramo en el que desgraciadamente se han producido bastantes perdidas. A ellas alude Francisco José Rodríguez Marín en su investigación y podemos destacar la destrucción de parte del acueducto debido a la construcción del actual I.E.S Martín del Aldehuela.

En lo que respecta a su tutela patrimonial es necesario advertir que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985 e inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de Sitio Histórico en 2009 (BOJA de 8 de abril de 2009). Tras la elaboración del Plan Especial del Acueducto de San Telmo, tal y como señala Carlos Lanzat, se prevé crear un sendero peatonal a partir del trazado original del acueducto que conecte el espacio urbano con el rural mediante un corredor verde y en la actualidad la gestión la realiza la Fundación Caudal y Acueducto de San Telmo.

 

Autora: Julia García González


Enlaces

Programa Tesis dedicado al Acueducto de San Telmo con el título:  Acueducto de San Telmo: integrar el patrimonio, recuperar la historia.

Bibliografía

CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario, “El Acueducto de San Telmo: Historia, viaje y valoración”, en Boletín de la Academia Malagueña de Ciencias, 21, 2019, pp. 89-98.

DAVO DÍAZ, Pedro José, El acueducto de San Telmo, Málaga, Diputación Provincial Servicio de Publicaciones, 1986.

GONZALBES CRAVIOTO, Carlos, La Fuente y el Puente del Rey, Málaga, Confederación Hidrográfica del Sur de España, 1995.

LANZAT DÍAZ, Carlos, “El Plan Especial del Acuducto de San Telmo, un plan urbanístico para rehabilitar el acueducto y la ciudad”, en Boletín de la Academia Malagueña de Ciencias, 21, 2019, pp. 99-103.

RODRÍGUEZ MARÍN, Francisco José, “Patrimonio y ciudad. El acueducto de San Telmo: ¿Futuro ecomuseo del agua o venerable ruína?”, en Isla de Arriarán, 29, 2007, pp. 35-61.

VV.AA., San Telmo. Exposición de un acueducto olvidado, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1992.

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