El historiador Luis del Mármol nació en la ciudad de Granada entre abril y junio de 1524. Era fruto de una relación prematrimonial de Pedro del Mármol, escribano de cámara de la Real Chancillería de esa ciudad, miembro de una familia de origen judeoconverso originaria de Madrid y Toledo con una amplia trayectoria de servicios a la Corona de Castilla, con una mujer desconocida. Cuatro años más tarde su padre lo reconoció oficialmente y consiguió de la Corona que lo habilitase para en el futuro poder desempeñar oficios públicos. Su padre contrajo matrimonio en dos ocasiones con sendas damas de la élite burocrática granadina, también de ascendencia conversa, fruto de cuyas uniones tuvo hasta diez hijos más, entre los que destacaron el docto humanista y polígrafo Juan Vázquez del Mármol y Pedro Zapata del Mármol, que sucedió a su padre en el oficio de escribano del Consejo de Castilla, una vez que la familia se trasladó a la Corte.
Cuando apenas contaba con once años de edad, el pequeño Luis se enroló en la expedición organizada por el emperador Carlos V para la conquista de Túnez, en 1535. Parece ser que tras ella permaneció en alguna de las guarniciones españolas en el Norte de África hasta que, hacia 1538, cayó prisionero de los magrebíes. Según su propia confesión, pasó siete años y ocho meses cautivo en distintos estados islámicos (Marruecos, Tarudant, Fez, Tremecén y Túnez), aunque la mayor parte de este tiempo estuvo en poder de los nuevos monarcas de la dinastía de los saadíes, en el actual Marruecos: primero con Aḥmad al-A’raŷ (1517-1544) y más tarde con su hermano y sucesor Muḥammad al-Šayj (1544-1557), llegando a pertenecer al grupo de criados cristianos de la corte. Acompañó al sultán en su expedición subsahariana, así como en otras conquistas, aprendiendo (seguramente sólo a nivel básico y oral) las lenguas árabe y bereber. Parece que pudo quedar en libertad hacia 1546, momento que aprovechó para recorrer el norte de África hasta Egipto. No se sabe cuándo regreso a territorio de la Monarquía española, pero a comienzos de la década de 1550 se encontraba en Sicilia formando parte de la guarnición española de la isla. Durante su estancia en Italia se empapó de la cultura renacentista y pudo leer la obra Juan León Africano –nombre cristiano del viajero granadino Ḥasan al-Wazzân (1494-1554)– Della descrittione dell’Africa et delle cose notabili che ivi sono, editada por el geógrafo Giovanni Battista Ramusio dentro de su colección “Delle navigationi e viaggi”, aparecida en Venecia en 1550; libro que le influyó de forma determinante.
Mármol regresó a España hacia el año 1557, veintidós años después de su marcha. Inicialmente se instaló en Madrid, donde su padre era ya escribano de Cámara del Consejo Real, lo que pudo favorecer su desempeño temporal como procurador en los tribunales de la Corte. Cinco años más tarde, en 1562, contrajo matrimonio en la ciudad de Toledo con doña María Ortiz, de familia de más que probable casta conversa, fruto del cual tuvo dos hijas: doña María y doña Inés del Mármol Carvajal.
Cuando se produjo la rebelión de los moriscos del Reino de Granada, en la Navidad de 1568, Luis del Mármol regresó a su ciudad natal formando parte del aparato de intendencia del ejército creado para aplacar a los sublevados. Inicialmente asumió tareas de aprovisionamiento, como proveedor, y más tarde de intervención económica, como veedor, en los ejércitos de don Juan de Austria y de don Luis de Requesens. Fruto de esta labor tendría problemas contables que, incluso, le condujeron momentáneamente a prisión. Al final de la guerra, hacia 1570, se estableció en Granada, en el antiguo barrio morisco del Albaicín, donde conoció y entabló amistad con el médico y traductor morisco Alonso del Castillo, con quien compartió su interés por la cultura árabe y por el pasado del antiguo Reino nazarí de Granada. Durante ese tiempo redactó la primera entrega su principal obra: la monumental Descripción General de África, cuya primera parte en dos volúmenes apareció en Granada en 1573, a costa del propio autor. En ella Mármol conjuga una historia de los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos, desde el siglo VII hasta la batalla de Lepanto (1571), con una pormenorizada descripción geográfica, económica y social de los territorios del Norte de África en aquel momento, con el explícito objetivo de que el conocimiento de esos territorios favorecieran su conquista por parte de los estados europeos y el inconfesado de que la obra le sirviera como trampolín para conseguir alguna recompensa por parte de la Corona, como la del nombramiento de cronista real, algo que no se produjo. Tras muchos intentos por conseguir algún premio a sus dilatados méritos militares y literarios, consiguió diversas propiedades, pertenecientes a los moriscos expulsados, en el malagueño pueblo de Iznate, donde se asentó con su familia en calidad de colono o “nuevo poblador” hacia 1574. Asimismo, en 1580, obtuvo un oficio estable como administrador de la Real Hacienda de Población en el territorio del obispado de Málaga.
La publicación de su obra africana le confirió una inmerecida fama como experto en la lengua árabe, por lo que ocasionalmente la Corona le encargó algunas traducciones, como la de los textos incluidos en el estandarte otomano capturado en la batalla de Lepanto o la de una misiva del nuevo sultán marroquí Aḥmad al-Mansūr (1578). Asimismo, realizó un viaje a Portugal en 1579, con el confidencial objetivo de informar de la situación de ese reino poco antes de la invasión de Felipe II. También estuvo a punto de ser nombrado embajador en Marruecos, pero su condición de bastardo y de estirpe conversa seguramente dio al traste con ello. Finalmente también fue designado por la Corona como uno de los expertos nombrados para estudiar y calificar los extraños textos aparecidos durante la demolición del antiguo alminar de la catedral de Granada (el llamado pergamino de la Torre Turpiana) y en el monte de Valparaíso (los conocidos como “libros plúmbeos” del Sacromonte), siendo uno de los primeros que se atrevió a denunciar su falsedad, insinuando su factura por parte de algunos eruditos de origen morisco, como Alonso del Castillo y Miguel de Luna.
En fecha indeterminada trasladó su domicilio desde Iznate a la ciudad de Málaga, donde editó la Segunda parte de la Descripción General de África (1599) –que fue el primer libro impreso en la ciudad– y la Historia del rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada (1600), sin duda la mejor crónica de los antecedentes y el desarrollo de la sublevación granadina, que contiene además una documentada descripción de la ciudad en época nazarí. Luis del Mármol falleció, muy probablemente en Málaga, entre el 15 de junio y el 13 de noviembre de 1600.
Autor: Javier Castillo Fernández
Bibliografía
CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier, Entre Granada y el Magreb: vida y obra de Luis del Mármol Carvajal (1524-1600), Granada, Universidad de Granada, Editorial Almed, 2016.
CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier, “Los Mármol, un linaje de origen converso al servicio de la Monarquía española”, en Historia y Genealogía, 4, 2014, pp. 193-234.
MÁRMOL CARVAJAL, Luis del, Historia del rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada, estudio, edición, notas e índices Javier Castillo Fernández, Granada, Universidad de Granada, 2015.
RODRÍGUEZ MEDIANO, Fernando, “Luis de Mármol Carvajal. Veintidós años en África”, en Exploradores españoles olvidados de África, Madrid, 2001, pp. 49-80.