Aḥmed Ibn al-Ḥaŷŷ Muḥammad-i Karamanī-i Laren-devī fue un destacado almirante y cartógrafo otomano, más conocido como Piri Reis. Nació en Galípoli entre 1465 y 1470. A principios de la década de los 80, siendo aún muy joven, comenzó su carrera como navegante a bordo del barco de su tío Kemal Reis (c. 1451 – 1511) hasta la muerte de éste. Un año antes ya desempeñaba labores de maestro en uno de los barcos a cargo de Kemal. Tras el fallecimiento de su tío regresó a su ciudad natal y llevó a cabo distintos tipos de estudios académicos y proporcionó las numeras informaciones que había recopilado mientras navegaba por el Mediterráneo. Fue en esta época donde produjo sus principales obras cartográficas: un mapamundi del que sólo se conserva una parte, el atlas náutico del Mediterráneo denominado Kitáb-ı Bahriye o Libro de las Materias Marinas y, por último, otro mapamundi del que también sólo existe un fragmento.

Con posterioridad, en 1547, Piri Reis fue nombrado almirante de la flota de Egipto, el Mar Rojo y la India bajo las órdenes de Solimán el Magnífico con la misión, entre otras, de controlar a la marina portuguesa que frecuentaba las costas del norte del Océano Índico, con los que mantuvo numerosos enfrentamientos. En 1553 tras su derrota por la armada lusitana en Ormuz, escapa hacia Suez con tres galeras, abandonando su flota. En El Cairo fue hecho prisionero y juzgado por abandono de sus funciones. Fue decapitado a los 88 años.

Los mapamundis de 1513 y 1528

El origen del primer mapamundi de Piri Reis se remonta a 1507 cuando la flota dirigida por Kemal Reis capturó en Valencia siete buques españoles. Entre los arrestados había un marino que había navegado con Cristóbal Colón en sus primeros viajes. Este marinero tenía una copia de un mapa realizado por Colón que mostraba parte del nuevo continente. Este mapa no ha llegado hasta nuestros días, por lo que el único original basado en el mapa de Cristóbal Colón es el de Piri Reis. Kemal le ofreció este mapa al sultán Selim I (1470 – 1520) y éste le propuso a Piri Reis que realizara un mapamundi que lo completó en 1513.

Parte de esta obra ha llegado a nuestros días por una rehabilitación que se llevó a cabo en el palacio de Topkapi en 1929. Los obreros encontraron, entre otras obras del mismo autor, un mapa iluminado entre los restos de piedras y materiales de deshecho. De este mapa sólo se conserva una parte del continente americano. Sus medidas son 89 x 64 cm y está confeccionado en cuero de gacela. Se conserva en el Museo Topkapi de Estambul. Para su realización, tal y como indica el propio Piri Reis, utilizó 20 mapas diferentes: “Nadie que se encuentre con vida ha visto un mapa como éste. Lo he compuesto y confeccionado en base a veinte mapas mapamundis; éstos son los mapas que se compusieron en tiempos de Alejandro de Dos Cuernos [Alejandro Magno], y que muestran la parte habitada de la tierra. Los árabes llaman a estos mapas jáfariya. He utilizado ocho mapas jáfariya, un mapa árabe de la India y cuatro mapas portugueses recientes -estos mapas muestran el mar de Sind, de la India y de la China de acuerdo con principios matemáticos- y también un mapa de las regiones occidentales trazado por Colón. Llegué a la forma final reduciendo todos estos mapas a la misma escala. Por lo tanto, el mapa actual es tan exacto para los Siete Mares como son los mapas de nuestros propios países que utilizan los marinos”.

Por sus características, podemos considerar a este mapa como un portulano si nos basamos en la retícula base de rumbos que parten de las rosas de los vientos y ombligos; y también, por la presencia de los troncos de leguas. Pero también se asemeja a los mapas propiamente renacentistas como los propios de la era de los descubrimientos. En él están representados el Océano Atlántico y las fachadas este de América y oeste de África. El único territorio europeo que aparece es la Península Ibérica.

Desde un punto de vista semiológico los signos que hacen referencia a los elementos naturales se limitan a las montañas que se representan mediante perfiles encadenados y a los ríos que se dibujan con líneas gruesas en tonos oscuros y de forma muy esquemática, la mayoría de ellos sin afluentes. Las simbologías de elementos costeros son más abundantes, a semejanza, como se anotó anteriormente, de los portulanos tardomedievales. Así, las áreas costeras poco profundas se dibujan mediante puntos rojos como ocurre en la costa oriental de Centroamérica. Cuando en el litoral aparecen espacios rocosos se trazan mediante cruces. Este tipo de signos se extendió profusamente entre los cartógrafos de la época y en periodos posteriores. También son muy profusas las leyendas y notas que se reparten por todo el mapa.

Otros elementos decorativos del mapa fueron las representaciones de animales, monstruos (terrestres y marinos) y personas que habitaban en las diferentes zonas geográficas. Los monstruos destacan en las tierras americanas ya que la parte africana era más conocida por los exploradores europeos o navegantes musulmanes. De hecho, aquí sólo se dibujan un elefante y un avestruz. En cambio, en América se representan, según aparecen en las notas del propio autor, “bueyes con un solo cuerno y también monstruos de esta forma” o “monstruos de pelo blanco, de este aspecto y también bueyes de seis cuernos. Los portugueses infieles lo anotaron en sus mapas”. En los mares, además de cartografiar numerosas islas con representaciones de loros en algunas de ellas, se puede apreciar un monstruo marino, entre las Islas Azores y Haití, con dos hombres encima junto a un fuego ya que eran confundidos por islas; así se recoge en algunos bestiarios medievales. Destacan también, como elementos ornamentales, numerosos barcos distribuidos por todo el Océano Atlántico.

En 1528 Piri Reis cartografió otro mapamundi, basado en un mapa lusitano, y del que sólo se conserva una porción del norte del Océano Atlántico y las tierras orientales y recién descubiertas del centro y norte de América. En este segundo mapa intenta corregir ciertas inexactitudes de su primer mapa o cubrir territorios vacíos que aún no se habían descubierto, lo que nos lleva a pensar que Piri Reis seguía muy de cerca todos los nuevos descubrimientos y expediciones que es estaban llevando a cabo en ese período. Dibuja en este mapa Groenlandia y, más al sur, El Labrador (Bakila) y Terra Nova (según una nota escrita en el propio mapa, estos dos últimos territorios fueron descubiertos por portugueses). También destacan otras zonas cartografiadas como la buena ejecución de la península de Florida, la precisión de las islas de Puerto Rico, Cuba, Haití, Jamaica o las Antillas Menores y, en tierra firme, las penínsulas de Honduras y Yucatán.

Entre los elementos de planimetría que aparecen en el mapa resaltan las rosas de los vientos. Se dibujan cuatro, dos de ellas sólo se ven parcialmente. Todas ellas están divididas en 32 rumbos, al igual que el mapamundi de 1513, aunque su diseño es totalmente diferente. Dos escalas gráficas, muy decoradas, ocupan una parte importante de esta sección del mapa. Están en disposición perpendicular una con respecto a la otra (la primera en dirección norte-sur y otra en disposición este-oeste) y subdivididas, según una nota del autor, en 50 millas (entre dos secciones) y 10 millas (entre dos puntos). Todo el mapa está adornado por un marco con ornamentos, tanto florales como geométricos, al estilo del arte decorativo turco. Por todo ello, podemos considerar que fue uno de los más precisos y rigurosos mapas cartografiados en este periodo.

Las dos ediciones del Kitáb-i Bahriyye

El Kitáb-i Bahriyye (Libro de las Materias Marinas) es una de las principales obras de la historia de la cartografía. Es un tratado de navegación donde describe las islas y costas de todo el Mediterráneo y lo enriquece con particularidades y contenidos sociogeográficos de todas estas áreas. Aunque hay cierta discrepancia sobre el número de ejemplares existentes, de la edición de 1521 se han conservado 24 manuscritos y contienen 132 cartas cada una. La de 1526 sólo han llegado a la actualidad 11 con un total de 215 cartas cada una. Estas cifras pueden variar según la obra a la que nos refiramos. La mayoría se encuentran en museos y bibliotecas de Turquía, aunque también han aparecido en países europeos y Estados Unidos. En total, podemos afirmar, que existen más de 5500 mapas manuscritos del Kitáb-i Bahriyye repartidos entre esas reproducciones.

La obra se estructura en cuatro partes:

  • La basmala, que es la fórmula ritual islámica para iniciar diversos tipos de documentos. Piri Reis lo emplea para agradecer y alabar al Profeta Mahoma, describir su genealogía familiar, y alabar al sultán reinante.
  • 50 secciones, en versos, sobre diferentes temas de la obra como las tormentas, los vientos, la simbología cartográfica que utiliza, las rosas de los vientos o el descubrimiento de América.
  • 207 secciones, en prosa, donde además de los magníficos mapas aparece una descripción e información geográfica de todas las zonas cartografiadas (es la primera vez que se hace en la historia de los mapas y que posteriormente asumieron numerosos cartógrafos). Ofrece, por tanto, información sobre características físicas de la zona (clima, vegetación, fauna, particularidades de las aguas y formas costeras, recursos minerales…) y también sobre las peculiaridades antrópicas (pueblos, ciudades, puertos, puentes, castillos, estructura social, actividades económicas, religión…). Por último, ofrece consejos a los navegantes para entiendan mejor la costa y las culturas de las distintas zonas cartografiadas.
  • Epílogo. Consta de 86 versos y describe sus sentimientos al hacer esta obra. También explica todo el proceso de realización.

Las costas de Andalucía en el Kitáb-i Bahriyye

El orden que sigue Piri Reis para explicar y cartografiar las costas españolas mediterráneas es el siguiente: Islas Baleares (fundamentalmente las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza –cada isla con su propia descripción y mapa), la costa peninsular desde Barcelona a Valencia, el litoral español desde Valencia a Cartagena, Costa de al-Andalus con la ciudad de Granada y, por último, el Estrecho con las ciudades de Gibraltar y Ceuta.  Por tanto, nos centraremos en estos dos últimos mapas.

Como describe Piri Reis, haciendo referencia a la costa de al-Andalus (“provincia de Al Andalus, luego España”), se detalla las características de los castillos de Malika (Málaga) y Almeriye (Almería) afirmando que están en el famoso país de Granada. Pero en el mapa no sólo aparecen estas ciudades, sino también están representadas otras como Velez-Málaga, Salobreña, Motril o Cartagena. Esta zona era muy conocida por el autor, que ya fueron los propios musulmanes de Granada los que pidieron ayuda a los otomanos tanto en 1486 como en años sucesivos para salir de España. Entre los que fueron en su auxilio estaban Piri Reis y su tío Kemal que se encargaron de llevarlos, tanto a los propios musulmanes como a los judíos, a la costa norteafricana.

Destaca en este mapa la sintética simbolización de la línea de costa al estilo de los isolarios (islarios) italianos de Bartolomeo dagli Sonetti o Benedetto Bordone. La línea costera que es montañosa y accidentada está representada mediante puntos paralelos al litoral. Esta simbología se comentó anteriormente en el mapamundi, aunque con anterioridad ya lo había hecho Sonetti con Rodi (Rodas) o Paros (Parios) en su isolario de 1485. La típica forma de trazar Piri Reis el contacto entre mar y tierra queda patente también en estos mapas con exagerados cabos que se adentran en el mar (Punta Entinas Sabinar o Cabo de Gata), alternándose con ensenadas como la de Málaga o golfos como el de Almería. La presencia de montañas se limita a los alrededores de la ciudad de Granada. Están dibujadas mediante perfiles abatidos y sombreados. Utiliza el recurso del color para diferenciar las distintas montañas: verdes, rojos, azules, amarillos… Los ríos están trazados con tonos azules, de corta longitud y sin afluentes, sólo están pintados los cauces principales. 

Los elementos antrópicos se limitan a las principales ciudades antes mencionadas. Están ubicadas en la misma línea de costa de las ensenadas y golfos. Su simbolización, al igual que en los demás mapas del Kitáb-i Bahriyye, lo hace dibujando tres o cuatro torres con cubiertas doradas de forma, cónica o abocinada. En otros casos, cuando el núcleo de población es menos importante se limita a dibujarlo mediante un solo torreón. La ciudad que cobra más trascendencia, aun estando en el interior, es Granada. Piri Reis dice que Kırnata (Granada) está situada en un valle entre dos montañas, es una gran ciudad con 90.000 habitantes cuya periferia está rodeada de montañas. Su representación es excesivamente desmedida en relación a la escala del mapa y varía según el manuscrito que visualicemos. Consiste en una ciudad amurallada en cuyo interior se representan multitud de casas con cubiertas a dos aguas en tonos rojos, salvo dos, más grandes que las demás, con tonos dorados. Estas últimas, son dos edificios religiosos cristianos culminados por dos cruces.

El mapa no tiene escala, el único elemento de planimetría empleado es la orientación, representada mediante dos rosas de los vientos de 32 puntos y cuyos rumbos se prolongan por todo el mapa. El norte está simbolizado por la flor de lis, pero el mapa está orientado al Oeste. Al autor no le preocupa la orientación de los mapas del Kitáb-i Bahriyye. Su objetivo es ubicar de la mejor manera posible los hechos cartográficos, así por ejemplo en el mapa del litoral español desde Valencia a Cartagena, el norte apunta hacia la parte inferior de la hoja.

El otro mapa que representa parte de Andalucía es el del Estrecho con las ciudades de Cebel-i Feth (Gibraltar) y Ceuta (Sebte). Sobre Cebel-i Feth, a la que también llamó “Montaña del conquistador”, nos dice Piri Reis que se llama de este modo porque “el sultán de la ciudad llamada Marrakis, en el país del Magrib, con el nombre de Emirü’l mi’minim —el emir de los creyentes Tariq bin Ziyad el bereber— cruzó el mar con multitud de soldados y barcos hasta el castillo de Sebta, a 18 millas de distancia de las costas de Rumelia (Europa), y la primera conquista fue Cebel-i Feth, desde esta fecha los árabes llamaron a esta ciudad Cebel-i Feth”. En sus comentarios también hace referencia al Castillo de Tarifa, Sopona (Estepona) o a Málaga identificándola con la capital de la Cora de Reyyia. En el mapa se detalla la parte norteafricana, perfilando la costa con un una doble línea azul-dorada. En ella destacan Tanger y, principalmente, Ceuta, simbolizando esta ciudad por medio de su muralla cuyo límite norte está limitado por montañas de diversos colores trazadas por perfil abatido y sombreado. En la costa andaluza, dibujada a través de una doble línea roja-dorada, sobresalen los núcleos de Gibraltar, el islote de Algeciras ubicado en centro de la Bahía y Tarifa. Dos rosas de los vientos orientan este mapa a semejanza del anterior, pero, a diferencia del mapa de la costa de Granada, el norte está de 112,5º este de la parte superior de la hoja.

Como conclusión, debemos puntualizar que las dos ediciones del Kitáb-i Bahriye fueron reproducidas por otros cartógrafos que también dejaron su huella en cada una de las copias manuscritas. De todas formas, debemos destacar la importancia de Piri Reis y su magnífica obra, subrayando tanto su valor artístico como histórico de esta joya de la cartografía.

Autor: José Carlos Posada Simeón


Fuentes

REIS, Piri, Kitáb-i Bahriyye, 1523. En Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Manuscritos, Supplément turc 220. Disponible en línea.

REIS, Piri, Kitáb-i Bahriyye, 1526. En Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Manuscritos, Supplément turc 956. Disponible en línea.

REIS, Piri, Kitáb-i Bahriyye, siglo XVII (versión posterior ampliada). En Walters Art Museum de Baltimore. Disponible en línea.

Bibliografía

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FRANCO SÁNCHEZ, Francisco, “La Península Ibérica en el Kitāb-i Baḥriye de Pīrī Re’īs: Descripción y cartografía de las Islas Baleares y del litoral de Valencia a Almería”, en Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, 47, 2019, pp. 61-91.

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