Uno de los mapas de la Edad Moderna más conocido de Andalucía sobre temática histórica, concretamente de la época romana, es el realizado por el historiador, teólogo, geógrafo, arqueólogo… Enrique Flórez. Este religioso agustino, cuyo nombre completo era Enrique Fernando Flórez de Setién Huidobro y Velasco, nació en la localidad de Villadiego (Burgos) en julio de 1702 y murió en mayo de 1773 en Madrid. Cuando todavía no había cumplido los 16 años toma el hábito en el convento de San Agustín de Salamanca a principios de 1718. Aquí comenzó sus estudios de Filosofía y Artes, residiendo en el colegio agustiniano de Valladolid y posteriormente, en Salamanca, donde terminó su aprendizaje en Teología en 1725. En 1729 se doctoró y luego fue catedrático en la Universidad de Alcalá. Escribió diversas obras dedicadas principalmente a los estudios de teología e historia eclesiástica.

En 1747, con 45 años, publicó el primer tomo de su inmensa obra España sagrada. Theatro geographico-historico de la iglesia de España. A este primer tomo le siguieron otros 55, aunque Flórez “únicamente” escribió los 29 primeros. A partir del sexto tomo publicado, Fernando VI lo tomó bajo su protección para que continuara su magno cometido. Esta obra supuso un hito historiográfico en la España del siglo de las Luces, principalmente por su metodología y sistemática empleada, ya que se fundamenta en el estudio de documentos originales y en su análisis objetivo, confirmando el uso del método científico como procedimiento y técnica de investigación. Esto hizo que la España Sagrada se convirtiera en un referente para numerosos autores, tanto contemporáneos como posteriores. Fue la principal fuente de información para el conocimiento de la historia general de la iglesia de España. Para ello viajó por diferentes lugares para realizar sus estudios, precisamente en los mismos sitios donde se desarrolló los acontecimientos que pretendía explicar. Aunque, como el propio Flórez dijo en el prólogo del tomo IX que trata de la Provincia Antigua de la Bética: “Sé que he revuelto libros antiguos, y modernos: que he consultado dudas: que he suplido por los Mapas de Sevilla, de Cordoba, de Granada, de Jaen, de Malaga, y de otros, formados en España, lo que yo no he pisado «. Pero lo cierto es que Enrique Flórez realizó dos viajes a la Bética. En su primer itinerario, que tuvo lugar entre mayo y junio de 1768, se centró en la parte occidental de la Bética, visitando poblaciones como Sevilla, El Arahal, Las Cabezas, Córdoba, Montoro, Cádiz, Jerez de la Frontera o El Puerto de Santa María.  En su segundo viaje, realizado entre los meses de abril y junio de 1770 se circunscribió a la zona oriental de la región, visitando, por ejemplo, Granada, Guadix, Jaén, Andújar, Alcalá la Real, Linares o Baeza.

No todo el contenido de esta obra fue original y personal, sino que en considerables ocasiones documentos preexistentes fueron transcritos especialmente para este objetivo, incluso muchos de los mapas que acompañan al texto de los diferentes tomos fueron copiados, aunque en su mayoría mejorados para determinar de forma más o menos exacta las localidades que conformaban las zonas cartografiadas y los límites de los obispados. Para ello consultó mapas tan antiguos como el Hispalensis conventus delineatio de 1579 de Jerónimo de Chaves (1523-1574) u otros más recientes como el Mapa del Reynado de Sevilla de 1748 del Ingeniero Don Francisco Llobet (1705-1785). También fue el propio Flórez quien diseña varios de los mapas que aparecen en la obra, aunque la tarea artística no sólo se centró en la parte cartográfica, sino que también la llevó a cabo en otros tipos de dibujos. Destacamos, como señala Campos y Fernández de Sevilla en la Iconografía del P. Enrique Flórez y su obra como dibujante las siguientes ilustraciones:

  • Dibujos de las esferas y del globo terráqueo, pp. 97 y 121. (Tomo I).
  • Mapa de los Obispados y Provincias antiguas de la Iglesia de España en tiempos de los Godos, p. 106. (Tomo IV).
  • Mapa de las regiones, ríos, montes, promontorios y pueblos conocidos de la Provincia antigua Cartaginense, p. 49 y Mapa de la Provincia antigua Cartaginense, según el sistema de Claudio Tolomeo, p. 401. (Tomo V).
  • Bética antigua, con sus montes, ríos y pueblos conocidos, p. y Mapa de la Bética antigua, según el sistema de Tolomeo, p. 336. (Tomo IX).
  • Mapa de Lusitania Ptolomaei, p. 388. (Tomo XIII).
  • Mapa de Lusitania antigua, p. 1. (Tomo XIV).
  • Mapa de Gallaecia Ptolomaei, p. 366. (Tomo XV).
  • Mapa de Tarraconensis Provincia secundum Claud. Ptolomeum, p. 64. (Tomo XXIV).

También llevó a cabo otras láminas concernientes al ámbito de la geografía como el que aparece en el Mapa de todos los sitios de batallas que tuvieron los romanos en España: con descripción historial y chronologica de los sucesos y nombres antiguos de todas las provincias, que es una copia del que aparece en el Tomo IV de igual nombre. Del mismo modo, aunque ya se indicó anteriormente, queremos subrayar los dibujos de esferas y el globo terráqueo publicados en la Clave geográfica para aprender geografía los que no tienen maestro (pp. 234 y 312) en 1769. Aunque éstos formaban parte de la España Sagrada se publicó de modo separado logrando un gran éxito de ventas. Posteriormente, al igual que ocurrió con el Mapa de todos los sitios de batallas… se suprimió el nombre de Enrique Flórez en la estampa del grabado, hecho que ocurría con cierta frecuencia en esa época.

Pero para elaborar la mayoría de estos mapas, Enrique Flórez necesitó de la colaboración de distintos grabadores, algunos de los cuales tenían cierto renombre en el momento de su participación o lo adquirieron con posterioridad como Pablo Minguet e Yrol (1733-1778) que también hizo, entre otros, el Mapa de la provincia y missiones de la compañia de IHJ del Nuevo Reyno de Granada o, también, el mapa de Guayaquil; Juan Fernando Palomino (m. 1793) que grabó diferentes vistas de ciudades como las de Lucena, Bujalance, Jaén, Andújar…; Manuel Salvador Carmona (1734-1820): que participó en la Topografía del Real Sitio de Aranjuez y el Atlas Geographico de la América Septentrional y Meridional de Tomás López (1730-1802), o el Atlas Marítimo de España de Vicente Tofiño de San Miguel (1732-1795), etc.

El Mapa de la betica antigua segun el sistema de Ptolomeo tiene una escala ca. 1:2.700.000 y sus dimensiones son 20,5 x 30,5 cm. Aparece en la página 336 del Tomo IX: De la provincia antigua de la Bética en común, y de la Iglesia de Sevilla en particular, tal y como se puede comprobar en el ángulo superior derecho del mapa. Flórez recurrió a Tomás Francisco Prieto (1716-1782) como grabador de este mapa. Prieto llegó a obtener el título de Grabador General de Todas las Casas de Moneda de España e Indias en 1754 y Grabador de su Majestad Carlos III en 1761. Dirigió la Escuela de Grabado de Madrid desde su creación en 1772, hasta su muerte en 1782, institución donde se pretendía formar a grabadores para las casas de monedas.

El mapa presenta un marco graduado cada 10 minutos con rotulación en los grados exactos. Sus coordenadas están referidas a un meridiano que no se especifica, aunque posiblemente se refiera a las Canarias. En el ángulo inferior izquierdo, fuera de marco, aparece el nombre de “Florez del.” (Flórez delineante) y en el inferior derecho “Prieto Sculp.” (Prieto grabador). El mapa está orientado con una rosa de los vientos esquemática, marcando el norte con una flor de lis. Carece de escala gráfica al igual que la cartografía ptolemaica. El título del mapa se encuentra en un lienzo sostenido por dos figuras alegóricas, concretamente sirenas, que emergen del Mare Ibericum (Mar de Alborán), en contraposición al Mare Exterius (Océano Atlántico). La Bética limita por el norte y el oeste con la provincia lusitaniae a través del río Guadiana (Ana fl.) y por el noreste y este con la provincia tarreconensis quae et Citerior et cathaginensis, y cuyos pueblos lindantes, los oretani y bastitani, también están rotulados. El límite costero está mal cartografiado de forma intencionada, tal y como lo hubiese llevado a cabo siglos antes Ptolomeo. Este límite está sombreado por medio de líneas paralelas, perfilando aún más la separación entre mar y tierra. Destacan entre los accidentes geográficos del litoral Gadira Insula (Isla de Cádiz), Menestei Portus (Puerto Menesteo), Junonis Pr. (Cabo Trafalgar), Calpe M. y Carteia (nombres dados a una misma localidad situada cerca de San Roque, en la Bahía de Algeciras), y Charidemi Prom. [ontorium] (Cabo de Gata). A excepción del río Guadiana, que servía como límite exterior de la Bética, ningún otro río está representado. Sólo se insinúan, al igual que cualquier carta náutica, las desembocaduras de los ríos dibujados como el Betis fl. (Guadalquivir), Belon fl. (posiblemente el Barbate), Barbesola fl. (Guadiaro) y Saduca fl. (Guadalhorce). Esta composición (límites, ríos, topónimos…) es la misma que ya hiciera Ptolomeo en su Hispania Bætica en el siglo II d. C. Este mapa ptolemaico de la provincia romana de la Bética lo conocemos por las copias que se hicieron desde el siglo XIV y es considerada como la primera imagen cartográfica individualizada que se conoce de Andalucía (puede compararse el mapa de Flórez con el de Ptolomeo en: The British Library, Londres, Manuscripts Burney Ms. 111 map, 16v.).

Los elementos físicos del interior son muy escasos, sólo dos relieves están representados y rotulados: Mariani M. (Sierra Morena) y Illiputa M. (Sierra de Gádor). La orografía está simbolizada en perfil abatido y sombreada. Por su parte, la Bética está dividida en cuatro zonas, a través de líneas punteadas, identificadas con los nombres de los pueblos que las habitan: celtici, turdetani, turduli y bastuli. Conviene precisar que esta partición no coincide exactamente con los cuatro conventos jurídicos de la época romana: Gaditano, Hispalense, Astigitano y Cordubense. Los núcleos están representados a través de puntos sin especificar jerarquías urbanas. Aunque Flórez establece dos categorías por el tipo de rotulación: las principales poblaciones están en mayúsculas: Ispalis y Corduba. El resto en cursiva y minúscula: Abdera (Adra), Nebrissa (Lebrija), Asindum (Medina Sidonia), Astigi (Écija), Ébora (Sanlúcar de Barrameda), Illiberis (Granada), Malaca (Málaga)… siempre utilizando los topónimos en latín. Todo esto constituye un trabajo encomiable que Enrique Flórez realizó, tanto por ubicar todas estas poblaciones de la Bética Antigua como por los demás elementos cartográficos, siempre, a semejanza de los mapas ptolemaicos.

 

Autor: José Carlos Posada Simeón


Fuentes

Clave geografica para aprender geografia los que no tienen maestro:

La España Sagrada (acceso a 51 tomos).

Mapa de todos los sitios de batallas que tuvieron los romanos en España: con descripción historial y chronologica de los sucesos y nombres antiguos de todas las provincias:

Medallas de las colonias, municipios y pueblos antiguos de España. Colección de las que se hallan en diversos autores, y de otras nunca publicadas: con explicación y dibujo de cada una, 1757 (en la p. 120 se encuentra el Mapa de los pueblos que batieron las medallas de España).

Bibliografía

CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Francisco Javier, “El P. Flórez y los estudios de la Historia Antigua de España en el reinado de Carlos III (1759-1788)”, en Cuadernos de Investigación Histórica, 2010, pp. 23-63.

CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Francisco Javier, “Enrique Flórez. La pasión por el estudio”, en Revista Agustiniana («Colección Perfiles», 11), 1996, pp. 89-92.

CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Francisco Javier, “lconografia del P. Enrique Flórez y su obra como dibujante (1702-1773)”, en Iconografía Agustiniana. XI Congreso Internacional de Historia de la Orden de San Agustín, Roma-Madrid 2001, pp. 259-284.

SALAS ÁLVAREZ, Jesús, “La antigüedad clásica en la España Sagrada del Padre Henrique Flórez de Setién y Huidobro”, Gerión, 2009, 27/2, pp. 57-78.

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