María Jesús González: “Hemos podido dejar como herencia a las generaciones posteriores la voluntad decidida de trabajar y abordar el periodismo desde esa sensibilidad y mirada femenina que no existía”.
En 1972 se quedó embarazada y se vio obligada a dejar la profesión durante un par de años: “la situación no era fácil, tampoco tenía aquí [en Sevilla] familia y no teníamos horarios, era imposible la conciliación familiar”. Ahora reflexiona sobre su situación y ve improbable que hubiese dejado de trabajar si hubiese estado en esa situación en nuestros tiempos. Se reincorporó de nuevo a la profesión cuando sus hijos pudieron ir a la guardería, en los años ochenta, con la Transición aún en curso. Empezó entonces a trabajar en gabinetes de prensa, que empezaban a gestarse por entonces.
Si se le pregunta por la presencia de mujeres en los puestos de dirección, la respuesta de María Jesús es muy clara: ninguna. “Fíjate que Soledad Gallego, que es de mi quinta, no fue hasta hace poco directora de El País”. No obstante, para ella, la Transición fue un momento importante en la lucha por la libertad y reflexiona sobre el legado de las periodistas pioneras: “hemos podido dejar como herencia a las generaciones posteriores la voluntad decidida de trabajar, de ser independientes y abordar el periodismo desde esa sensibilidad y mirada femenina que no existía”.
María Esperanza Sánchez: “En medio de todas las cosas buenas, malas y regulares que pasaban…, caminábamos”.