56. OCTAVIA
El nombre de Octavia evoca a una de las mujeres más admiradas en la Roma del último siglo a. C., por plegarse, en apariencia, a los deseos de sus parientes masculinos; de su último esposo Marco Antonio y más aún de su poderoso hermano Augusto. Sin duda, fue una mujer respetuosa con las tradiciones, pero capaz también de adaptarse a los nuevos modos que imponía el régimen del Principado. En el año 64 a. C. nació Octavia. Su padre, Gayo Octavio Turino fue el primer senador de su familia. Su madre Atia era hija de Julia, hermana de Julio César.
En los acontecimientos de los últimos años de la República, Octavia desempeñó un papel notable en las alianzas entre las figuras políticas del momento, que se reforzaban o rompían a través de matrimonios y divorcios.
Roma
Octavia, siendo muy joven, se casó, en el año 54 a. C. con Gayo Claudio Marcelo, cónsul del 53 a. C. Tuvieron dos hijas, Marcela la Mayor y Marcela la Menor y un hijo, Marcelo. Su marido murió en el año 40 a. C., dejándola viuda en un momento crucial ante la creciente rivalidad entre Marco Antonio y Octavio. Esta muerte, junto con la de Fulvia acaecida en el mismo año, facilitó la unión entre Marco Antonio y Octavia, propiciando el acercamiento entre los triunviros. La nueva pareja pasó la mayor parte del tiempo en Atenas, familiarizándose con las costumbres griegas y Marco Antonio fue el padre de sus hijas Antonia la Mayor y Antonio la Menor, nacida póstuma. En estos años, concretamente en el 35 a. C., Octavia recibió privilegios extraordinarios, como su cuñada Livia, manifestación del reconocimiento a su labor. Entre estos, destacan concesión de la sacrosanctitas o inviolabilidad de los magistrados, el liberarse del tutor masculino, recibir estatuas o grabar su imagen en las monedas. Además, intentó conciliar a sus parientes masculinos. De hecho, a pesar de la relación conocida entre Marco Antonio y Cleopatra, Octavia solo abandonó la casa conyugal, cuando él pidió el divorcio, lo que motivó la última guerra civil del año 31 a. C. que acaba con la victoria de Octavio en Accio.
La desaparición de Marco Antonio la convierte ya claramente en la aliada y gran apoyo político de su hermano, ahora ya único gobernante del Estado romano. Octavia no volvió a casarse y optó por ocuparse de su descendencia y la que tuvo su marido con Fulvia y Cleopatra. Sobre todo, le importaba el futuro de Marcelo, pieza fundamental en el sistema dinástico de Augusto. Se casó con su prima Julia, sellando una unión que garantizaría la estirpe de Augusto. Marcelo falleció prematuramente en el año 23 a. C. y Octavia nunca se recuperó de esta pérdida. Murió en el año 11 a. C., siendo enterrada en el Mausoleo de Augusto, poderoso símbolo de su poder dinástico.
Rosa María Cid López
Universidad de Oviedo
Reproducción de Busto de Octavia. Siglos I a. C. - I d. C. Museo dell'Ara Pacis, Roma.
Fuentes principales
Apiano, Historia romana, 5.64.75; 93-95. 138.
Dion Casio, Historia romana, 8.2; 44.35.4.
Plutarco, Vidas paralelas, Demetrio-Antonio, 31-87.
Suetonio, Vida de los doce césares, Julio, 27.1; Augusto, 4.1; 29.4; 61.2; 63.1; Tiberio, 6.4.
Selección bibliográfica
Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Imola 2009).
Cid López, R.M.ª, “Octavia. La noble matrona de la domus de Augusto”, en Rodríguez López, R., Bravo Bosch, M.ªJ. (eds.), Mujeres en tiempos de Augusto. Realidad social e imposición legal (Valencia 2016) 307-331.
Corbier, M., “Divorce and Adoption as Roman Familial Strategies”, en Rawson, B. (ed.) Marriage, Divorce, and Children in Ancient Rome (Oxford-New York 1991) 47-77.
García Vivas, G. A., Octavia contra Cleopatra. El papel de la mujer en la propaganda política del Triunvirato (44-30 a. C.) (Madrid 2013).