La Cadena de Prensa del Movimiento
En una publicación anterior, ya se mencionó la notable presencia de la Cadena de Prensa del Movimiento en Andalucía. La debilidad empresarial de sus periódicos, unido a un pasado de difícil separación, provocaron la desaparición de varias de estas cabeceras. El paso intermedio a la subasta de 1984 fue su integración en los Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE). Se convertían en prensa estatal. El onubense Odiel cerró en 1984, tras no encontrar comprador. Apenas logró superar los 5.000 ejemplares de tirada en su mejor momento (Reig, 2011). No ayudó, como señala el estudio de Núñez García y Calero Delgado (2009), su tímida reconversión en el periodo democrático: rechazó todo lo que estuviera en la izquierda y apoyó en exceso a la UCD, partido en el Gobierno. Tampoco encontró comprador el jerezano La Voz del Sur. Ni siquiera alcanzaron en vida la subasta el malagueño La Tarde (cerrado en 1975); Sevilla (en 1976), sustituido por Suroeste (en 1983); y Patria (en 1983). Es decir, más de la mitad de los periódicos andaluces de la Cadena de Prensa del Movimiento no sobrevivieron más allá de 1984. Antagónico a todos ellos fue Sur, de notable tirada y rentabilidad, perteneciente también a la Cadena de Prensa del Movimiento. Claro que el periódico malagueño se anticipó rápido a lo que estaba por venir.
Como señala Fábregas Martínez (2016), el diario suprimió el yugo y las flechas al día siguiente de morir Franco -el resto de la cadena tardaría meses- y buscó además alternativas empresariales para la supervivencia del medio. Todo ello cristalizó en el hecho de que en 1984 el periódico no sólo encontrase comprador, sino que éste además fuera una cooperativa surgida de la unión entre trabajadores y empresarios locales. Fue el único caso en toda la subasta. La misma autora considera que el periódico no asumió los postulados de UCD durante su pertenencia a los MCSE (Fábregas Martínez, 2016).
Los periódicos Córdoba y Jaén también encontraron comprador, en este caso empresas surgidas para esta subasta y ligadas al PSOE. Ambos compartían su pertenencia al Movimiento y su condición hegemónica, al ser los únicos diarios de sus ciudades. En el caso cordobés, este hecho se rompió en el periodo 1981-1984, en el que coexistió con La Voz de Córdoba, perteneciente a la misma empresa que tras adquirir Córdoba, lo cerró. La Voz de Almería, renombrado así en los sesenta (su anterior título, Yugo, era lo suficientemente explícito), también halló comprador en la empresa local Novotécnica. También era el único diario de la capital almeriense.