De esa subasta procedente de los reconvertidos Medios de Comunicación Social del Estado – antigua Cadena de prensa del Movimiento –, otros diarios pasaron a formar parte del entorno de los partidos políticos, en este caso del PSOE, cuya órbita se hizo con los diarios Córdoba, Jaén y La Voz de Almería (Simelio i Solà, 2007). He aquí otra de las aristas fundamentales en la Transición: la presencia de la clase política tras los medios de comunicación. Si la UCD hizo uso partidista desde TVE y los MCSE, el PSOE tampoco se quedó atrás y tuvo una importante influencia en los medios de comunicación, lo que explica que el partido fuera acogido como la única alternativa progresista de gobierno posible.
“He aquí otra de las aristas fundamentales en la Transición: la presencia de la clase política tras los medios de comunicación.”
Una estrategia, la comunicativa y mediática del PSOE, que venía de antes. En Andalucía destacaron algunas revistas en el tardofranquismo y primeros años de la Transición como La Ilustración Regional, Torneo o Tierras del Sur, entre otras. En ellas se hacía una apuesta por la democracia liberal y una Transición que condujera a España a ella, pero con una cobertura netamente andaluza. Bien, tras estas revistas en el accionariado se encuentran nombres que más tarde engrosarían las filas de partidos políticos mayoritarios con un papel relevante, como Rodríguez de la Borbolla; o también Soledad Becerril, a la postre ministra de Cultura durante el periodo 1981-1982[3]; pero también, en esa ligadura entre élite política, económica y mediática, figuras como las de Jaime García Añoveros, ligada a las Cámaras de Comercio y ministro de Hacienda con Adolfo Suárez (1979-1982) .
[3] Una mayor profundidad en estas conexiones podrá verse a medida que avance el proyecto de HICPAN, en la que podrá reunirse de manera más completa esa telaraña mediática, como la denominó el profesor Reig (2010).