En el caso del ya señalado autor del otro El Español, el de José María Blanco White (Sevilla, 1775-Liverpool, 1841), cuyos apellidos originales eran Blanco y Crespo, se hace necesario comentar algunos otros interesantes aspectos. Más que por la represión absolutista aún no consumada por un rey destronado prisionero en el exilio francés ante la invasión napoleónica, en la marcha voluntaria del artífice de El Español desde su patria hacia Londres fueron decisivas, como hemos apuntado, otras razones, entre ellas, especialmente, para un clérigo intelectual heterodoxo como él (acabaría convirtiéndose al protestantismo y, finalmente, en su constante búsqueda de la verdad, seguiría una visión personal de Dios), la intolerancia religiosa que aún imponía el férreo control inquisitorial. Y, en un país dividido además en sí mismo por los enfrentamientos entre afrancesados y patriotas (y, dentro de estos, entre absolutistas y liberales), el factor determinante lo constituyeron, desde su controvertido posicionamiento liberal, sus críticas en la publicación de Manuel José Quintana el Semanario Patriótico (1808-1812).
En ella colaboró desde los comienzos de esta hasta poco antes de partir para Inglaterra en 1810, al hacer frente a quienes, ante el avance francés en la Guerra de la Independencia, habían asumido a través de la Junta Suprema Central la representación gubernamental de Fernando VII en su ausencia. En Inglaterra, donde ya permanecería hasta el final de sus días, Blanco White, que ya había tenido sus inicios periodísticos, entre 1804 y 1806, en el literario Correo de Sevilla (1803-1808)[15] y en la madrileña revista Variedades de ciencias, literatura y artes (1803-1805) en este último año[16] abordando su recurrente cuestión religiosa, pondría en marcha en la capital londinense El Español, no solo como publicación pionera de la prensa del exilio, sino como principal portavoz de la ideología liberal en España e Hispanoamérica. Pero, sobre todo, el periódico de Blanco desempeñaría un papel esencial como formador de la opinión pública en la concienciación de reformar la sociedad española mediante un proceso constitucional que garantizara sus libertades, en especial las de pensamiento, culto e imprenta, erigiéndose así en “auténtico protagonista en la lucha por la libertad en la Península” (Moreno Alonso, 1998, p. 160).
Sin embargo, desde las páginas de El Español, qua va tornando de un radicalismo jacobino inicial a un moderantismo liberal de influencia inglesa, Blanco White, que firmará sus artículos con sus iniciales (B. W.) y con el seudónimo Juan Sintierra (también hay textos que no firma), lamentaría (como vemos en “Breves reflexiones. Sobre algunos articulos de la Constitucion Española, que preceden”, en el ejemplar de mayo de 1812) su decepción ante la que considera ineficaz actividad de las Cortes de Cádiz y una mermada garantía liberal de la Constitución de 1812. No en vano, la calificaría de “ennegrecida” desde su primera página con “el sello de la intolerancia religiosa” (p. 79), al consolidar el catolicismo como religión española y prohibir cualquier otra creencia. La cuestión de la falta de libertad de credo será, de hecho, un eje central en su trayectoria vital y autorial, destacando pues en otros textos del periódico, como el que lleva en sí mismo el título de “Intolerancia religiosa”, aparecido en el ejemplar de junio de 1812, con el que completa las reflexiones del número anterior.
CONTINUARÁ…
[15] Conocido también como Correo de Sevilla, literario y económico, y a iniciativa de la nueva escuela poética sevillana surgida en torno a la Academia de Letras Humanas, verá la luz este bisemanario de marcado carácter literario, ya que estará dirigido por Justino Matute y Gaviria, y colaborarán además otros amigos poetas, relevantes nombres de la época, como Félix José Reinoso, Alberto Lista, José Marchena, Manuel María del Mármol y el propio Blanco White, que firma con su nombre real o seudónimos como Alfebiseo, ALBN o Albino (Spuch Redondo, 2017, p. 454). [16] En este caso firmando Jos. M. Bl. (p. 252 del número IV, tomo I del año II, fechado en 1805).