La prensa regional fue, por tanto, desde tiempos de la Transición uno de los últimos nichos de mercado que quisieron ocupar los grandes conglomerados (Moya López, 2016). Sin embargo, la caída del soporte papel ha provocado la crisis de numerosas cabeceras y las grandes empresas nacionales compraron billete de vuelta para algunas de estas inversiones. Sobre todo por parte del Grupo PRISA, que vendía el 100% de El Correo de Andalucía y más del 50% de Jaén al Grupo Gallardo. El 30% que tenía sobre La Voz de Almería fue a parar, de nuevo, a Novotécnica. En el caso del diario jiennense, acabará en las manos de un grupo de empresarios locales, actuales propietarios. El Correo de Andalucía acabó en el grupo Morera y Vallejo, que no pudo retener el papel y mantiene la versión digital. Y Vocento también hizo una pequeña desinversión con Huelva Información, cabecera que vendería en 2002 al andaluz Grupo Joly.
La empresa periodística nacional en Andalucía
Además de estas cabeceras, otros importantes periódicos ya tenían su matriz fuera de la delimitación geográfica andaluza. Es el caso de ABC de Sevilla, cuya propiedad estaba en manos de Prensa Española, editora de ABC, acabará en Vocento. La edición ABC de Córdoba también pertenece a esta rama. En el caso de Sevilla, destaca El Correo de Andalucía, perteneciente en un 18% a la Editorial Católica. Esta empresa tendría otra gran cabecera andaluza: Ideal, de Granada. De hecho, el periódico granadino ha sido uno de los más solventes, lo que le ha llevado a intentar el difícil reto de superar los límites locales para convertirse en regional. Ideal tiene sus ediciones también en Jaén y Almería e intentó penetrar, sin éxito, en Málaga. Una aventura a la que, por cierto, aspiró Sur con Granada 2000, también sin éxito (Checa Godoy, 1991). Esta orientación regional es mencionada por Vázquez Allegue (2010), que recuerda cómo el periódico cambió su subtítulo de “Diario Regional de Andalucía Oriental” a “Diario Regional de Andalucía”. Lema, este último, que coincide al 100% con el que llevó a cabo el mencionado Suroeste (1976-1983). Al igual que otras cabeceras defendió posturas andalucistas dentro de la identidad española.
En 1988 la Editorial Católica desaparece después de haber sido una de las más importantes empresas periodísticas españolas del siglo. Es el Grupo Correo quien adquiere sus medios, entre ellos Ideal, que forma parte hoy del mismo conglomerado, ahora Vocento. En los ochenta se iniciará el desembarco de las ediciones andaluzas de las marcas periodísticas nacionales. Será Diario 16 Andalucía, del Grupo 16, el que marque el punto de salida en 1982. Desde Sevilla, pero con vocación regional (Farias, 2000), tendrá un hermano en Málaga, Diario 16 Málaga, nacido en 1989. Ambos desaparecerán en la segunda mitad de los noventa con la enorme crisis sufrida por la empresa. El País y El Mundo serán los siguientes en penetrar en Andalucía con ediciones propias.