Demos un paso hacia la abstracción. Si los cristales pueden considerarse como el resultado de la repetición de bloques de átomos estructuralmente idénticos, cabe pensar que muchos de ellos seguirán un patrón que sólo difiere en la naturaleza de los propios átomos, pero no en el orden concreto con que éstos se disponen. Podría decirse de estos cristales constituidos por átomos diferentes que tienen, no obstante, un orden subyacente común, del que pueden derivarse propiedades también comunes. Descubrir estas semejanzas es, obviamente, sumamente interesante, y a ello han dedicado grandes esfuerzos los cristalógrafos.
Si mentalmente quitáramos, uno a uno, los átomos de un cristal, y marcásemos con un punto el lugar que éstos ocupaban, el resultado sería una distribución periódica de puntos en el espacio que se denomina red espacial. Cualquier fragmento de esta red que, por traslación en las tres direcciones del espacio, permita reproducir la red completa se denomina celdilla unidad(o celdilla elemental). La figura ilustra una red espacial y una celdilla unidad.
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Las longitudes de las aristas de la celdilla se designan, habitualmente, por las letras a, b y c, y se denominan longitudes axiales. Los ángulos que forman las caras entre sí se designan por a, b y g, y se denominan ángulos interaxiales. Estos 6 valores (3 longitudes y 3 ángulos) son conocidos globalmente como parámetros reticulares o cristalinos. Se representan, a continuación, dos celdillas elementales con sus respectivos parámetros.
Celdillas unidad y parámetros reticulares.
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