A pesar de que el plástico es fácilmente reciclable, millones de toneladas de residuos plásticos todavía terminan cada año donde no debieran, poniendo en peligro al medio ambiente. Afortunadamente, existen formas de solucionar este problema. Por ejemplo, en forma de eco-ladrillos. Se trata de botellas de plástico llenas con trozos más pequeños de desechos plásticos. Los residuos para el relleno deben estar limpios y secos para evitar que con el tiempo se descompongan y terminen afectando su solidez. El relleno debe tener una densidad mínima de 0.33 g/cm3 y máxima de 0.77 g/cm3. El interior de cada botella es posible rellenar con material equivalente a 50 bolsas de plástico. Una botella así es muy compacta y puede durar varias décadas o incluso siglos.
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Sí, estás leyendo bien. Los pañales desechables usados para bebés tienen una segunda vida en la construcción. Se trata de un producto en el que muchos ni siquiera pensamos, aunque se utiliza todos los días a gran escala. A medida que la población crece, también lo hace el consumo de pañales, con aproximadamente 6000 pañales por niño. Además, las personas ahora viven más que antes, y esto está asociado con el consumo de productos para la incontinencia de adultos.
El hormigón constituye un material de construcción ampliamente utilizado en la actualidad por su elevada resistencia, durabilidad y coste económico. Este material consiste fundamentalmente en una mezcla de cemento, áridos granulares, agua y, eventualmente, de otros aditivos. A pesar de su resistencia, la naturaleza frágil del cemento conlleva inevitablemente a la aparición de grietas en su superficie incluso al poco tiempo de construcción. Como consecuencia el agua se filtra a través de las grietas agrandándolas, comprometiendo la integridad de la estructura y reduciendo su durabilidad. Aunque las fisuras y grietas formadas se pueden sellar este trabajo puede resultar laborioso y costoso.
A este respecto el microbiólogo Henk Jonkers y el experto en materiales Erik Schlangen de la Universidad Tecnológica de Delft han encontrado una solución funcional a este inconveniente. La idea consiste en introducir en el cemento un microorganismo que pueda sobrevivir en su interior y con la capacidad de metabolizar carbonato cálcico (CaCO3) a partir de compuestos orgánicos. La clave de esta idea yace en ciertas bacterias del género bacillus, las cuales desarrollan una membrana protectora en ambientes hostiles como el cemento. De este modo, al ser inoculadas en el cemento quedan encapsuladas por dicha membrana lo que les permite sobrevivir durante largos periodos de tiempo. Al formarse grietas en el hormigón y entrar oxígeno, agua y otros elementos las bacterias brotarán de la membrana y comenzarán a alimentarse con lactato de calcio, el cual al combinase con iones de carbonato dan lugar a carbonato cálcico. De este modo, a medida que las bacterias vayan produciendo carbonato cálcico en torno suyo la grita se irá sellando.