186. VALERIA BERECUNDA

186. VALERIA BERECUNDA

Valeria Berecunda murió en Roma en el siglo III a la edad de 34 años. Todo lo que podemos decir sobre ella nos lo transmite el epitafio que está grabado en su lápida funeraria, el cual, a pesar de los límites que impone el soporte, nos aporta interesantísimos detalles acerca de su vida. La inscripción destaca el nombre de la mujer y su actividad profesional. Valeria fue iatromea, un curioso término que ostentaron pocas mujeres durante la Antigüedad romana. La palabra iatromea es un grecismo latinizado surgido de la unión de las palabras griegas para denominar al médico y a la comadrona. 

Roma

Por tanto, era una profesional a medio camino entre el médico y la comadrona, con capacidad para asistir partos y problemas obstétricos y ginecológicos, y con conocimientos médicos generales. Además, el epitafio indica que Valeria fue la primera iatromea de su barrio. Es muy relevante el hecho de que la profesión se relacione con su distrito, ya que indica que la mujer revistió una posición de carácter oficial o pública encargándose de velar por la salud de sus vecinos. Conocemos algunos detalles de la vida personal de Berecunda. Era una madre dulcísima y una esposa santísima, y así lo quisieron expresar en el epitafio su marido, Publio Gelio Bitalio, y su hija, Valeria Bitalis. Curiosamente, la hija lleva el gentilicio de la madre y no del padre, lo que podría indicar que la pareja no estaba formalmente unida cuando la hija nació. En el círculo más cercano de la mujer también se encontraban los hermanos de su esposo, Gelio Crésimo, Julia Creste y los hijos de éstos, a quienes se reservó un espacio en el mismo sepulcro familiar.

Podemos imaginar que la familia disfrutaba de un nivel económico no desdeñable porque, además de contar con un grupo de libertos y libertas, costearon un sepulcro de gran tamaño para descansar tras la muerte. En el exterior de ese gran sepulcro estuvo fijado el epitafio de Valeria Berecunda, recordando a quienes tuvieran ocasión de leerlo que ella, una madre y esposa querida por los suyos, había dedicado su vida a la profesión sanitaria.

María de los Ángeles Alonso

Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fragmento del epígrafe funerario del sarcófago dedicad a Valeria Berecunda. Siglo III. Museos Vaticanos, Roma.

Fuentes principales

CIL VI, 9477.

Selección bibliográfica

Alonso Alonso, M.ªA., Los médicos en las inscripciones de Italia (siglos II a.C. – III d.C.). aspectos sociales y profesionales (Santander 2018).

Buonopane, A., Soldovieri, U., “Medica, obstetrix, iatromea. Note in margine a un’iscrizione inédita da Puteoli”, en Lavoro, lavoratori e dinamiche social a Roma antica. Atti delle giornate di studio (Roma Tre, 25-26 maggio 2017) (Roma 2018) 272-283.

Parker, H.N., “Women doctors in Greece, Rome, and the Byzantine Empire” en Furst, L.R. (ed.), Women Physicians and Healers: Climbing a Long Hill (Lexington 1997) 131-150.

185. JULIA CASIANA

185. JULIA CASIANA

En algún momento del siglo III Julia Casiana, mujer perteneciente a la élite, murió en el municipio lusitano de Olisipo (Lisboa), donde sus dos hijas, Florica Sabina y Julia Casiana, hicieron grabar un epitafio en su memoria. Gracias a este epígrafe se conoce su rango social como clarissima femina. De acuerdo con el senadoconsulto de Larino, el dignitas de un senador (vir clarissimus) se transmitía a sus hijos e hijas, así como a los descendientes de ambos sexos por vía agnática, hasta tres generaciones. Las esposas de los senadores también recibían la dignitas de estos, puesto que la mujer romana perdía el rango heredado de su padre cuando contraía matrimonio, pasando entonces a adquirir el de su marido. 

Olisipo

Por ello, Julia Casiana tuvo que ser la hija o estar casada con un senador vinculado de alguna forma con Olisipo. Sobre el marido de Julia Casiana nada se sabe, más allá de que tuvieron dos hijas, pero el nombre gentilicio Iulius y la filiación (hija de un Decimus) de esta mujer apuntan a que descendía de un hombre llamado Décimo Julio. Conocemos a un senador llamado Décimo Julio Casiano, quien vivió en tiempos de los Severos y es mencionado en un rescripto de Septimio Severo y Caracala a propósito de un asunto judicial, por lo que se supone que fue pretor o gobernador provincial. Julia Casiana no era originaria de Olisipo, lugar donde fue enterrada y su familia estaba arraigada, como se deduce del hecho de que sus hijas le dieran sepultura en la ciudad. En el epitafio hicieron constar expresamente el origen de su madre: era castrensis, es decir, originaria de Castra Caecilia. Según Plinio el Mayor, Castra Caecilia era un territorio administrado por la colonia Norba Caesarina (Cáceres).

Marta González Herrero

Universidad de Oviedo

Arco medieval conocido como "Arco del Cristo" con elementos constructivos romanos, Norba Caesarina, actual Cáceres.

Fuentes principales

CIL II, 4994.

EOlissipo, 69.

Selección bibliográfica

Caballos Rufino, A., Los senadores hispanorromanos y la romanización de Hispania (siglos I-III) I: Prosopografía (Écija 1990).

González Herrero, M., “The Possibilities for Financial Gain in Lusitania during Late Antiquity”, en Hernández de la Fuente, D. (ed.), New Perspectives on Late Antiquity (Newcastle upon Tyne 2011) 136-149.

Navarro Caballero, M., Perfectissima femina. Femmes de l’élite dans l’Hispanie romaine 2 (Bordeaux 2017).

184. CLAUDIA ISIDORA

184. CLAUDIA ISIDORA

Claudia Isidora, alias Apia, fue la hija de Claudio Apiano, que había desempeñado funciones como magistrado local en Alejandría (Egipto). Se sabe de su existencia por varios papiros datados a principios del siglo III. Estos valiosos documentos informan de que su familia poseía tierras y bienes inmuebles en la ciudad de Oxirrinco y en otras zonas cercanas. Gestionaba sus tierras y propiedades a través de sus subordinados que la mantenían al tanto de cualquier novedad.

Su elevado nivel social queda confirmado también por el uso de los adjetivos en grado superlativo con los que aparece descrita en los distintos papiros.

Alexandria

De ella se dice que era “la más memorable”, “la más noble” y “la más ilustre”. Estos calificativos se encuentran relacionados eran atribuidos habitualmente a mujeres emparentadas con senadores y caballeros romanos, e incluso con miembros de las élites locales, como su padre. Los bienes que Claudia Isidora heredó de su padre pasaron a manos del emperador Alejandro Severo, en el verano del año 225. No se sabe el motivo de este hecho, aunque se han barajado dos hipótesis. La primera y, al mismo tiempo, la más probable, sostiene que el emperador ordenó embargar y confiscar sus propiedades, quizás tras haber tomado parte en una conjura. La segunda hipótesis propone que, al morir sin descendencia, sus propiedades fueron legadas al emperador.

Anthony Álvarez Melero

Universidad de Sevilla

Fragmento de uno del papiro POxy.v0041 que recoge la fortuna de la familia de Claudia Isidora. Siglo III. British Library, Londres.

Fuentes principales

P.Oxy XLI, 2997.

P.Oxy LXX, 4772-4778.

P.Oxy LXXXII, 5320.

Selección bibliográfica

Rowlandson, J., Landowners and Tenants in Roman Egypt. The Social Relations of Agriculture in the Oxyrhynchite Nome (Oxford 1996).

Thomas, J.D., “Notes on Papyri Relating to Claudia Isidora also called Apia” BASP 41 (2004) 139-154.

183. JULIA MAMEA

183. JULIA MAMEA

Julia Avita Mamea era hija de Julia Mesa y Julio Avito. Se casó dos veces. La primera vez con un hombre de rango senatorial cuyo nombre no se ha conservado. La segunda vez con Marco Julio Gesio Marciano con quien tuvo a Avito Alexiano, conocido más tarde como Severo Alejandro. Además, pese a que se desconocen sus nombres, se sabe que también dio a luz a dos hijas.

Según los autores clásicos, Alejandro Severo recibió una excelente educación gracias a su madre, quien le inculcó la atención por la filosofía y la música, proporcionándole los mejores profesores. Probablemente esto se debiera a que ella y su hermana Soemias, recibieron también una buena formación intelectual. Mamea y su madre instaron a Heliogábalo a que adoptase a su primo, Severo Alejandro, como César.

Roma

También se afanaron en apartarle de los malos hábitos del entonces emperador, lo que dio como resultado que Alejandro fuese designado como emperador tras la muerte de Heliogábalo en el 222. Una vez que Severo Alejandro obtuvo el título de Augusto, tanto Mamea como Mesa fueron quienes llevaron las riendas del Imperio junto con el prefecto del pretorio, Ulpiano, y un consejo senatorial. Sin embargo, poco después de que esto ocurriera, Mesa murió, dejando a Mamea como la figura dominante dentro del principado de su hijo. Según autores como Herodiano, Alejandro estaba completamente bajo influencia de su madre, a quien se culpó de los problemas ocurridos en sus años de reinado. Tal era la influencia que Mamea ejercía en Alejandro que llegó a escoger incluso a su esposa.  

Recibió el título de Augusta en el momento en el que su hijo accedió al poder y, probablemente, se le concedió el título de Mater Castrorum, así como el de Mater Senatus et Patriae. En el 227 se le designó con el título Mater Universi Generis Humanis, tal y como se constata por la epigrafía, siguiendo un programa propagandístico. De la misma manera que su tía, Mamea acompañó al príncipe en sus actividades bélicas. Encontró la muerte en el año 235 en la frontera del Rin, durante el desarrollo de una campaña militar. Debido a que Alejandro trató de buscar la paz con las tribus romanas mediante el pago de tributos, tal circunstancia provocó un enorme descontento en el seno del ejército que finalizó con el asesinato del emperador y su madre a manos de tribunos y centuriones al mando de Maximino el Tracio, quien se convertiría en el posterior emperador.

Adrián Gordón Zan

Universidad de Zaragoza

Busto de Julia Mamea. Siglo III. The British Museum, Londres.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 80 (fragmento).

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 5.3.3; 6.9.8.

Historia Augusta, Alejandro Severo, 3.1; 5.1.; 20.1.; 26.7.

Selección bibliográfica

Benario, H.W., “The Titulature of Julia Soaemias and Julia Mamaea: Two Notes”, TAPhA 90 (1959) 9-14.

Burns, J., Great Women of Imperial Rome. Mothers and Wives of the Caesars (London – New York 2007).

Cleve, R.L., Severus Alexander and the Severan Women (Los Ángeles 1982).

Kosmetatou, E., “The Public Image of Julia Mamaea. An Epigraphic and Numismatic Inquiry” Latomus 61, 2 (2002) 398-414.

182. JULIA AQUILIA SEVERA

182. JULIA AQUILIA SEVERA

Vestal violada por Heliogábalo y, posteriormente esposada por este, rompiendo así las normas sagradas. Según Dion Casio, el emperador se vanagloriaba diciendo que lo había hecho para que naciesen hijos divinos de la unión de un sumo sacerdote y una suma sacerdotisa. La dejó poco tiempo después y tuvo otras esposas, para volver luego con Severa.

Roma

José Carlos Saquete

Universidad de Sevilla

Sir Lawrence Alma-Tadema (1888). Las rosas de Heliogábalo. Colección privada.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 80.9.3.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 5.6.2 (sin nombrarla).

Historia AugustaHeliogábalo, 6.5.

Selección bibliográfica

Barbieri, G., L’albo senatorio da Settimio Severo a Carino (193-285) (Roma 1952).

Saquete, J.C., Las vírgenes vestales. Un sacerdocio femenino en la religión pública romana, Anejos de AEspA 21 (Madrid 2000).

Rüpke, J., Fasti Sacerdotum: Die Mitglieder der Priesterschaften und das sakrale Funktionspersonal römischer, griechischer, orientalischer und jüdisch-christlicher Kulte in der Stadt Rom von 300 v. Chr. bis 499 n. Chr. (Stuttgart 2005).

181. JULIA SOEMIAS

181. JULIA SOEMIAS

Julia Soemias Basiana fue hija de Julia Mesa y Avito Alexiano. Se casó con Sexto Vario Marcelo, de rango ecuestre y procedente de Apamea, con quien tuvo a su hijo Vario Avito Basiano, comúnmente conocido como Heliogábalo. Este fue emperador tras el corto reinado de Macrino y antes de Severo Alejandro. 

Después de la muerte del emperador Caracalla y del gobierno del usurpador Macrino, Soemnias, junto con Julia Mesa, Julia Mamea y un grupo de caballeros y senadores de Emesa, lideraron una revuelta que devolvió el poder imperial a la dinastía Severa. Para ello, se sirvieron de la influencia, dinero y poder de Julia Mesa.

Roma

Además, difundieron un rumor, infundado pero efectivo, que señalaba a Heliogábalo como hijo ilegítimo de Caracalla. Esto provocó el derrocamiento de Macrino. Heliogábalo fue designado emperador a los catorce años y Soemias tuvo un lugar destacado durante el gobierno de su hijo.  Según la Historia Augusta, Soemias creó un pequeño senado femenino en el palatino en el que se regulaban aspectos relacionados con la vestimenta y vida de las mujeres pudientes de la época. Estas medidas establecían quién podía ataviarse con determinados lujos o cómo debían desplazarse en función de su estatus. Mientras que algunos investigadores han tomado esta referencia como cierta, otros han visto en ella una especie de burla del autor de la obra con el objeto de denostar al príncipe. Aunque todo parece indicar que se trató de una invención del autor, sí es cierto que se llevaron a cabo medidas de legislación acerca de la vestimenta. 

Sin embargo, Soemias nunca estuvo tan cerca del poder como su madre, Mesa, quien realmente ejercía labores de asesoramiento a su nieto Heliogábalo. Recibió otros títulos, además de Augusta, como Mater Augusti y Mater Castrorum. Su vida finalizó en marzo del año 222, cuatro años después de haber ayudado a que su hijo alcanzase el poder. Heliogábalo, cuyas costumbres orientales no eran del agrado de ninguno de los sectores políticos de Roma, fue asesinado junto a Soemias en el campamento pretoriano después de haber instado a las tropas a atacar a Alejandro, su primo. La respuesta de estas fue la contraria, se amotinaron y asesinaron al joven príncipe y a su madre.

Adrián Gordón Zan

Universidad de Zaragoza

Denario de Julia Soemnias. Siglo III. Anverso: busto de Julia Soemnias. Leyenda: IULIA SOAEMIAS AUGUSTA. Reverso: figura estante de Junio Regina. Leyenda: IUNIO REGINA. RSC 3.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 79.24.3; 80.17.2.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 5.3.1; 6.1.4.

Historia Augusta, Heliogábalo, 9.1.

Selección bibliográfica

Benario, H.W., “The Titulature of Julia Soaemias and Julia Mamaea: Two Notes”, TAPhA 90 (1959) 9-14.

Conesa Navarro, P.D., “Julia Maesa y Julia Soemias en la corte de Heliogábalo: el poder femenino de la domus Severiana”, SHHA 37 (2019) 185-223.

Icks, M., The Crimes of Elagabalus. The Life and Legacy of Rome’s Decadent Boy Emperor (London 2011).

Rowan, C., “The Public Image of the Severian Women”, PBSR 79 (2011) 241-273.

180. JULIA MESA

180. JULIA MESA

Julia Mesa fue esposa de Cayo Julio Avito Alexiano, noble romano originario de Siria, que fue reconocida como Augusta entre los años 218 y 224 por ser la abuela de los emperadores Heliogábalo y Severo Alejandro. Era hermana de Julia Domna y probablemente nació en torno al año 165, pasando su juventud en Emesa (actual Homs, en Siria). Provenía de una familia de la aristocracia local vinculada al sacerdocio del dios El-Gabal ya que su padre, Julio Basiano, era sumo sacerdote de dicha divinidad. Gracias a esta posición, Mesa tuvo una elevada formación.

Roma

Su marido escaló del cursus honorum ecuestre al senatorial siendo promovido por Septimio Severo y llegando al consulado. Mesa y Alexiano tuvieron dos hijas llamadas Julia Soemias y Julia Mamea, mujeres importantes para el devenir posterior del Imperio. Juntas, madre e hijas, resultaron fundamentales para devolver el poder a la dinastía Severa después del asesinato de Caracalla en el año 217. Gracias a su fortuna e influencia, y junto con el apoyo de caballeros y senadores de Emesa, hicieron que las tropas orientales abandonasen al nuevo emperador, Macrino, en favor del joven Heliogábalo, hijo de Julia Soemias.

Una vez que este llegó al poder, Mesa fue nombrada Augusta y recibió los títulos de Mater Castrorum et Senatus, de forma similar a los que había ostentado anteriormente su hermana. Dada la corta edad del nuevo emperador, fueron Mesa y Soemias quienes se encargaron de aconsejar al príncipe y, debido su influencia, llegando a acompañarlo en las sesiones del Senado, un hecho insólito hasta el momento. Según las fuentes, este necesitaba de la presencia de su abuela para adquirir seguridad. 

Debido a los actos impropios de Heliogábalo, Mesa propició la promoción de su otro nieto, Alexiano, hijo de Julia Mamea. Convenció a Heliogábalo para que lo adoptase. El emperador y su madre, Soemnias, fueron asesinados por la guardia pretoriana a la vez que se elevaba al principado a Alexiano que tomó el nombre de Alejandro. Mesa murió al poco tiempo de comenzar el reinado de su nieto. Al igual que su hermana, Julia Domna, fue divinizada tras su muerte.

Adrián Gordón Zan

Universidad de Zaragoza

Áureo de Julia Mesa con reverso de Juno (RIC IV, II, pág.49, n. 253) N. 659065001

© The Trustees of the British Museum

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 79. 24.3; 80.17.2.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 5.3.1; 6.1.4.

Historia Augusta, Opelio Macrino, 9.1.; Heliogábalo, 32.1.

Selección bibliográfica

Levick, B., Julia Domna: Syrian Empress (London – New York 2006).

Icks, M., The Crimes of Elagabalus. The Life and Legacy of Rome’s Decadent Boy Emperor (London 2011).

Rowan, C., “The Public Image of the Severian Women”, PBSR 79 (2011) 241-273.

Conesa Navarro, P.D., “Julia Maesa y Julia Soemias en la corte de Heliogábalo: el poder femenino de la domus Severiana”, SHHA 37 (2019) 185-223.

179. CLODIA LETA

179. CLODIA LETA

Vestal violada por Caracalla hacia el año 213 y, a pesar de su inocencia, acusada de incesto. Junto a ella, también fueron acusadas del mismo crimen las vestales de origen senatorial Aurelia Severa, Pomponia Rufina y Canucia Crescentina. Todas fueron enterradas vivas salvo la última quien se suicidó tirándose desde lo alto de la Casa de las Vestales. 

Roma

José Carlos Saquete

Universidad de Sevilla

Estatuas en la Casa de las Vestales. Foro imperial, Roma.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 78, 16.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 4.6.4 (sin nombrarla).

Selección bibliográfica

Rüpke, J., Fasti Sacerdotum: Die Mitglieder der Priesterschaften und das sakrale Funktionspersonal römischer, griechischer, orientalischer und jüdisch-christlicher Kulte in der Stadt Rom von 300 v. Chr. bis 499 n. Chr. (Stuttgart 2005).

Saquete, J.C., Las vírgenes vestales. Un sacerdocio femenino en la religión pública romana, Anejos de AEspA 21 (Madrid 2000).

 

178. JULIA DOMNA

178. JULIA DOMNA

Julia Domna fue la esposa del emperador Septimio Severo y madre de los emperadores Caracalla y Geta.  Nació entre el 170 y el 174 en la ciudad siria de Emesa (actual Homs). Su padre era Julio Basiano, aristócrata y sumo sacerdote del dios local El-Gabal. Tanto ella como su hermana, Julia Mesa, recibieron una destacada formación. Poco después, en el año 190, Severo fue nombrado cónsul, por lo que Domna pasó a ser una de las primeras damas de la sociedad romana. Sin embargo, tras la muerte de Cómodo a finales del año 192 se desató una guerra civil que culminó con el ascenso al poder imperial de Severo, convirtiendo inmediatamente a Julia Domna en Augusta. 

Roma

Antes y durante el gobierno de su marido, Julia lo acompañó en todos los desplazamientos relacionados con su carrera administrativa y militar.  En el año 195, recibió el título de Mater Castrorum, es decir, madre de los campamentos, un honor que también había recibido Faustina la Menor. Esta había sido la primera en recibir este título, el cual asociaba a las mujeres de la familia imperial con el ejército mediante una maternidad institucional. A lo largo de su vida, Julia recibió otros títulos como el Mater Augusti et Caesaris desde el año 197 y Mater Imperatoris destinati desde el 209. Durante el gobierno de su hijo Caracalla, Domna recibió el título de Mater Augusti et catrorum et senatus et patriae, es decir, madre del Augusto, de los campamentos, del Senado y de la patria, constituyendo un referente para el resto de las esposas imperiales del siglo III.

Las fuentes clásicas presentan a Julia como una mujer que influía sobre su marido, que estaba presente en las audiencias con los dirigentes extranjeros. Tras la muerte de Severo, se mantuvo asociada al poder, desempeñando labores políticas durante el gobierno de Caracalla. Tanto es así, que pasó a encargarse de la correspondencia imperial en latín y griego, en cuyas respuestas se incluía su nombre junto al del emperador o las legiones. Otro aspecto destacable de la vida de Domna fue su inquietud por la filosofía y la creación de un círculo de filósofos. Este estaba conformado, con seguridad, por Filóstrato, Filisco de Tesalia y Gordiano, que posteriormente se convertiría en el emperador Gordiano I. Aunque las fuentes apunten a que se trataba de un refugio intelectual al verse apartada del poder por Plauciano, prefecto del pretorio de Septimio Severo, Julia mantuvo este interés durante el gobierno de Caracalla, lo que indicaría que se debía a sus inquietudes.  

Tras el asesinato de Caracalla, Julia conservó el trato como Augusta, sus títulos e incluso una guardia pretoriana. Sin embargo, se suicidó poco después, en la segunda mitad del año 217, ya que padecía un cáncer de pecho. Sus cenizas fueron llevadas al mausoleo de Augusto en Roma, aunque posteriormente se depositaron junto a las de su marido en el mausoleo de Adriano. Fue consagrada al morir, recibiendo el título de Diva Iulia.  

Adrián Gordón Zan

Universidad de Zaragoza

Busto de Julia Domna. Siglo III. Museos Vaticanos, Roma.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 75-80.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 2.9.2; 4.13.8.

Historia Augusta, Caracalla, 8.1.; Geta, 3.1.

Selección bibliográfica

Conesa Navarro, P.D., “Faustina la Menor y Julia Domna como matres castrorum. Dos mujeres al servicio de la propaganda imperial de las dinastías Antonina y Severa”, Lucentum 38 (2019) 281-299.

Langford, J., Maternal Megalomania: Julia Domna and the Imperial Politics of Motherhood (Baltimore 2013).

Levick, B., Julia Domna: Syrian Empress (London – New York 2006).

Rowan, C., “The Public Image of the Severian Women”, PBSR 79 (2011) 241-273.

177. ASICIA VICTORIA

177. ASICIA VICTORIA

El grupo de inscripciones que se refieren a Asicia Victoria en Thugga (Dougga, Túnez) nos informan de que era miembro de una familia notable de la ciudad, cuyos miembros varones formaban parte del senado local. Ella misma pagó la cantidad de 20.000 sestercios para adornar con balaustradas de bronce la tribuna de los oradores del foro.

También su padre, Asicio Adjutor, se implicó en la realización de obras para el templo de Minerva, erigido por la matrona Julia Paula Lenatiana, sacerdotisa perpetua. Asicia Victoria asume, por tanto, el comportamiento evergético propio de las élites municipales.

Thugga

Se conoce también el nombre de su marido, Marco Vibio Félix Marciano, cuya familia era igualmente de rango decurional, y el nombre de la hija de ambos, Vibia Asicianes, e incluso el de uno de sus nietos, Minerviano. La promesa de Asicia Victoria de ornamentar la tribuna de los oradores coincide con un momento político importante para la ciudad, su reconocimiento como municipio romano en el año 205. Ello es prueba de que estas matronas ricas eran conocedoras de la dinámica política de sus comunidades. Su gesto tiene una enorme carga simbólica, ya que elige decorar y realzar el lugar desde donde los oradores se dirigían hacia sus conciudadanos.

Por las fuentes epigráficas, se sabe que desempeñó el cargo de sacerdotisa perpetua. Como gesto de agradecimiento a la ciudad por el honor recibido, realizó el pago en metálico, aumentando la cantidad habitual. Además, donó 100.000 sestercios con motivo de la concesión de su hija, Asicia Asicianes, del sacerdocio del culto imperial, también con carácter perpetuo. Con esta cantidad se creó una fundación con repartos de dinero y banquetes para los senadores locales y decuriones; y se pagaron juegos escénicos y un gimnasio para el pueblo. Esta suma es una de las más altas entre las fundaciones que conocemos en el norte de África. Es un gesto que sitúa a Asicia Victoria como uno de los pilares más importantes de la promoción pública y política de su familia. Prueba de ello es también la estatua que ella y su marido erigieron, presumiblemente en el foro, para honrar a su padre, Asicio Adjutor, cuya colocación es autorizada por el senado local. 

No es de extrañar que uno de sus nietos, Minerviano, patrono de Thugga, erigiera una estatua en homenaje a su abuela. Asicia Victoria fue homenajeada por el senado de su ciudad nada menos que con dos de estatuas públicas, situadas en el foro. También fue homenajeada su hija Asicianes con una estatua pública, quien debía a su madre su promoción pública privilegiada.

Henar Gallego

Universidad de Valladolid

Epígrafe dedicado a Asicia Victoria. Siglo III. Dougga.

Fuentes principales

CIL VIII, 1491, 1495, 26589, 26590, 26591, 26592, 26593.

Selección bibliográfica

Bertolazzi, R., “Priestesses’ Euergetism in Roman Africa: the Case of Thugga”, Epigraphica 78 (2016) 85-109.

Martínez López, C., Gallego Franco, H., Mirón Pérez, M.ªD., Oria Segura, M., Constructoras de ciudad. Mujeres y arquitectura en el occidente romano (Colección Mujeres, Historia y Feminismos 4) (Granada 2019).