178. JULIA DOMNA

178. JULIA DOMNA

Julia Domna fue la esposa del emperador Septimio Severo y madre de los emperadores Caracalla y Geta.  Nació entre el 170 y el 174 en la ciudad siria de Emesa (actual Homs). Su padre era Julio Basiano, aristócrata y sumo sacerdote del dios local El-Gabal. Tanto ella como su hermana, Julia Mesa, recibieron una destacada formación. Poco después, en el año 190, Severo fue nombrado cónsul, por lo que Domna pasó a ser una de las primeras damas de la sociedad romana. Sin embargo, tras la muerte de Cómodo a finales del año 192 se desató una guerra civil que culminó con el ascenso al poder imperial de Severo, convirtiendo inmediatamente a Julia Domna en Augusta. 

Roma

Antes y durante el gobierno de su marido, Julia lo acompañó en todos los desplazamientos relacionados con su carrera administrativa y militar.  En el año 195, recibió el título de Mater Castrorum, es decir, madre de los campamentos, un honor que también había recibido Faustina la Menor. Esta había sido la primera en recibir este título, el cual asociaba a las mujeres de la familia imperial con el ejército mediante una maternidad institucional. A lo largo de su vida, Julia recibió otros títulos como el Mater Augusti et Caesaris desde el año 197 y Mater Imperatoris destinati desde el 209. Durante el gobierno de su hijo Caracalla, Domna recibió el título de Mater Augusti et catrorum et senatus et patriae, es decir, madre del Augusto, de los campamentos, del Senado y de la patria, constituyendo un referente para el resto de las esposas imperiales del siglo III.

Las fuentes clásicas presentan a Julia como una mujer que influía sobre su marido, que estaba presente en las audiencias con los dirigentes extranjeros. Tras la muerte de Severo, se mantuvo asociada al poder, desempeñando labores políticas durante el gobierno de Caracalla. Tanto es así, que pasó a encargarse de la correspondencia imperial en latín y griego, en cuyas respuestas se incluía su nombre junto al del emperador o las legiones. Otro aspecto destacable de la vida de Domna fue su inquietud por la filosofía y la creación de un círculo de filósofos. Este estaba conformado, con seguridad, por Filóstrato, Filisco de Tesalia y Gordiano, que posteriormente se convertiría en el emperador Gordiano I. Aunque las fuentes apunten a que se trataba de un refugio intelectual al verse apartada del poder por Plauciano, prefecto del pretorio de Septimio Severo, Julia mantuvo este interés durante el gobierno de Caracalla, lo que indicaría que se debía a sus inquietudes.  

Tras el asesinato de Caracalla, Julia conservó el trato como Augusta, sus títulos e incluso una guardia pretoriana. Sin embargo, se suicidó poco después, en la segunda mitad del año 217, ya que padecía un cáncer de pecho. Sus cenizas fueron llevadas al mausoleo de Augusto en Roma, aunque posteriormente se depositaron junto a las de su marido en el mausoleo de Adriano. Fue consagrada al morir, recibiendo el título de Diva Iulia.  

Adrián Gordón Zan

Universidad de Zaragoza

Busto de Julia Domna. Siglo III. Museos Vaticanos, Roma.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 75-80.

Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio, 2.9.2; 4.13.8.

Historia Augusta, Caracalla, 8.1.; Geta, 3.1.

Selección bibliográfica

Conesa Navarro, P.D., “Faustina la Menor y Julia Domna como matres castrorum. Dos mujeres al servicio de la propaganda imperial de las dinastías Antonina y Severa”, Lucentum 38 (2019) 281-299.

Langford, J., Maternal Megalomania: Julia Domna and the Imperial Politics of Motherhood (Baltimore 2013).

Levick, B., Julia Domna: Syrian Empress (London – New York 2006).

Rowan, C., “The Public Image of the Severian Women”, PBSR 79 (2011) 241-273.

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