La concentración del Grupo Joly
Como grupo mediático andaluz se ha consolidado desde tiempos de la Transición el Grupo Joly. A la muerte de Franco disponía de Diario de Cádiz, periódico en activo más longevo de la región. En la década de los ochenta nacería Diario de Jerez (1984), que sustituye a La Voz del Sur, y Europa Sur (1989). Este crecimiento se confirmaría a finales del Siglo XX y entrada del Siglo XXI: Diario de Sevilla (1999), El Día de Córdoba (2000), Huelva Información (2002, comprado a Vocento), Granada Hoy (2003), Málaga Hoy (2004) y Diario de Almería (2007). Sólo Jaén no posee una cabecera perteneciente a esta empresa.
La situación desde la Transición hasta nuestros días ha germinado en una concentración mediática que ha estado presente en todas las escalas (regional, nacional e internacional). Grupo Joly y Vocento son hoy los dominadores de la prensa andaluza, pues mantienen sus principales cabeceras por tirada y rentabilidad. Apenas Jaén y La Voz de Almería sobreviven aparte, puesto que El Correo de Andalucía está muy lejos de sus mejores años.
Hay, en este periplo, un ejemplo que muestra la dificultad de sobrevivir fuera de la gran estructura mediática. Es el caso de Sol de España, que nace en 1967, pero desaparece en 1982. La cabecera malagueña llegó a pelear con el hegemónico Sur (Reig, 2011) y constituyó una aventura que dio matices a la monolítica prensa de Málaga, aunque su debilidad empresarial se llevó por delante una iniciativa caída en el olvido drásticamente (Sarria Gómez, 2012).
Vaivén de publicaciones sin mercado
Esta concentración propició que Andalucía viviera también el vaivén de nacimiento y desaparición de periódicos que se reflejó a raíz de la Transición. Sevilla y Granada se llevan la palma en este sentido. En la ciudad hispalense nacerían dos vespertinos. Informaciones de Andalucía, de Prensa Castellana (participada en un 25% por Prensa Española), apenas saldría los años 1976 y 1977. En 1976 nacería también Nueva Andalucía, hermano de El Correo de Andalucía, que cerraría en 1984. El periódico vespertino había quedado desfasado: la radio ya podía informar y la televisión seguía ganando adeptos. Aquellas iniciativas respondían a un viejo anhelo, a la formación de un tándem que en el primer tercio del siglo XX daba réditos (El Sol y La Voz o El Debate y Ya), que el nuevo mercado periodístico ya no podía abordar.
En Granada el resultado no fue distinto, aunque sí se trató de otras iniciativas. En el año 1982 nacía Diario de Granada, que desaparece en 1986. Dejó como legado el Robinson Urbano de Muñoz Molina (Ruiz Rico, 2013). Checa Godoy (1991) señala su aproximación al PSOE. Misma aproximación de un periódico que le sustituía, El Día de Granada, cuya vida se extendió tan sólo entre 1986 y 1987. Entre medio, en 1983, nacía El Defensor de Granada, cuyo título ya evocaba a uno de los titanes de la prensa granadina. Quedó indefenso en el nuevo mercado y desapareció un año más tarde, en 1984.