ENSAYO
SI BIEN LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA SUELE SITUARSE EN EL PERIODO 1975-1982, EN EL ESTUDIO DE LA PRENSA SE PRESENTA PERTINENTE AMPLIAR LA MIRADA AL PERIODO PRECEDENTE CON LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE PRENSA E IMPRENTA DE 1966 (CONOCIDA COMO LEY FRAGA). AQUELLA NORMA JURÍDICA NO ELIMINÓ LA CENSURA, NI LAS SANCIONES A LA PRENSA, PERO SÍ DEVOLVÍA LA HEGEMONÍA A LA EMPRESA PERIODÍSTICA PRIVADA: LIBERTAD DE NOMBRAMIENTO DE DIRECTOR Y DISPOSICIÓN LEGAL PARA CREAR NUEVAS EMPRESAS. EN ANDALUCÍA ESTA SITUACIÓN TUVO POCO IMPACTO.
Realizado por Daniel Moya López
La empresa periodística andaluza se ha caracterizado desde 1975 por su debilidad, su exilio o su concentración. Son factores, no obstante, relacionados entre sí. La debilidad de la empresa local/regional más la falta de una identidad regional en estas esferas ha imposibilitado que nacieran cabeceras con dicha personalidad y cobertura. El resultado ha sido la ausencia de una prensa regional que cristalizara el efervescente sentimiento surgido en la lucha por la autonomía. Bajado el fervor social, y sin medios de comunicación que puedan canalizar esa recuperación, Andalucía ha sufrido un claro estancamiento en ese aspecto. Se habla de debilidad porque aquellas cabeceras que fueron iniciativas empresariales locales fueron incapaces de mantenerse: se vendieron a estructuras superiores o desaparecieron. Se habla de exilio porque varias de estas cabeceras acabaron en estructuras superiores cuya raíz estaba más allá de Despeñaperros. A ellas se unen las que ya de por sí estaban integradas en esas empresas periodísticas nacionales. Por último, se habla de concentración porque, ya fuera en una matriz andaluza o nacional, las varias cabeceras han quedado integradas en pocos grupos. En estas líneas se va a analizar el caso de algunas de las principales cabeceras andaluzas[1].
[1] Esta entrada analiza el caso de los principales periódicos de las capitales de provincia más Jerez de la Frontera.