120. JUNIA RÚSTICA

120. JUNIA RÚSTICA

Un solo documento, la inscripción del pedestal de mármol que sostenía su estatua pública, nos transmite la memoria de una singular matrona hispanorromana, Junia Rústica, hija de Décimo. Fue ciudadana del antiguo municipio de Cartima, actual Cártama (Málaga), en la provincia romana de la Bética. De hecho, era una de las ciudadanas más ricas y prominentes del mismo a finales del siglo I. Miembro de los Iunii, una poderosa familia de rango ecuestre, contrajo matrimonio con Cayo Fabio Fabiano, perteneciente a otra rica familia de esta zona.  Tuvo al menos un hijo varón, Cayo Fabio Juniano. 

 

Cartima

Junia Rústica fue la primera sacerdotisa de culto imperial en el municipio, cargo que desarrolló a perpetuidad, como honor otorgado por su ciudad. Obtenemos así un perfil privado y público de Junia Rústica, como mujer casada, madre y matrona honorable de las élites urbanas y como sacerdotisa del culto municipal a las emperatrices muertas y divinizadas. Sin embargo, lo que hace singular a esta matrona bética son las extraordinarias liberalidades que donó a su ciudad, y que se detallan con esmero en el texto de la inscripción que contiene el pedestal de su estatua pública: reconstruyó los pórticos públicos deteriorados por el tiempo, dio el terreno para los baños, devolvió a las arcas municipales la cantidad gastada en el pago del vectigal anual o impuesto para el estado romano, puso en el foro una estatua de bronce de Marte y donó los pórticos para los baños, una piscina y una estatua de Cupido. Se indica igualmente en la inscripción que todo lo pagó con su dinero y que, además, ofreció un banquete y espectáculos públicos.

Su excepcional generosidad para con sus conciudadanos fue reconocida y premiada por el senado local con la erección de sendas estatuas públicas, en su honor y en el de su hijo. En un exquisito giro diplomático, ella devolvió al municipio este gasto añadiendo de su dinero una estatua más dedicada a su marido. Junia Rústica erigió así un grupo familiar de estatuas que giraban en torno a su figura, una mujer prominente y benefactora. Este conjunto de estatuas supone, además, la inserción de un auténtico lugar de memoria en el espacio más selecto de Cartima, en el foro, para su prestigio y el de los suyos. En definitiva, los actos munificentes de Junia Rústica ilustran una sobresaliente faceta de su vida, más allá de su papel de esposa y madre, que es el tradicionalmente asignado a la mujer en la sociedad romana, pero, al mismo tiempo, suponen también una prolongación de este. Su trayectoria vital es un ejemplo de la capacidad de las matronas romanas, que se cimentaba en sus propios recursos y prestigios como esposas y madres respetables.

Henar Gallego

Universidad de Valladolid

Inscripción dedicada a Junia Rústica. Siglo I.

Fuentes principales

CIL II, 1956.

Selección bibliográfica

Canto de Gregorio, A., “Una familia bética: los Fabii Fabiani”, Habis 9 (1978) 293-310.

Donahue, J.F., “Iunia Rustica of Cartima: Female Munificence in the Roman West”, Latomus 63 (2004) 873-891.

Martínez López, C., “Influencia social de las mujeres en las ciudades de la Hispania meridional”, en La mujer en el mundo mediterráneo antiguo (Granada 1990) 219-241.

Mirón Pérez, M.ªD., “Junia Rústica”, en Mujeres en la Historia de España (Madrid 2000) 54-56.

Molina Torres. M.ªP., “Una sacerdotisa del Municipium Flavium Cartimitanum: Iunia Rustica”, en Historia(s) de mujeres en homenaje a M.ª Teresa López Beltrán, 2 (Málaga 2013) 48-61.

119. SALONINA MATIDIA

119. SALONINA MATIDIA

Salonina Matidia, conocida como Matidia la Mayor, era hija de Ulpia Marciana, hermana de Trajano, y del senador Cayo Salonio Matidio Patruino. Nació en Roma hacia el año 68 y murió en el 119. A la muerte de su padre, Matidia y su madre fueron a vivir con su tío Trajano y con la esposa de este, Plotina. Cuando aquel se convirtió en emperador en el año 98, ella entonces pasó a formar parte de la domus imperial. 

            Matidia tuvo varios matrimonios. El primero con un tal Mindio con el que tuvo a su hija Mindia Matidia, conocida como Matidia la Menor. El segundo con Lucio Vibio Sabino, cónsul del 97 y padre de su hija Vibia Sabina y, por último, con Libón Rupilio Frugi, con quien tuvo a Rupilia Faustina.

Roma

Esta última se casó con el hispano, originario de Ucubi, (Espejo, Córdoba), Lucio Anio Vero, prefecto de la Urbe bajo el reinado de Vespasiano. Rupilia y Lucio Anio Vero fueron padres de Ania Galeria Faustina la Mayor, esposa de Antonino Pío, de Marco Anio Libón y de Marco Anio Vero, padre de Marco Aurelio. Por todo ello, Matidia se convertía en una pieza clave fundamental en la transmisión del poder dentro de la familia de los Ulpio-Elios y de la conocida como dinastía adoptiva.

             Al no tener descendencia Trajano, las mujeres de su familia fueron vinculadas a la propaganda imperial como elementos de creación dinástica. De esta manera, cuando Ulpiana murió en el 112, su hija Matidia recibió el título de Augusta. Adriano mantuvo siempre una estrecha amistad y gran cariño hacia su prima segunda Matidia, con la que se había criado, puesto que ella vivía con su tío Trajano y este era también tío segundo y tutor de aquel. Posteriormente, la relación familiar de Matida y Adriano se estrechó aún más tras el matrimonio entre este con la hija de Matidia, Vibia Sabina.

            Adriano le confirió honores fúnebres a su muerte en el 119, concediéndole, entre otras prerrogativas, la erección de un templo en su honor y una laudatio funebris donde la describe como una matrona romana, adornada con todas las virtudes tradicionales que ella bien conocida y representaba. 

Pilar Pavón

Universidad de Sevilla

Busto de Salonina Matidia. Siglo II. Museo del Louvre, París.

Fuentes principales

CIL 14, 3579.

Dion Casio, Historia romana, 79.1.

Historia Augusta, Adriano, 10.3.

RIC II 300-301; 344; 391.

Selección bibliográfica

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Imola 2009).

Cenerini, F., “Le donne di Traiano e la politica”, en Parisi, C., Milella, M., Pastor, S. (curs.), Traiano. Costruire l’Impero, creare l’Europa. Catalogo della mostra (Roma, 29 novembre 2017-16 settembre 2018) (Roma 2018) 1-6.

Gualerzi, S., “Una matrona sul confine: Matidia Maggiore”, en Hernández Guerra, L., (ed.), La Hispania de los Antoninos (98-180): Actas del II Congreso Internacional de Historia Antigua (Valladolid 2005) 213-234.

Hidalgo de la Vega, M.ªJ., Las emperatrices romanas. Sueños de púrpura y poder oculto (Salamanca 2012).

Pavón, P., “Mujer y mos maiorum en la época de Trajano y Adriano”, en Caballos Rufino, A.F. (ed.), De Trajano a Adriano. Roma matura, Roma mutans (Sevilla 2018) 175-195.

118. POMPEYA PLOTINA

118. POMPEYA PLOTINA

Pompeya Plotina fue la esposa del emperador Trajano con quien se casó, antes de que este llegara al trono imperial, en una fecha imprecisa entre los años 74 y 84. Fue una mujer de origen aristocrático y provincial. Podría haber nacido en Nemausus (Nîmes, Francia) o en Italica (Santiponce, Sevilla). Se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que tuvo una vida larga, pues murió durante el reinado de Adriano en el año 123.

            Como esposa de un prestigioso general del gobierno de Domiciano, Plotina probablemente acompañó a su marido en los destinos militares. 

Roma

En ese tiempo el matrimonio no tuvo hijos, aunque nunca se disolvió a pesar de que la falta de descendencia era un motivo de divorcio en época romana. Con la designación de Trajano como hijo adoptivo y sucesor del emperador Nerva en el año 97, la situación de Plotina cambió al convertirse Trajano en emperador en el 98. Dion Casio refiere una noticia al respecto de esta situación que refleja el carácter humilde y sencillo de la nueva consorte imperial, al manifestar cuando subía las escaleras del palacio que iba a ser su residencia que entraba en ella de la misma forma que quería salir. Plinio destaca en el panegírico que dedica a su marido su modestia, sencillez, discreción, respeto a la tradición y saber estar, valores que se correspondían con las virtudes que las fuentes atribuyen a su marido. Recibió, junto a su cuñada Marciana, el título de Augusta en torno al año 105. Estuvo siempre presente en la propaganda imperial como miembro de la domus del emperador y recibió, al igual que Marciana, el honor de que una ciudad llevara su nombre, Plotinopolis, situada en la provincia romana de Tracia.

            Plotina tuvo un papel muy destacado en el nombramiento de Adriano como sucesor de Trajano que se produjo en el lecho de muerte de este en el 117, en la ciudad de Selinunte, situada sobre la costa sur de Asia Menor (Turquía), durante las campañas partas. Junto al emperador estaban Plotina, el prefecto del Pretorio, Atiano, y la sobrina de aquel, Matidia. Las fuentes senatoriales y la propaganda antiadrianea se muestran muy contrarias a la intervención de Plotina en la sucesión de Adriano, pero el candidato más próximo a la sucesión era aquel, sobrino segundo de Trajano, que se había casado con Vibia Sabina, nieta de Marciana, Augusta divinizada y hermana del emperador. Plotina no actuó sola, pues estuvo acompañada por el círculo personal y familiar más íntimo de Trajano, y evitó una crisis sucesoria grave. Como Augusta viuda dedicó su tiempo al estudio de la filosofía y a la protección y promoción de escuelas filosóficas en Atenas, interés que compartía con el nuevo emperador Adriano. A su muerte este le prodigó los máximos honores fúnebres. El Senado le concedió la divinización a instancias de Adriano.

Pilar Pavón

Universidad de Sevilla

Busto de Plotina. Siglo II. Museos Vaticanos, Roma.

Fotografía de la autora Patricia Téllez Francisco.

Fuentes principales

CIL IX, 5894 = ILS 298; CIL XI, 1333 = ILS 288.

Dion Casio, Historia romana, 68.5.

Historia Augusta, Adriano, 4.

Plinio el Menor, Panegírico del emperador Trajano, 83.

Selección bibliográfica

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Imola 2009).

Cenerini, F., “Le donne di Traiano e la politica”, en Parisi, C., Milella, M., Pastor, S. (curs.), Traiano. Costruire l’Impero, creare l’Europa. Catalogo della mostra (Roma, 29 novembre 2017-16 settembre 2018) (Roma 2018) 1-6.

Cortés Copete, J. M.,  “Mentiras de una adopción. La sucesión de Trajano”, en Marco Simón, F., Pina Polo, F., Remesal Rodríguez, J., (eds.), Fraude, mentiras y engaños en el mundo antiguo (Barcelona 2014).

Hidalgo de la Vega, M.ª J., Las emperatrices romanas. Sueños de púrpura y poder oculto (Salamanca 2012).

Pavón, P., “Plotina Augusta: luces y sombras sobre una mujer de estado”, Veleia 35 (2018) 21-39.

117. ULPIA MARCIANA

117. ULPIA MARCIANA

Ulpia Marciana era una mujer de la aristocracia altoimperial oriunda de la ciudad bética de Itálica (Santiponce, Sevilla). Su fecha de nacimiento se estima en torno al año 48. Murió en el 112. Pertenecía a la gens Ulpia por su padre, Marco Ulpio Trajano, senador y cónsul del 70 que desempeñó varios cargos en la administración civil y militar, sobre todo, bajo la dinastía Flavia. Su madre fue una mujer de la élite, también de origen bético, pero de la que no se sabe su nombre, aunque se cree que se llamaría Marcia. Ulpia Marciana era la hermana mayor y muy querida del emperador Trajano.

Roma

Italica

Se casó con el senador Cayo Salonio Matidio Patruino y fueron padres de una única hija, Salonina Matidia o Matidia la Mayor. Pronto enviudó y se fue a vivir con su hermano Trajano y su cuñada Plotina. Cuando aquel fue designado emperador, pasó a formar parte de la familia imperial, desempeñando un papel muy importante ya que, Trajano, al no tener hijos, puso las esperanzas de formar una dinastía en la descendencia de su hermana Marciana. De esta forma, recibió junto a su cuñada Plotina el título de Augusta hacia el 105 o, quizás, un poco antes.

            En su obra Panegírico del emperador Trajano Plinio el Menor señala la magnífica educación y saber estar de Ulpia Marciana que siempre mantuvo una excelente relación familiar con su cuñada Plotina. Tras su muerte en 112, siguió siendo representada en la propaganda imperial como se observa en las acuñaciones imperailes o, por ejemplo, en el Arco de Trajano construido en Ancona en el año 115. Marciana, junto a sus padres, fue honrada por Trajano con la concesión en el nombre de la ciudad norteafricana de Colonia Marciana Ulpia Traiana Thamugadi (Timgad, Argelia) y a la de Marcianopolis (Devnya, Bulgaria). Fue proclamada diva a su muerte, dando con ello ascendencia divina a sus descendientes entre los que se encontraban Adriano, Vibia Sabina y Marco Aurelio. 

Pilar Pavón

Universidad de Sevilla

Áureo de Ulpia Marciana. Anverso: busto de Ulpia Marciana. LEYENDA: DIVA AUGUSTA MARCIANA. Reverso: águila con alas desplegadas. LEYENDA: CONSECATIO. Siglo II. Biblioteca Nacional de París.

Fuentes principales

Plinio el Menor, Panegírico del emperador Trajano, 84.1.

Historia Augusta, Adriano, 1.

CIL IX, 5894 = ILS 298.

Selección bibliográfica

Bickerman, E.J., “Diva Augusta Marciana”,  AJPh 95 (1974) 362-376.

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Imola 2009).

Cenerini, F., 2018, “Le donne di Traiano e la política”, en Parisi, C., Milella, M., Pastor, S., (curs.), Traiano. Costruire l’Impero, creare l’Europa. Catalogo della mostra (Roma, 29 novembre 2017-16 settembre 2018) (Roma 2018) 1-6.

Mirón Pérez, M.ª D., “Marciana Augusta, Ulpia”, en Tavera García, S. (coord.), Mujeres en la Historia de España (Madrid 2000) 62-65.

116. CORNELIA, la vestal

116. CORNELIA, la vestal

Vestal elegida en el año 62, hija de Coso Cornelio Léntulo Gaetúlico y nieta del cónsul Cneo Cornelio Léntulo Gaetúlico y por tanto perteneciente a una importante familia senatorial patricia. Fue acusada y encontrada inocente en su juventud. Es muy probable que ella sea la Vestal Máxima que treinta años más tarde, en 90-91, fue acusada de incesto, condenada por el emperador Domiciano y, siguiendo la tradición, enterrada viva en la Porta Collina. En cuanto a sus amantes, parece que dos de ellos fueron azotados con varas hasta la muerte en el Comicio, recibiendo el castigo a la antigua usanza.

Roma

En cambio, Cornelio Miniciano, de rango pretorio, fue desterrado. Según Suetonio, el emperador quería reprimir con severidad la ruptura de los votos de las vestales. En cambio, para Plinio, todos estos hechos supusieron un deshonor para Domiciano y mostraban su carácter tiránico, ya que Cornelia fue juzgada sin estar presente y sin ser oída por los pontífices, reunidos en Alba Longa bajo la presidencia del emperador y pontífice máximo. Cuando era llevada al castigo, la vestal gritaba que no había roto sus votos y que sus ritos habían propiciado las victorias militares y los triunfos del emperador.

José Carlos Saquete

Universidad de Sevilla

Grabado de línea por G. Mochetti después de B. Pinelli. La muerte de la vestal Cornelia.

Fuentes principales

CIL VI, 17170.

Dion Casio, Historia romana, 67.

Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, 7.6.

Jerónimo, Crónica, 217.3.

Suetonio, Vida de los doce césares, Domiciano,8.3. 

Tácito, Anales, 15.22.2. 

Selección bibliográfica

Grelle, F., “La ‘correctio morum’ nella legislazione flavia”, ANRW, II.13 (1980) 340-365.

Rüpke, J., Fasti Sacerdotum: Die Mitglieder der Priesterschaften und das sakrale Funktionspersonal römischer, griechischer, orientalischer und jüdisch-christlicher Kulte in der Stadt Rom von 300 v. Chr. bis 499 n. Chr. (Stuttgart 2005).

Saquete, J.C., Las vírgenes vestales. Un sacerdocio femenino en la religión pública romana, Anejos de AEspA 21 (Madrid 2000).

115. VARRONILA

115. VARRONILA

Virgen vestal acusada y condenada por Domiciano en el año 83 junto a las hermanas Oculatas, probablemente hijas del cónsul Lucio Elio Oculato, también vestales, aunque el emperador les permitió escoger cómo morir y ellas se suicidaron. Sus amantes, en cambio, solo fueron exiliados.

Roma

José Carlos Saquete

Universidad de Sevilla

Heinrich Friedrich Füger (1790-1815). Ejecución de una virgen vestal. Eremitage. San Petersburgo.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 67.

Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, 7.6.

Suetonio, Vida de los doce césares, Domiciano, 8.3. 

Selección bibliográfica

Rüpke, J., Fasti Sacerdotum: Die Mitglieder der Priesterschaften und das sakrale Funktionspersonal römischer, griechischer, orientalischer und jüdisch-christlicher Kulte in der Stadt Rom von 300 v. Chr. bis 499 n. Chr. (Stuttgart 2005).

Saquete, J.C., Las vírgenes vestales. Un sacerdocio femenino en la religión pública romana, Anejos de AEspA 21 (Madrid 2000).

114. FLAVIA DOMITILA

114. FLAVIA DOMITILA

Flavia Domitila era hija de Flavia Domitila la Menor, hija del emperador Vespasiano y hermana de los emperadores Tito y Domiciano. Flavia Domitila se casó con Tito Flavio Clemente, cónsul del año 95. Este era nieto de Tito Flavio Sabino, hermano del emperador Vespasiano, por tanto, era primo segundo de su esposa. Esta política endogámica de los Flavios se atestigua también en el matrimonio de la hija de Tito, Julia, con su primo segundo. Tito Flavio Sabino, homónimo de su padre y de su abuelo, hermano de Tito Flavio Clemente.

De la unión entre Flavia Domitila  y Tito Flavio Clemente nacieron dos hijos: Tito Flavio Vespasiano y Tito Flavio Domiciano. Ambos fueron adoptados por Domiciano antes del año 95. Sus respectivos nombres tenían una marcada intencionalidad dinástica.

Roma

En el año 95 Clemente fue procesado junto con su esposa por orden de Domiciano. Fueron acusados por impiedad y vinculaciones con la religión hebrea. Clemente fue ajusticiado y Domitila fue exiliada a una isla, según algunas fuentes a Pandataria, pero según otras a Ponza. También se le confiscaron sus bienes. Dion Casio narra que los dos cónyuges fueron acusados de ateísmo y de adopción de un estilo de vida judío. Algunos autores cristianos como Eusebio de Cesarea y Jerónimo mencionan, sin embargo, que Domitila fue víctima de la persecución de Domiciano contra los cristianos y que habría sido martirizada por haber abrazado la fe cristiana. Algunos estudiosos modernos aceptan esta versión de los acontecimientos.   

Francesca Cenirini

Università degli Studi di Bologna

Fresco de Flavia Domitila. Anónimo.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 47.14.

Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica, 3.16.

Jerónimo, Epístolas, 108.7.

Suetonio, Vida de los doce césares, Domiciano, 15.17.

Selección bibliográfica

Castritius, H., “Die flavische Familie: Frauen neben Vespasian, Titus und Domitian”, en Temporini-Gräfin, H. (ed.), Die Kaiserinnen Roms. Von Livia bis Theodora (München 2002) 164-186.

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Bologna 2009) 83-87.

Kienast, D., Eck, W., Heil, M., Römische Kaisertabelle. Grundzüge einer römischen Kaiserchronologie (Darmstadt 2017).

Ramelli, I., “Cristiani e vita politica: il cripto-cristianesimi nelle classi dirigenti romane nel II secolo”, Aevum 77, 1 (2003) 35-51.

113. JULIA, hija de Tito

113. JULIA, hija de Tito

Julia era hija del emperador Tito y de una de sus dos esposas. Se desconoce la fecha de su nacimiento. No se sabe quién pudo ser su madre, si la primera esposa de Tito, Arrecia Tértula o la segunda, Marcia Furnila. Tampoco se conoce el nombre completo de Julia, aunque seguramente se llamaría Flavia Julia, pero las fuentes se refieren a ella exclusivamente como Julia. Este nombre gentilicio podría haber sido utilizado como cognomen para subrayar una ascendencia materna o también como una forma de evocar la memoria de los Julios por parte de los Flavios en homenaje a la diosa Venus progenitora de la familia. Domiciano habría mandado matar a su marido, Tito Flavio Sabino, nieto del hermano de Vespasiano, después del consulado conjunto del año 82.

Roma

Julia recibió el título honorífico de Augusta, hecho que pone de manifiesto su papel dentro de la política dinástica del abuelo y del padre. De hecho, debido a que la madre y la hermana de Tito estaban muertas en el momento en que llegó al poder y que su segunda esposa también había fallecido, Julia ocupó el papel público que normalmente le correspondía a la esposa del emperador. De ella se esperaba que engendrase un heredero destinado a la sucesión. También ocupó un lugar visible dentro de la política dinástica de su tío Domiciano, cuando este perdió al hijo que había tenido con Domicia Longina.

Las fuentes aluden a una relación sexual entre Julia y Domiciano, durante el tiempo en que su esposa fue apartada de la corte. Según algunas fuentes, Julia se quedó embarazada, pero falleció por aborto. Esta relación inmoral y la muerte de Julia podrían haber sido utilizadas por las fuentes para desacreditar al “tirano” Domiciano y a su política antisenatorial. Julia murió probablemente en los últimos meses del año 89 o, quizás, antes del 3 de enero del año 90, cuando desaparece de los comentarios de los Fratres Arvales. Fue divinizada y enterrada en el templum gentis Flaviae situado en el Quirinal. Es evidente que Domiciano pretendió recuperar las esperanzas de prolongar la dinastía Flavia uniéndose a su sobrina Julia, constituyendo un fuerte vínculo con su hermano y su padre. Esta unión recordaba la que mantuvieron Claudio y su sobrina Agripina la Menor. 

Si Julia hubiese sobrevivido, así como el hijo que esperaba, los problemas sucesorios de Domiciano se hubiesen resuelto puesto que el hijo habría tenido la sangre divina de sus familiares, tanto por parte de padre como por parte de madre y habría garantizado la completa legitimidad dinástica de la sucesión del último de los Flavios.

Francesca Cenirini

Università degli Studi di Bologna

Busto de Julia Flavia, hija de Tito. Siglo I. Getty Ville, Los Ángeles.

Fuentes principales

Marcial, Epigramas, 9.1.

Plinio el Menor, Epístolas, 5.

Suetonio, Vida de los doce césares, Domiciano, 22.

Selección bibliográfica

Castritius, H., “Die flavische Familie: Frauen neben Vespasian, Titus und Domitian”, en  Temporini-Gräfin, H. (ed.), Die Kaiserinnen Roms. Von Livia bis Theodora (München 2002) 184-186.

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Bologna 2009).

Gregori, G.L., Rosso, E., “Giulia Augusta, figlia di Tito, nipote di Domiziano”, en Kolb, A. (ed.), Augustae: Machtbewusste Frauen am römischen Kaiserhof? Herrschaftsstrukturen und Herrschaftspraxis II (Akten der Tagung in Zürich 18.-20.9.2008) (Berlin 2010) 193-210.

Levick, B., “La dinastia flavia”, en Coarelli, F. (ed.), Divus Vespasianus. Il bimillenario dei Flavi (Milano 2009) 14-23.

112. DOMICIA LONGINA

112. DOMICIA LONGINA

Domicia Longina era hija del cónsul del año 39, Gneo Domicio Corbulón. Sabemos que se casó por primera vez con Lucio Elio Lamia Plaucio Silvano, cónsul del año 80, descendiente de una rica e ilustre familia. En torno al año 70, Domicia se divorció de su marido y se casó con Domiciano, hijo del emperador Vespasiano. La celebración de este matrimonio respondía a intereses políticos, ya con ello Domiciano conseguía nuevos y potentes aliados, y recolocaba a la familia de Domicia en los vértices del poder político de ese momento, ya que su madre era descendiente de Augusto.

 

Roma

En el año 73 el matrimonio entre Domiciano y Domicia Longina tuvo un hijo, descendiente de Augusto por parte de madre, pero murió antes del año 83. Ambos progenitores sufren un gran revés con esta pérdida, cuya repercusión pública fue descrita eficazmente por el poeta Marcial. Domicia recibió el título de Augusta cuando Domicio se convirtió en emperador en el año 81. El hijo difunto fue divinizado, recibiendo el título de César. Las series monetales del momento se refieren a Domicia como “madre del divino César, hijo del emperador Domiciano”. Este hecho contribuye a reforzar su posición en el interior de la casa divina de los Flavios a los ojos del gran público.

Hacia el año 82 Domicia fue alejada de la corte, a pesar de tener un gran apoyo popular, debido una supuesta relación adulterina con un actor llamado Paris. Según la narración poco verosímil de algunas fuentes, Domiciano quiso matarla, pero su entorno lo convenció para que se divorciara de ella. Sin embargo, mató a Paris en plena calle y ante los ojos de los que circulaban. Se trata, evidentemente, de un expediente retórico para desacreditar a Domiciano, descrito como tirano que no respeta la ley, pues según la legislación de Augusto sobre el matrimonio, el marido podía matar al amante de la esposa si los sorprendía en flagrante delito en el interior de la casa, pero no en medio de la calle.

Domiciano fue eliminado en una conjura palaciega el 18 de septiembre del año 96 en la que, según Dion Casio, participó Domicia. Aunque la narración sobre la muerte de Domiciano está llena de lugares comunes, es posible que la eventual inclusión de Domicia en los hechos se debiera a que su posición en la corte no estuvo asegurada al no haber dado al emperador un heredero. Domicia se casó de nuevo con un potente personaje de la época: Domicio Tulo. Entre el 123 y 126 la actividad empresarial de Domicia fue muy activa, pues era poseedora de fábricas de ladrillos que tenían una gran producción y cuyas marcas podía leerse la siguiente frase: “Domicia, esposa de Domiciano”. Domicia murió en torno al año 130 cuando ya reinaba en Roma Adriano.

Francesca Cenirini

Università degli Studi di Bologna

Busto de Domicia Longina. Siglo I. Museo del Louvre, París.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 61.17.

Marcial, Epigramas, 8.

Suetonio, Vida de los doce césares, Domiciano, 13.3.

Selección bibliográfica

Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Bologna 2009).

Chausson, F., “Domitia Longina: reconsidération d’un destin impérial”, JS 1 (2003)101-129.

Di Vita-Évrard, G., La famiglia dell’imperatore. Per delle nuove “memorie di Adriano”, en Adriano. Architettura e progetto (Milano 2000) 31-39.

Kienast, D., Eck, W., Heil, M., Römische Kaisertabelle. Grundzüge einer römischen Kaiserchronologie (Darmstadt 2017).

Pastor, S., “Traiano L’ultimo dei Flavi? Nessi familiari e dinamiche gentilizie nelle successioni imperiali”, MEP 21-23 (2018) 127-146.

111. BERENICE

111. BERENICE

Julia Berenice, que vivió entre los años 28 y 81, fue una princesa judía perteneciente a la dinastía Herodiana, que gobernó bajo tutela romana la provincia de Judea desde su creación por Augusto, en el 6, hasta el año 92. Berenice era bisnieta del rey Herodes I el Grande, hija del rey Herodes Agripa I y hermana del rey Herodes Agripa II. 

De acuerdo con Flavio Josefo, Berenice tuvo tres matrimonios. El primero fue con el aristócrata judío Marco Julio Alejandro, y al quedar viuda, con su tío Herodes con quien tuvo dos hijos, Bereniciano e Hircano. Cuando Herodes falleció, Berenice permaneció durante una larga estancia junto a su hermano, Herodes Agripa II, lo que propició la expansión de rumores sobre una supuesta relación incestuosa entre ellos.

Iudaea

Para disiparlos, Berenice persuadió al rey del Ponto, Polemón de Cilicia, para que abrazara el judaísmo, se circuncidara y se casara con ella. Especialmente atraído por las riquezas de la princesa, Polemón II del Ponto accedió. Sin embargo, el matrimonio no duró demasiado. Berenice no tardaría en abandonar a su tercer esposo y volver junto a su hermano. 

Años más tarde, durante el reinado de Herodes Agripa II y el gobierno de Gesio Floro, procurador romano nombrado por Nerón enviado a Judea para hacerse cargo de la provincia, Berenice, ante una ausencia temporal de su hermano, solicitó a Floro que pusiera fin a la matanza indiscriminada de judíos por parte del ejército romano. No obstante, el procurador hizo oídos sordos a los ruegos de la princesa. Berenice no cejó en su empeño y, junto con otros magistrados de Jerusalén, escribió al superior directo de Floro, es decir, al gobernador de la provincia de Siria, Cestio Galo, para narrarle los ultrajes que Floro había cometido en la ciudad. Sin embargo, ya era demasiado tarde: el pueblo judío pedía venganza. A pesar de los intentos de Herodes Agripa II y de Berenice por tratar de evitar un conflicto directo con Roma, ese mismo año estallaría la Gran Revuelta judía como consecuencia de los actos de Gesio Floro.

El emperador Nerón nombró en el 67 a Vespasiano para que redujera la rebelión. Fue en este contexto cuando Berenice se enamoró de Tito, hijo mayor de Vespasiano, y comenzó una relación sentimental. De hecho, cuenta Tácito que Berenice apoyó económicamente a Vespasiano para conseguir el trono imperial. Tito aplastó definitivamente a los judíos que se habían rebelado en el año 70 y volvió triunfante a Roma. Cinco años más tarde, en el 75, Berenice y Herodes Agripa II viajaron a la Urbe, donde la princesa judía retomó abiertamente su relación con Tito, viviendo con él en palacio y actuando, en la práctica, como su esposa. No obstante, el pueblo romano recelaba de esta princesa oriental, por lo que Tito cedió a la presión popular y Berenice tuvo que abandonar la capital del Imperio. Según Suetonio, cuando Tito alcanzó el trono imperial en el año 79, Berenice regresó a Roma, pero de nuevo fue expulsada. A partir de ese momento, las fuentes literarias no ofrecen más información sobre esta influyente princesa judía.

Daniel León Ardoy

Universidad de Sevilla

Nikolai Bodarevsky (1875). Juicio al apóstol Pablo. Transcarpathian Regional Art Museum, Zakarpattia Oblast.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 65.15.

Flavio Josefo, Antigüedades judías, 19.5.1; 9.1; 20.5.2; 7.3; La Guerra de los Judíos, 2.309-313; 333.  

Suetonio, Vida de los doce césares, Tito, 7.

Tácito, Historias, 2.2; 81.

Selección bibliográfica

Braund, D., “Berenice in Rome”, Historia 33 (1984) 120-123. 

Crook, J.A., “Titus and Berenice”, AJPh 72, 2 (1951) 162-175.

Macurdy, G.H., “Julia Berenice”, AJPh 56, 3 (1935) 246-253.

Perea, S., Berenice: Reina y concubina (Madrid 2000).

Rogers, P.M., “Titus, Berenice and Mucianus”, Historia 29 (1980) 86-95.