111. BERENICE

111. BERENICE

Julia Berenice, que vivió entre los años 28 y 81, fue una princesa judía perteneciente a la dinastía Herodiana, que gobernó bajo tutela romana la provincia de Judea desde su creación por Augusto, en el 6, hasta el año 92. Berenice era bisnieta del rey Herodes I el Grande, hija del rey Herodes Agripa I y hermana del rey Herodes Agripa II. 

De acuerdo con Flavio Josefo, Berenice tuvo tres matrimonios. El primero fue con el aristócrata judío Marco Julio Alejandro, y al quedar viuda, con su tío Herodes con quien tuvo dos hijos, Bereniciano e Hircano. Cuando Herodes falleció, Berenice permaneció durante una larga estancia junto a su hermano, Herodes Agripa II, lo que propició la expansión de rumores sobre una supuesta relación incestuosa entre ellos.

Iudaea

Para disiparlos, Berenice persuadió al rey del Ponto, Polemón de Cilicia, para que abrazara el judaísmo, se circuncidara y se casara con ella. Especialmente atraído por las riquezas de la princesa, Polemón II del Ponto accedió. Sin embargo, el matrimonio no duró demasiado. Berenice no tardaría en abandonar a su tercer esposo y volver junto a su hermano. 

Años más tarde, durante el reinado de Herodes Agripa II y el gobierno de Gesio Floro, procurador romano nombrado por Nerón enviado a Judea para hacerse cargo de la provincia, Berenice, ante una ausencia temporal de su hermano, solicitó a Floro que pusiera fin a la matanza indiscriminada de judíos por parte del ejército romano. No obstante, el procurador hizo oídos sordos a los ruegos de la princesa. Berenice no cejó en su empeño y, junto con otros magistrados de Jerusalén, escribió al superior directo de Floro, es decir, al gobernador de la provincia de Siria, Cestio Galo, para narrarle los ultrajes que Floro había cometido en la ciudad. Sin embargo, ya era demasiado tarde: el pueblo judío pedía venganza. A pesar de los intentos de Herodes Agripa II y de Berenice por tratar de evitar un conflicto directo con Roma, ese mismo año estallaría la Gran Revuelta judía como consecuencia de los actos de Gesio Floro.

El emperador Nerón nombró en el 67 a Vespasiano para que redujera la rebelión. Fue en este contexto cuando Berenice se enamoró de Tito, hijo mayor de Vespasiano, y comenzó una relación sentimental. De hecho, cuenta Tácito que Berenice apoyó económicamente a Vespasiano para conseguir el trono imperial. Tito aplastó definitivamente a los judíos que se habían rebelado en el año 70 y volvió triunfante a Roma. Cinco años más tarde, en el 75, Berenice y Herodes Agripa II viajaron a la Urbe, donde la princesa judía retomó abiertamente su relación con Tito, viviendo con él en palacio y actuando, en la práctica, como su esposa. No obstante, el pueblo romano recelaba de esta princesa oriental, por lo que Tito cedió a la presión popular y Berenice tuvo que abandonar la capital del Imperio. Según Suetonio, cuando Tito alcanzó el trono imperial en el año 79, Berenice regresó a Roma, pero de nuevo fue expulsada. A partir de ese momento, las fuentes literarias no ofrecen más información sobre esta influyente princesa judía.

Daniel León Ardoy

Universidad de Sevilla

Nikolai Bodarevsky (1875). Juicio al apóstol Pablo. Transcarpathian Regional Art Museum, Zakarpattia Oblast.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 65.15.

Flavio Josefo, Antigüedades judías, 19.5.1; 9.1; 20.5.2; 7.3; La Guerra de los Judíos, 2.309-313; 333.  

Suetonio, Vida de los doce césares, Tito, 7.

Tácito, Historias, 2.2; 81.

Selección bibliográfica

Braund, D., “Berenice in Rome”, Historia 33 (1984) 120-123. 

Crook, J.A., “Titus and Berenice”, AJPh 72, 2 (1951) 162-175.

Macurdy, G.H., “Julia Berenice”, AJPh 56, 3 (1935) 246-253.

Perea, S., Berenice: Reina y concubina (Madrid 2000).

Rogers, P.M., “Titus, Berenice and Mucianus”, Historia 29 (1980) 86-95.

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