"Lo que nos parece más posible es que lo destierren, expulsándolo de la provincia de Huelva, para separarle de nosotros y ver si de este modo echan por tierra nuestra organización. Esto no debemos consentirlo. Egocheaga ha luchado con nosotros y ha sufrido con nosotros también las amarguras de la lucha; por esta causa se le persigue. Abandonarle ahora sería cobardía en nosotros, sería aún más realizar el sueño dorado del director de la Compañía, que daría acaso la mitad de su vida porque Egocheaga desapareciera de Riotinto[5]"
Ante la persecución judicial de la Compañía, sólo las elecciones de diputados a Cortes podían otorgar a Egocheaga inmunidad parlamentaria, para sortear el destierro de la comarca, y autoridad política, para expresarse libremente y defender la causa de Riotinto en el Congreso. El 12 de febrero de 1914, un Congreso Extraordinario de las Secciones del Sindicato de Riotinto acordó por mayoría elegir candidato obrero por el distrito de Valverde del Camino a Eladio Fernández Egocheaga, quien, en los comicios previstos para el 9 de marzo, tenía la difícil misión de imponerse al candidato que presentaban la Compañía y los caciques de la provincia de Huelva. Sin embargo, un pasquín aparecido el 14 de febrero, solo dos días después de haber sido designado candidato y a menos de un mes de la votación, informaba de la detención y el encarcelamiento de Egocheaga.
"Egocheaga fue conducido fuertemente amarrado con cadenas y entre gran número de civiles, en la madrugada del viernes 13, a horas que no está permitida la conducción. El atropello demuestra bien a las claras los propósitos de inutilizarlo como propagandista, para que ni pueda ser Diputado, ni organizar la Federación Provincial Minera, ni extender el radio de acción de la propaganda a toda la provincia. (…) Demostremos todos que, si los caciques han sido capaces de meter en la cárcel a Egocheaga arbitrariamente, nosotros somos capaces de arrancarle de entre las rejas que le aprisionan, sacándole triunfalmente en las próximas elecciones[6]"
De nada sirvió que se encontrase en la cima de su popularidad, porque su aventura política terminó mal. Y de nada sirvió tampoco la campaña propagandística que desarrolló el Sindicato para ganarse el voto tanto de los mineros de la cuenca como de los campesinos y agricultores de todos los pueblos y aldeas del distrito de Valverde del Camino, fundamentales si Egocheaga quería salir elegido diputado. A conseguir ese objetivo se dedicaron expresamente Félix Lunar[7], el periodista minero de Riotinto, y dos propagandistas procedentes de la Casa del Pueblo de Madrid, Luis Fernández Mula y Agustín Marcos[8].
La propaganda electoral del Sindicato iba encaminada a construir una imagen mesiánica de Egocheaga, que era representado ante los trabajadores como el redentor de Riotinto, por sus obras a favor de los mineros, por el verbo vibrante de sus discursos y, sobre todo, por sus sufrimientos, que incluían intentos de asesinato y estancias en la cárcel. «Mientras tenga la confianza de los obreros, por ellos seguiré luchando, no importándome sacrificar por ellos hasta mi vida, que no es mía, sino vuestra, porque vuestra abnegación, vuestra fe y vuestro entusiasmo son los que me hacen vivir, valientes mineros de Riotinto»[9].
[5] Archivo Fundación Río Tinto (AFRT). Legajo 1838. Egocheaga procesado. ¡Hay que defenderle! Félix Lunar, Rafael Pelegino, Pedro Álvarez Delgado. Nerva, 31 de enero de 1914. [6] AFRT. Legajo 1838. La Federación Provincial y las Secciones. A Egocheaga, brutalmente atropellado lo recluyen en la Cárcel de Valverde del Camino. El Comité electoral del Sindicato. Riotinto, 14 de febrero de 1914. [7] Minero autodidacta y aficionado al periodismo, Félix Lunar trabajó en distintos departamentos mineros hasta la huelga de 1913; luego, se dedicó exclusivamente a la actividad sindical y propagandística. Entre los periódicos que publicó sobresalió La Picota, un semanario satírico y bastante polémico. [8] Ambos habían llegado a Riotinto en plena huelga general de 1913. Se trataba de dos jóvenes socialistas, estrechos colaboradores de Egocheaga desde antes que se iniciara el conflicto. Éste los había hecho llamar para que le ayudaran en las labores de agitación y propaganda. [9] AFRT. Legajo 1838. A mis electores. Eladio Fernández Egocheaga. Riotinto, 4 de marzo de 1914. Egocheaga estuvo varios meses preso, primero en la cárcel de Valverde y luego en la de Huelva. Cuando quedó en libertad el 31 de octubre, regresó a Riotinto lleno de proyectos y dispuesto a recobrar la unidad obrera perdida. Sus problemas con la justicia no acabaron ahí: a comienzos de 1915, se enfrentó en siete juicios sucesivos a varias acusaciones (desacato, excitación a la sedición y tentativa de asesinato contra el director, entre otras) y, justo un año después, fue condenado definitivamente por el Tribunal Supremo y deportado a Huelva.