Durante el Trienio regresó a España pero, tras finalizar este, volvió a exiliarse, esta vez en Estados Unidos y de allí, en 1827, a Bélgica, retornando al suelo español tras morir Fernando VII y luchando contra los carlistas. De su colaboración con El Español Constitucional, sobresale el artículo en el que Van Halen, en el número fechado en enero de 1819, resuelve cuestiones relativas a su trayectoria como patriota liberal, denunciando las injusticias del absolutismo y la Inquisición a las que nos hemos referido (pp. 381-383).
Periódico político, que incluía además algunos textos de ciencias y artes, El Español Constitucional se erigía como la publicación más revolucionaria de los emigrados en Londres, al defender la instauración de una república democrática en España, además de llegar a pedir la eliminación de la familia real y el clero. Su artífice era el médico castrense Fernández Sardino, que se establecería junto con su mujer en Londres en el marco de los dos grandes periodos del exilio fernandino, dentro del Sexenio Absolutista y de la Década Ominosa. Incluso meses después del alzamiento liberal de Riego, en enero de 1820, Sardino justificará en el periódico, en el número fechado en abril de ese mismo año, la prolongación de su estancia en el exilio, a través de su misión periodística, para “servir á mi Patria con mi pluma” (p. 319). En lo que respecta a su mujer, que ya había sido editora y autora con Sardino en El Robespierre Español, amigo de las leyes: o questiones atrevidas sobre la España, publicado anteriormente en Cádiz durante el periodo de las Cortes, también tendría un papel esencial en la publicación del exilio londinense.
Carmen Silva (Lisboa, último tercio de 1700-¿Londres?, después de 1829, año a partir del cual no hay más información sobre ella)[20], “española por eleccion”, según se presentaba ella misma en El Robespierre Español (1812, pp. 363-364), y gaditana de adopción, se encargará de la distribución de El Español Constitucional por Europa y América, pero no hay que infravalorar su labor como autora en el mismo y quizá también en otro proyecto periodístico de Sardino en Londres, El Telescopio (1824-1825), aunque puede que este ni llegara a ver la luz[21]. Tampoco su más que posible participación en los otros periódicos que su marido puso en marcha en España durante el intervalo liberal del Trienio, como el Redactor General de España (1821) y el irónico El Cincinato, ó el verdadero moderado liberal (1821-1822).
[20] Aunque existen escasos datos sobre esta autora, para profundizar en su conocimiento se pueden consultar investigaciones como la de Sánchez Hita (2013). [21] Desde Llorens (1979) a Benítez-Alonso (2021), pasando por Cantos Casenave y Sánchez Hita (2009) o Ruiz Acosta y Benítez-Alonso (2021), se ha reivindicado el mayor protagonismo de Silva en la prensa del exilio.