Es periodista de formación y ejerció como tal en periódicos locales. Desde 2003, además, imparte docencia en la materia Historia y modelos del Periodismo en la UMA. Periodismo e historia se entrecruzan en su trayectoria profesional. Desde su punto de vista, ¿cuáles son los peligros de la desmemoria para una sociedad que se quiere democrática?
Ejercer el periodismo sin conocer el pasado de tu país y de una ciudad, no permite una amplitud de miras ni un nivel de crítica activo, pues no se tiene con qué comparar. Los estudiantes de Periodismo quieren aprender a redactar, a diseñar, a manejar la tecnología y las redes sociales, y eso está muy bien. En ocasiones, se cuestiona tanto por parte del profesorado como del alumnado que los temarios de las facultades de periodismo sigan incorporando materias obligatorias vinculadas con la teoría y la historia de la comunicación y del periodismo.
Hay que leer mucha prensa antigua para saber que mucho de lo que otros escribieron hace no tanto tiempo fue mejor y hasta más libre de lo que a veces existe hoy.Mis alumnos se sorprenden de la gran aportación periodística que tuvo Málaga en el primer tercio del siglo XX. Antes había más valentía, más devoción y pasión por el relato periodístico. Había valentía, coraje y mucha imaginación. Hay que conocer lo que tuvimos para valorar si en el presente estamos haciendo bien las cosas. Reivindico en estas líneas la gran importancia de seguir recibiendo una docencia que mire al pasado a través de materias de carácter histórico. No obstante, sí es necesario planificar un sistema de enseñanza y aprendizaje con un sentido crítico y analítico, y no una acumulación de datos históricos sin más, que se desvanecen en la memoria en pocos días.
© Archivo Díaz de Escovar, Málaga. La Unión Mercantil. 14 de julio de 1936.
En los últimos años ha articulado un proyecto de gran interés científico y social para la historia social de la comunicación en Andalucía: el “banco de la memoria” de los/as periodistas andaluces. ¿Cómo nace esta idea y qué objetivos promueve? ¿Cuál es su principal finalidad?
Esta idea parte de Juan Antonio García Galindo, catedrático de periodismo, amigo y compañero del departamento de Periodismo de la Universidad de Málaga. Comparto con él muchas inquietudes en relación a la historiografía de la prensa malagueña y esta es una de tantas. Crear un banco de la memoria es dar voz a los profesionales del periodismo que ya no están entre nosotros y conservar a través del testimonio de familiares y compañeros de profesión su impronta. También es rescatar la experiencia de compañeros que viven ya su jubilación y tienen mucho que aportar a las nuevas generaciones de periodistas. Creemos que a través de las asociaciones de prensa se puede vehicular este banco de la memoria.