1936 sobre las cabeceras y profesionales de índole más conservadora fue una represión en caliente, fruto de la tensión acumulada por perseguir a todos los que pudieron haber contribuido y participado en el golpe de estado. Fue una represión dura y encarnizada.
Tras la entrada de las tropas nacionales en febrero de 1937, la represión viró hacia los profesionales de fuerzas de izquierda. Fue una represión institucionalizada, que depuró cualquier atisbo de insumisión.
Ambas represiones fueron duras, y afectaron a periodistas y trabajadores de una orientación política u otra. Pero también hay que resaltar que la información fue la gran víctima de este episodio.
El caso de La Unión Mercantil y la experiencia sufrida por su último director Manuel García Santos, ¿marcan algún hito en la reestructuración del negocio periodístico en Málaga?
“Mucho de lo que otros escribieron hace no tanto tiempo fue mejor y hasta más libre de lo que a veces existe hoy”
La Unión Mercantil marcó ya de por sí un hito, pues estuvo al servicio del pueblo a lo largo de 50 años, y porque no la dejaron continuar más allá. No creo que la experiencia sufrida marcara un hito en la evolución del negocio periodístico, pues la Málaga periodística quedó bajo la influencia de Falange hasta 1967, cuando surge el periódico Sol de España, de orientación progresista. No sé hasta qué punto la vida de García Santos y su azarosa supervivencia marcó al resto de sus compañeros. Difícil de calibrar desde el presente.
Su estudio arroja dos reivindicaciones: la necesidad de historiar la represión sufrida por los periodistas durante la Guerra Civil y la posterior Dictadura franquista en Andalucía, aunque ya existen antecedentes como el artículo de autoría compartida con Juan Antonio García Galindo y Genoveva Novas Martín sobre los casos de Eduardo León y Serralvo y de Rosendo Corripio Márquez (2016) en Málaga[5]. Y una segunda reivindicación, que está relacionada con la metodología aplicada, originada en la combinación de fuentes judiciales y fuentes orales/testimoniales. ¿En qué medida el uso de fuentes de diversa naturaleza contribuye a la reconstrucción de la memoria histórica de los periodistas en Andalucía?
“Reivindico en estas líneas la gran importancia de seguir recibiendo una docencia que mire al pasado a través de materias de carácter histórico”
No nos queda más remedio que emplear herramientas más cualitativas para poder rescatar nuestra memoria periodística. Las fuentes orales, como ya apuntó la profesora Encarnación Barranquero, deben ser consideradas igual de válidas en la investigación. Y por supuesto, la documentación judicial nos abre una gran puerta para estudiar el contexto in situ.
[5] El capítulo titulado “La represión de periodistas durante la Guerra Civil Española: los casos de Eduardo León y Serralvo y de Rosendo Corripio Márquez (1936-1937), puede leerse en Lucía Esteban; Celso Jesús Almuiña Fernández; Ricardo Martín de la Guardia; y José Vidal Pelaz López (dir.), Perfiles de periodistas contemporáneos. Madrid: Fragua, 2016.