Una prensa, la onubense, que inicia su trayectoria a comienzos del siglo XIX con Gazeta de Ayamonte (1810), surgida durante la Guerra de la Independencia por la reacción de los españoles a la invasión francesa, como sucediera con la mayoría de las ciudades del territorio peninsular, que vieron su primera cabecera durante este conflicto. No en vano, la prensa provincial española fue muy escasa hasta la primera mitad del XIX. Pero Gazeta de Ayamonte había nacido en la provincia, no en la capital. Para encontrar el primer periódico de la ciudad hubo que esperar al año 1822, cuando se edita El Sepulcro de Padilla, que emerge al amparo del Trienio Liberal (1820-1823). El Sepulcro sólo logró sobrevivir unos meses en la calle, pero dio paso a nuevos rotativos onubenses, como el Boletín Oficial de Huelva (1834), diseñado como portavoz de la recién constituida Diputación Provincial, tras la conformación de la provincia de Huelva, publicación que continúa editándose en la actualidad, ya en formato digital. A pesar de ello, la prensa decimonónica onubense puede considerarse minoritaria hasta el Sexenio Revolucionario (1868–1874), cuando la convulsa situación política del país propició la aparición de los primeros títulos puramente ideológicos.
La consolidación del periodismo de Huelva tuvo lugar en la Restauración (1874 – 1923), etapa de turnismo político entre conservadores y liberales a nivel nacional que coincide con la llegada de los ingleses, de la Riotinto Company Limited, S. A., a las minas onubenses. Un cóctel que propició que esta etapa esté considera la Edad de Oro de la Prensa de Huelva, al registrarse casi 300 cabeceras en la provincia onubense, unas 180 si contabilizamos sólo la capital. En este contexto, surgen numerosos títulos de carácter político[6], como los liberales El Alcance (1893–1904), Heraldo de Huelva (1901–1915), El Liberal (1912–1916) y Acción Liberal (1916–1920); mientras que El Defensor (1893–1898 y 1921–1926), La Defensa (1903–1908), La Justicia (1906–1914) o El Orden (1915–1921) fueron dignos representantes de los conservadores; sin olvidar publicaciones republicanas y obreras tan llamativas como La Coalición Republicana (1885-1892), El Combate (1910-1920), El Reformista (1913-1918), El 4 de Febrero (1902) o Acción Ferroviaria (1913).
El proceso de consolidación del periodismo en Huelva se produce durante la Restauración con la aparición de los primeros diarios: La Provincia (1874–1937) y Diario de Huelva (1908-1942), además de coincidir con la llegada de los ingleses de la Riotinto Company Limited, S.A., a las minas onubenses.
Cabeceras políticas que convivieron con otros proyectos de diferente temática y periodicidad, como sucedió con las revistas especializadas, un género que se desarrolló a partir de 1910, a medida que la sociedad se hace más compleja. Surgen así multitud de propuestas, como el educativo Cada Maestrito (1918–1936) de Manuel Siurot; el mensual americanista La Rábida (1911–1935); la gaceta cultural Renacimiento (1913); la inolvidable Onuba (1915); el magazine Centauro (1920–1921); el taurino El Mono Sabio (1892); Semana Santa (1920–1965), el primer boletín cofrade onubense; la revista satírica La Pitorra (1884); o El Balón (1917), primer periódico dedicado al Recreativo, que luego fue sustituido por Huelva-Sport (1919–1920).
[6] Vázquez Medel, Manuel Ángel, “La prensa escrita y la construcción social de la realidad”. En internet: https://periodismohistorico.com/articles/tribuna/20.htm, p. 3. Consultado en junio de 2021.