85. PRISCA, esposa de Áquila

85. PRISCA, esposa de Áquila

Vivió en el siglo I y ayudó al apóstol Pablo en su misión evangelizadora. Su nombre aparece en seis ocasiones en los textos neotestamentarios, tres de ellas en las cartas paulinas y otras tantas en los Hechos de los Apóstoles, siendo, por tanto, la Sagrada Escritura la fuente antigua que más eco hace de su existencia. Estaba casada con un judío originario del Ponto de nombre Áquila y en la mitad de las veces en que es citada, su nombre precede al de su esposo. Algo, sin duda significativo y que subraya la importancia que esta mujer jugó en el desarrollo y expansión del cristianismo primitivo pues la costumbre de la época era el que la mujer fuera nombrada después del marido o simplemente que no fuera mencionada. 

 

Roma

Ephesus

Poco se conoce con certeza de su procedencia. Que sólo su consorte sea denominado como judío ha llevado a muchos investigadores a postular que ella no lo era. Posiblemente fuera romana, aunque el tener un nombre latino no es garantía de ello pues su esposo también lo llevaba, como era habitual entre los miembros de las comunidades judías que vivían en Roma. Este hecho se encuentra avalado por los testimonios tanto literarios como epigráficos. Los textos del Nuevo Testamento sitúan al matrimonio en la capital del Tíber como miembros de la comunidad judeocristiana de la ciudad. De allí, a causa de un edicto del emperador Claudio en el que se establecía la expulsión de los judíos, parten para Corinto donde se establecen durante un tiempo. Fue en esta ciudad donde el matrimonio conoció al apóstol Pablo, alojándolo en su casa. Ya aquí, Prisca jugó un papel fundamental en la construcción de esta comunidad cristiana pues al no existir todavía lugares de culto público para la nueva fe, los creyentes se reunían en casas específicas designadas para este fin. Una de esas viviendas era la de Prisca donde ella ejercía de anfitriona con una función asistencial y, fundamentalmente, organizativa.  

Prisca, junto a su marido, acompañan a Pablo a Éfeso donde se instalaron para ayudarlo en las tareas misioneras. Cuando el apóstol tuvo que partir para Jerusalén, ella asumió funciones evangelizadoras en la comunidad exponiendo la doctrina cristiana en las sinagogas e instruyendo a muchos. El mismo Lucas puso de manifiesto el papel que ella desempeñó en la instrucción doctrinal de Apolo, un alejandrino de gran formación intelectual y avezado en el conocimiento de las Escrituras. Que los textos hagiógrafos la presenten predicando y adoctrinando ya habla de sus habilidades pedagógicas e intelectuales. Su marido también participó en la instrucción de Apolo, pero fue en ella sobre quien recayó la mayor responsabilidad. Tras la muerte de Claudio, la pareja regresa a Roma donde continuaron su labor misional ofreciendo de nuevo su casa como lugar de reuniones y de culto. Trabajaron en la concordia entre las comunidades paganocristianas presentes en Roma y las comunidades judeocristianas que empezaban a regresar al conocerse el deceso del emperador.  

José Manuel Martínez Guisasola

Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla

Cruz sola grabada en las ruinas de Éfeso. Siglo I. Éfeso, Turquía.

Fuentes principales

Cartas Paulinas, Rm. 16.3; 1.Cor. 16.19; 2.Tim. 4.19.

Hechos de los Apóstoles, 18.2; 18.18; 18.26.

Hechos de Pablo, texto apócrifo.

Selección bibliográfica

Álvarez Cineira, D, “Áquila y Priscila, eslabones en la infraestructura misional paulina” Mission 13 (2006) 63-69. 

Bautista Parejo, E, “Las iglesias domésticas y los Collegia romanos” en Gómez-Acevedo, I (ed), La mujer en los orígenes del cristianismo (Bilbao 2005).

Keller, M.N, Priscilla and Aquila, Paul’s Coworkers in Christ Jesus (Collegeville 2010). 

Müller, Chr. G, “Priska und Aquila. Der Weg eines Ehepaares und die paulinische Mission”, MThZ 54 (2003) 195-210.

Sampathkumar, P.A., “Aquila and Priscilla: a Family at the Service of the Word” ITS 34 (1997) 185-201.

 

Comentarios cerrados.