86. CLAUDIA RESTITUTA

86. CLAUDIA RESTITUTA

Claudia Restituta fue primero esclava y después liberta de un médico del emperador Claudio en la Roma del siglo I, Tiberio Claudio Alcimo. Cuando su patrono murió, a los 82 años, le dedicó un epitafio donde lo elogiaba con dulces palabras que mostraban la aflicción y el respeto que hacia él sentía. En la actualidad, la placa de mármol está perdida, pero el texto ha llegado hasta nosotros. En el epitafio, Restituta se dirige al médico denominándolo profesor, lo que evidencia que había recibido de él instrucción en materia médica y gracias a sus servicios en la corte, habría disfrutado de un elevado prestigio social.

 

Roma

Los médicos del emperador en Roma constituían una categoría profesional profundamente integrada en el ambiente cultural de la corte, dedicada a una vida erudita alejada de la que sería habitual. Contaban, además, con bastante influencia y un acceso privilegiado a la familia imperial.

En esa época no existían estudios normalizados de medicina, no había por lo tanto un control oficial que asegurara que quien ejercía el oficio lo era. La actividad médica, en su mayoría desempeñada por varones, era un campo abierto a quien la quisiera practicar. Charlatanes y embusteros eran competencia para el profesional médico, a quien el reconocimiento llegaba por parte de los pacientes que podían avalar su buen hacer. En este complicado contexto, Claudia Restituta recibió su formación en el ámbito más exclusivo de Roma y al amparo de un médico de prestigio que se codeaba con la élite social. Sobre si esta mujer practicó el oficio y dónde pudo hacerlo, nada sabemos. Pero sí podemos decir que, al menos, contó con los medios suficientes como para hacerse cargo del monumento funerario de su maestro.

La dedicatoria sugiere que la mujer estaba personalmente afectada por la muerte de su patrono, un hombre al que no le unía ninguna relación consanguínea o, que sepamos, sentimental, pero al que sin duda respetaba. Era su maestro en materia médica, el lazo más fuerte que les uniría para siempre. El caso de Restituta es un precioso testimonio de cómo algunas mujeres podían ser educadas en medicina por profesionales reputados, y de cómo este aprendizaje estaba también abierto a las mujeres de bajo estatus social.

María de los Ángeles Alonso

Universidad Nacional de Educación a Distancia

Dibujo de la inscripción que Restituta dedicó a su patrono y maestro E. Künzl, Medica. Die Ärztin, 68, fig. 16.

Eigraphic Databank Clauss-Slaby

Fuentes principales

IG XVI, 1751.

Selección bibliográfica

Buonopane, A., “Medicae nell’occidente romano: un’indagine preliminare”, en Buonopane, A., Cenerini, F. (eds.), Donna e lavoro nella documentazione epigrafica. Atti del I Seminario sulla condizione femminile nella documentazione epigrafica. Bologna, 21 novembre 2002 (Faenza 2003) 113-130.

Irving, J. “Restituta: The Training of the Female Physician”, Melbourne Historical Journal: Classical Re-Conceptions 40, 2 (2013) 44-56.

Korpela, J., Das Medizinalpersonal im antiken Rom: eine sozialgeschichtliche Untersuchung 65 (Helsinki 1987).

Künzl, E., Medica. Die Ärztin (Mainz am Rhein 2013) 68-69.

Samama, E., Les médecins dans le monde grec. Sources épigraphiques sur la naissance d’un corpus médical 460 (Genève 2003).

 

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