Los romanos se tomaban la muerte muy en serio y los poemas epigráficos permitían reflejar una gran variedad de sentimientos respecto a este momento inevitable. Pero, además de llorar y lamentarse, la muerte era algo que muchos preparaban en vida, para que su último día no les sorprendiera compuestos y sin tumba para enterrarse.
Una parodia del exceso con el que muchos abordaban estos preparativos es el pasaje del Satiricón en el que Trimalción le cuenta al marmolista cómo quiere su tumba (la descripción no tiene desperdicio). Y luego había otros que le dejaban el marrón a sus herederos y ordenaban en su testamento cómo tenían que ser enterrados. Hoy os traigo el caso de Sócrates, que nos cuenta en su epitafio en verso lo que se gastó en su mausoleo:
‘Aquí estoy yo, que sin voz hablo desde el mármol esculpido. Nacido en la egregia Tralles de Asia. Recorrí a menudo las murallas de Bayas por sus cálidas aguas y las delicias de su mar. Y, sin olvidar mi heredero esta vida honorable, con 50mil sestercios míos, como yo dispuse, me construyó esta morada y puso después un templo en honor de mis manes, para mis cenizas y las de mis descendientes. Pero tú que lees estos versos, solo te ruego que me digas: ‘que no te pese la tierra, Sócrates, hijo de Astómaco’
No sé qué me parece más alucinante, que tuviera el buen gusto de contar su testamento en un poema, o que se gastara en su tumba más de 100 mil euros. Siendo realistas, tanto lo uno como lo otro eran cosas bastante habituales en su mundo.
Lo de Trimalción, aunque parodia, no deja de ser un retrato de un hábito real que los romanos practicaban. Muchos invertían para enterrarse entre todo lujo de detalles porque, ya sabéis, su inmortalidad técnicamente dependía de la permanencia en el recuerdo de las generaciones venideras. Cuanto más llamativa y extravagante fuera la tumba, mejor para atraer las miradas de los curiosos que por allí pasaban y que, además de leer tu nombre, podían desearte un liviano descanso eterno.
Es del siglo I d.C. y se conserva en Roma, en el monasterio de Roma, S. Paolo fuori le mura.
Bibliografía: CIL 14, 00480, CLE 1255, G. Filippi, Indice della raccolta epigrafica di S. Paolo fuori le mura, Città del Vaticano 1998, p. 95, fig. 199, n. 1867, con foto.
📸 Mausoleos romanos de Pompeya, Aquileia y Ostia Antica