© La Cruz, 1856.
Y es precisamente su fidelidad a la tradición católica, dentro de su posicionamiento más conservador, un elemento constante en las numerosísimas colaboraciones que realiza para otras cabeceras sevillanas y españolas de la época. Es el caso de “Á Dios, plegaria”[13] o de las moralizantes “Á una coqueta”[14] y “Esperanzas y recuerdos”[15], en la ya citada de El Album de las Bellas (1849), así como de “Maria al pié de la Cruz”[16] (1858), en la Revista de Ciencias, Literatura y Artes. También de otras menos conocidas, como “Al jóven marino Don Rafael Gonzalez”[17], en La Aurora de 1851 (aunque la publicación es de 1854), o “A la celebridad de la Purísima Concepción de la Vírgen María”, en la revista religiosa La Cruz (1856)[18], en una línea que caracterizará su producción a lo largo de toda su trayectoria en otras cabeceras de marcado corte religioso, como La Verdad Católica (1866-1867), El Obrero de la Civilización (1874) o Sevilla Mariana (1881-1883), y en otros relevantes títulos de la prensa sevillana decimonónica, como la Revista Sevillana (1872) o El Ateneo (1874-1875).
La religión y su moral, en el más puro concepto del catolicismo español tradicional, será todavía en ellas de este modo una causa vital a reivindicar en sus obras, como sucede igualmente en el caso, probablemente de los más elocuentes, de Cecilia Böhl de Faber y su colaboración (iniciada el 2 de agosto de 1863, pp. 4-5) como Fernán Caballero en la Revista Sevillana Científica y Literaria con la novela por entregas La Fariséa[19]. El texto constituye toda una apología de la virtud y condenación del vicio, con la que la autora se sirve además de la prensa para luchar contra el folletín como exitoso género periodístico de masas y adalid del liberalismo.
© La Cruz(1856). Poema de Antonia Díaz
dedicado a la Inmaculada. Fondo antiguo US.
En esta línea de defensa de los tradicionales valores morales de la Iglesia, la prolífica Fernán Caballero realizará asimismo numerosas aportaciones a las cabeceras sevillanas de la época: Tres almas de Dios. Cuadro de costumbres (Revista de Ciencias, Literatura y Artes, 1855[20]), Callar en vida y perdonar en muerte (Revista de Ciencias, Literatura y Artes, 1856[21]) o La Fé (La Andalucía, 1859[22]) son algunas de ellas, aunque colaboró también con otras muchas publicaciones periódicas de la prensa sevillana del XIX, como El Album de las Bellas (1849), El Regalo de Andalucia (1849), El Cuerno de la Abundancia (1857), El Museo Literario (1858), La Bética (1862), La España Literaria (1862-1864), La Verdad Católica (1866-1870), El Gran Mundo (1872-1876), El Ateneo (1875) o El Correo de Andalucía (1900), al recoger la emblemática cabecera católica de la Buena Prensa[23] que fundara el Cardenal Marcelo Spínola su “Poder de arrepentimiento”[24] ya en los albores del nuevo siglo y más de dos décadas después de su muerte.
[13] Publicada en las pp. 110-112, tomo 4º, Nº 40. [14] En las pp. 157-158, tomo 4º, Nº 40. [15] En las pp. 261-264, también en el tomo 4º, Nº 40 de la misma cabecera. [16] En las pp. 440-442 del tomo IV, que suele aparecer referenciado como de 1857 aunque, en su interior, en la fe de erratas, se indica que corresponde a 1858. [17] Aparece publicada entre las pp. 2-3 del número 119 de la 4ª época, fechado a 23 de enero de 1854, y las pp. 2-3 del número 120 de la misma etapa, del 30 de enero del mismo año. Dado que los ejemplares de la revista La Aurora que ve la luz en 1851 se tenían por perdidos hasta ser hallados en los fondos ya mencionados de la University of Connecticut, no se alude a este texto de la autora en las diversas obras de catalogación y análisis anteriormente referidas. [18] Poema que hemos encontrado tras consultar en Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla, publicado en las pp. 165-167 del tomo II de la revista y que tampoco aparece recogido en las obras de catalogación y análisis ya señaladas. [19] En la obra se manifiesta el interés de la autora por contrarrestar los efectos del progreso material, el anticlericalismo liberal y la desmembración católica proliferantes en las manifestaciones impresas de la época, lo que se analiza con mayor detalle en La novela por entregas en la prensa sevillana como arma combativa de la Iglesia frente a la violencia moral del folletín sensacionalista: La Farisea de Fernán Caballero en la Revista Sevillana Científica y Literaria (Benítez Alonso, 2016). [20] Tomo I, pp. 417-428, 490-494, 540-555, 613-626, 674-686. [21] Tomo II, pp. 167-177, 222-237. [22] En la publicación fechada a 22 de abril, p. 4. [23] Aunque anteriormente ya había ejercido su influencia en la línea editorial de numerosas cabeceras, a partir del periodo de la Restauración, con el reinado de Alfonso XII, la Iglesia se erige en firme impulsora y editora de publicaciones de corte católico, como es el caso de El Correo de Andalucía. [24] En el número fechado a 10 de septiembre, pp. 467-468.