70. AGRIPINA LA MAYOR
Agripina la Mayor era hija del general vencedor en la batalla de Accio, Marco Vipsanio Agripa, y de Julia la Mayor, hija de Augusto. Pertenecía, por tanto, a la domus imperial de su abuelo. Su vida se desenvolvió entre la fortuna de formar parte de la primera de las familias de Roma y la desgracia que ello también conllevaba. Su padre murió cuando tenía dos años de vida, hecho que le obligó a padecer a un padrastro, Tiberio, al que no quería y que luego, por razones dinásticas, se convirtió en su suegro. Como el resto de sus hermanos, fue alejada de su madre Julia cuando Augusto decretó el destierro de esta a la isla Pandataria.
Sus hermanos Lucio y Cayo fueron designados por su abuelo Césares y, por tanto, sucesores del Imperio, pero murieron en su juventud. Entonces Augusto decidió nombrar heredero a Tiberio, el hijo de Livia, pero con la condición de que este adoptara a Germánico, su sobrino e hijo de su hermano Druso el Mayor.
Roma
Esto ocurrió en el año 4 a. C., momento en que así mismo se celebró el matrimonio dinástico entre Germánico, nieto de Livia, pero también sobrino nieto de Augusto, y Agripina la Mayor, nieta de este. Estos esponsales se celebraron con la intención de asegurar una pareja imperial que sucediera a Tiberio y asentara la dinastía Julio-Claudia. Tuvieron nueve hijos, de los que seis sobrevivieron a la infancia: Nerón, Druso, Calígula, Agripina, Julia Drusila y Julia Livila.
Agripina amó intensamente a su marido hasta la muerte de este en extrañas circunstancias. Estuvo a su lado en todos los destinos que le fueron asignados como miembro de la casa del emperador, demostrando la entereza de carácter de una mujer que se sabía parte del sistema imperial y descendiente del divino Augusto. La muerte de Germánico, acaecida en el año 19 bajo el reinado de Tiberio, tío y padre adoptivo del finado, estuvo envuelta por sospechosas implicaciones, según Tácito y sus fuentes, que apuntan a altos miembros de la corte y familiares directos del propio Germánico. Este acontecimiento truncó el futuro glorioso al que estaba destinada la pareja formada por Germánico y Agripina. Ella asumió la defensa de los derechos dinásticos que tenían sus hijos tanto por vía paterna como materna, y se enfrentó con osada valentía y sin miedo a su enemigo que no era otro que el mismo emperador Tiberio.
Este, si seguimos el relato de Tácito, hizo todo lo posible por hacer desaparecer la casa de Germánico, desterrando y acabando con la vida de Nerón y Druso, pero también con la de Agripina que luchó hasta su muerte por sus vástagos. Aunque no lo pudo ver, el destino hizo que su hijo Calígula ocupara el puesto que le habría correspondido a su marido Germánico, como también hizo que su hija Agripina desempeñara el que le estaba reservado a ella.
Pilar Pavón
Universidad de Sevilla
Sir Lawrence Alma-Tadema (1866). Agripina visita las cenizas de Germánico. Colección Pérez Simón, México D.F.
Fuentes principales
Dion Casio, Historia romana, 60.31.8; 33.9.
Suetonio, Vida de los doce césares, Augusto, 64.86; Tiberio, 7.53; Calígula, 8. 26.27.29.43.44; Nerón, 7.28.34; Galba, 5.
Tácito, Anales, 2. 43; 55-57, 71-72, 75; 3.1; 4.23.52.67.
Selección bibliográfica
Lindsay, H., “A Fertile Marriage: Agrippina and the Chronology of Her Children by Germanicus”, Latomus 54, 1 (1995) 3-17.
Pavón, P., “Livia contra Agripina: odio, enemistad y ambición femeninas según el relato taciteo”, en Marco Simón, F., Pina Polo, F., Remesal Rodríguez, J., (eds.), Enemistad y odio en el mundo antiguo. Col·lecció 75 Instrumenta (Barcelona 2021) 95-112.
Pavón, P. “Fulvia y Agripina la Mayor: paradigmas de matronas extravagantes”, en J. Mangas Manjarrés, J., Padilla Arroba, A. (eds), Gratias tibi agimus. Homenaje al Prof. Cristóbal González Román (Granada 2021) 541-570.
Shotter, D., “Agrippina the Elder: A Woman in a Man’s World”, Historia 49, 3 (2000) 341-357.