246. HERAIS

246. HERAIS

La patricia Herais era esposa de Antemio, prefecto del pretorio bajo Anastasio I en el año 496. De este matrimonio nació Zenón, quien estuvo prometido con Longina, la sobrina del emperador Zenón (474-491). Aunque finalmente no se tradujo en una ceremonia de casamiento, de ese compromiso se deduce la cercanía de Herais y su esposo al grupo familiar más directo del emperador. La forma onomástica Herais es habitual en la Antigüedad grecorromana, especialmente en el ámbito egipcio, pero no podemos establecer ninguna relación familiar entre alguna de las mujeres mencionadas con ese nombre en la documentación y la patricia homónima. 

Constantinopolis

Aunque no conocemos el origen familiar de Herais, la Vida de Daniel el Estilita la presenta como patricia y mujer ilustre. Sabemos que Herais deseaba fervientemente tener un hijo, de ahí que se acercara a la columna de Daniel el Estilita para pedirle ayuda divina para concebirlo. Según el autor de la hagiografía, esta petición le fue concedida, dando a luz a su hijo Zenón. Debido a esa concesión de Daniel el Estilita, Herais se convirtió en una ferviente seguidora y benefactora de éste, hasta el punto de preocuparse por su salud, de ordenar construir, pagándolo con sus propias riquezas, una escalera de caracol que rodeaba la columna del Estilita, así como un sarcófago de plomo para recibir los restos mortales de este. Queda claro de estos testimonios que Herais fue una mujer que disponía de patrimonio propio o, al menos, que tenía libertad para utilizar el patrimonio familiar en cuestiones que consideraba importantes, como esta de apoyar la vida ascética de un santo subido a la columna. Un dato fundamental es que fue la única mujer que tenía acceso directo al Estilita.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Restauración de las murallas de Constantinopla. Actual Estambul.

Fuentes principales

Juan de Antioquía, Historia. Fragmento, 308.

Vida de Daniel el Estilita, 82.94.100.

Selección bibliográfica

Grigoryan, S., “La imagen de las mujeres leónidas en la Vida de Daniel el Estilita: benefactoras y beneficiarias”, en Guzmán, P. et alii (eds.), Mulier, quid ploras? Imágenes y lecturas de lo femenino en los Padres de la Iglesia (Buenos Aires 2023) (en prensa).

Kosińsky, R., Holiness and Power. Constantinopolitan Holy Men and Authority in the 5th Century (Berlin – Boston 2016).

Laniado, A., “Anthémios et Euphémios: deux préfets du prétoire sous Anastase Ier (491-519)”, Latomus 62, 3 (2003) 664-671.

245. ELIA ARIADNE

245. ELIA ARIADNE

Elia Ariadne era hija de los emperadores León I y Verina. Nació hacia el 450 y falleció en 515. Era la mayor de tres hermanos, aunque el varón murió pronto. Durante su niñez Ariadne y su hermana fueron educadas en palacio por el gramático Dioscoro, posiblemente pagano. En el año 467, se casó con el general Zenón, en quien León I se apoyaba para acabar con el poder que ejercía Aspar. Tras el asesinato de éste y su descendencia, el sucesor al trono imperial sería el hijo de Ariadne y Zenón, coronado por su madre como León II muerte de su abuelo. Pero la muerte temprana de León II, elevó al trono a Zenón en virtud de su matrimonio con Ariadne.

Constantinopolis

La vida de Ariadne durante el gobierno de Zenón no estuvo exenta de sobresaltos, hasta el punto de que se vio obligada a tomar la dura decisión de oponerse a su madre, Verina, quien maniobraba siempre en contra de Zenón. Así, en 474, debido al éxito de la rebelión de Basilisco y Verina, Ariadne acompañó a su esposo al exilio, de donde regresaron dos años después para recuperar el trono. En 478, tras varias intrigas cortesanas, vio como su madre era entregada como rehén por Zenón al general Illo y alejada de la corte. En 479, se enfrentó a la rebelión orquestada contra Zenón por su hermana Leoncia y Marciano, esposo de ésta. Ambos esgrimían que la primogenitura de Ariadne no le otorgaba ninguna legitimidad, defendiendo que quien la tenía era Leoncia en virtud de su condición de porfirogéneta. Ariadne intentó sin éxito que su esposo permitiera el regreso de Verina, que había pedido perdón. Cuando aquella falleció en el exilio, Ariadne logró que el cuerpo de su madre fuera trasladado a Constantinopla con todos los honores, consiguiendo que sus padres y su hijo fueran enterrados en el mismo sarcófago.

Tras la muerte de Zenón, Ariadne era, de nuevo, la depositaria de la legitimidad imperial, y como tal actuó. El pueblo de Constantinopla le solicitó que proclamara como emperador a un hombre romano y ortodoxo. La emperatriz asumió tal mandato y eligió a Anastasio, un alto funcionario de la corte, con quien contrajo matrimonio para legitimar su subida al trono. Desde el 491 y hasta el año del fallecimiento de Ariadne, en 515, su presencia en las fuentes literarias es escasa, si bien sí se la menciona en varias ocasiones apoyando a Anastasio en contra del patriarca Macedonio, quienes mantenían un enfrentamiento con respecto al tipo de relación que debía mantener con la 

Iglesia de Roma. La representación gráfica de Ariadne es significativa en un soporte: los dípticos de marfil. Se piensa que es la representada en los depositados en el Museo del Bargello de Florencia y en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Sin embargo, no hay duda de que es ella la emperatriz que aparece en los clípeos superiores de los dípticos consulares del gobierno de Anastasio I.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Retrato femenino atribuido, posiblemente, a Ariadne. Ss. V-VI. Museo del Louvre, París.

Fuentes principales

Cirilo de Escitópolis, Vida de San Sabas, 145. 

Constantino VII Porfirogéneta, Libro de las Ceremonias, 91.

Evagrio, Historia eclesiástica, 2.15-17; 3.13.

Selección bibliográfica

Angelova, D., “The Ivories of Ariadna and Ideas about Female Imperial Authority in Rome and Early Byzantium”, Gesta 68, 1 (2004) 1-15.

Croke, B., “Ariadne Augusta: Shaping the Identity of the Early Byzantine Empress”, en Dunn, G.D. et alii (eds.), Christians Shaping Identity from the Roman Empire to Byzantium (Leiden – Boston 2015) 293-320.

Vallejo Girvés, M., “El patriarca Macedonio II y la aristocracia femenina de Constantinopla”, en Vespignani, G. (ed.), Polidoro. Studi offerti ad Antonio Carile (Spoleto 2013) 79-104.

Vallejo Girvés, M., “Portraits of a Dynasty: Graphic Representations of the Families of the Empresses Verina and Ariadne (457-491)”, en Chiriatti, M.C., et alii (eds.), Mujeres imperiales, mujeres reales. Representaciones públicas y representaciones de poder en la Antigüedad Tardía y Bizancio (Paderborn 2021) 132-154.

244. LALIS

244. LALIS

Lalis vivió en la segunda mitad del siglo V, entre Isauria y Constantinopla. Fue esposa del general isáurico Kodisas, madre del emperador Zenón y del pretendiente al trono Longino, y ejerció activamente como tal, preocupándose del éxito político de sus hijos.  La primera noticia que tenemos sobre Lalis se centra en el momento en que el emperador Zenón y su esposa, Ariadne, abandonaron Constantinopla tras la usurpación de Basilisco en el año 474. Acompañados por Lalis, se refugiaron en Isauria, desde donde intentaron recuperar el trono perdido, lo que Zenón logró dos años después. Es interesante el cuidado que Zenón tuvo por su madre, pues dejarla en Constantinopla le hubiese supuesto una vida llena de dificultades.

Constantinopolis

Isaura

La preocupación de Zenón por su madre y su hermano quedó reflejada en las negociaciones que mantuvo con el general isaurico Ilo para que los liberara de la fortaleza donde los tenía retenidos. Con este episodio queda clara la unión de la familia de Zenón, así como la comprensión de sus enemigos de que el punto débil del emperador eran su hermano y, especialmente, su madre. El emperador Zenón falleció en el año 491, sin hijos que le sobrevivieran. Su viuda, Ariadne, en quien recaía la legitimidad imperial, tenía que decidir quién le sucedería en el trono imperial. Había dos opciones: nombrar a Longino, hermano de Zenón, como nuevo emperador; o elegir a una persona ajena a los clanes isáuricos. Ésta última fue la decisión de Ariadne, del Senado y del pueblo de Constantinopla, pues elevaron al trono a Anastasio, un alto miembro de la corte.

            El nuevo emperador tomó represalias contra la familia de Zenón, pues mandó tonsurar y exiliar a la Tebaida a Longino, quien murió de hambre varios años después. Aunque las mujeres de su familia no le acompañaron en el exilio, su madre Lalis, su esposa Valeria y su hija Longina, conscientes del peligro, buscaron asilo en un ámbito eclesiástico de Brochthi, en la región de Bitinia, cercana a Constantinopla. Las tres sobrevivieron allí largo tiempo gracias a las limosnas y ayudas que recibían. Como la gran matriarca que pensamos que fue, acompañó a su nuera y su nieta, desempeñando de nuevo el papel de directora del grupo familiar femenino del clan isaurio de Zenón y Longino. La preocupación manifiesta por Zenón con respecto a su madre nos permite presentar a Lalis como una mulier fortis, una madre en el rol de matriarca con dos hijos que habían logrado alcanzar las más altas cotas de poder en el Imperio romano de Oriente.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Ruinas del Monasterio de Alahan en las montañas de Isauria. Siglo V.

Fuentes principales

Cándido Isáurico, Fragmentos, 1.

Juan de Antioquía, Historia. Fragmentos, 302; 308.

Teófanes Confesor, Cronografía,  a. m. 5975, ad. a. 482-483.

Selección bibliográfica

Beaucamp, J., Le statut de la Femme à Byzance (4e.-7e. siècle). II. Les pratiques sociales (Paris 1992).

Kosiṅsky, R., The Emperor Zeno. Religion and Politics (Krakow 2010).

Vallejo Girvés, M., “La mujer como víctima de la práctica política: los exilios familiares en la Antigüedad Tardía”, en Bravo, G., et alii (eds.), Toga y Daga. Teoría y praxis de la política en Roma (Madrid 2010) 229-245.

Vallejo Girvés, M., “Roles femeninos, clanes isáuricos y la política del Imperio Romano de Oriente en siglo d. n. e.”, en Noria, B. (ed.), Dinámicas sociales y roles entre mujeres: percepciones en grupos de parentesco y espacios domésticos en Mesopotamia y Egipto, Archeopress (en prensa 2023).

243. ELIA ZENONIS

243. ELIA ZENONIS

Elia Zenonis fue emperatriz consorte del Imperio romano de Oriente entre los años 474 y 476. Su encumbramiento fue debido a su matrimonio con Basilisco, quien usurpó el trono al emperador Zenón y a su sobrina Ariadne. En ese acto de coronación, Zenonis fue proclamada Augusta, epíteto que con el paso del tiempo se concedía en la zona oriental del Imperio a las consortes imperiales que daban a luz a un varón, que, presumiblemente se convertía en heredero. 

El nombre de Zenonis comienza a tener cierta presencia en las fuentes literarias, con la subida al poder de su marido. Así, los autores cuya fe cristiana era la calcedonense la acusan de ser responsable del cambio de la política religiosa de Basilisco hacia el monofisismo y la presentan como adúltera y herética. 

 

Constantinopolis

 Se refieren a ella como “la esposa de” o “la herética”, sin mencionar su nombre. Algunos de esos autores mencionan que Zenonis había tenido una relación adúltera con el sobrino de su marido, Armacio. Esas mismas fuentes relatan la gran influencia que tenía sobre su esposo, puesto que consiguió que Armacio fuera nombrado para un importante cargo en la administración imperial. Sin embargo, gracias a otras fuentes sabemos que Armacio estaba absolutamente integrado en la corte y en la administración imperial por sus propios medios.

En las acuñaciones de Zenonis se observa una particularidad en las monedas de bronce, ya que se representa en el reverso un monograma de su nombre, en vez de la imagen del emperador o de algún signo cristiano, siendo la primera emperatriz en cuyas monedas aparece esta forma. El gobierno de Basilisco y Zenonis apenas duró dos años. En el año 476, Zenón y Ariadne, recuperaron el trono. Basilisco, Zenonis y su familia, solicitaron asilo eclesiástico en Santa Sofía. El patriarca Acacio consiguió del emperador que ninguno fuera ejecutado sino exiliados. Fueron confinados en una fortaleza en Capadocia, pero sufrieron malos tratos que les condujeron a una larga agonía. A consecuencia de ello fallecieron todos de hambre y sed. Según sea la tendencia de los autores que relatan este episodio, el último destino de la familia se califica de merecido o de tragedia.

           Zenonis fue, por lo tanto, una mujer que se convirtió en emperatriz por estar casada con un usurpador. Sin embargo, debe resaltarse que de ella muchos autores escribieron igual de mal que de su esposo. Como sucedió en varias ocasiones durante el siglo V, Zenonis fue considerada una “nueva Jezabel”, capaz de hacer cambiar de opinión a su esposo. Esto refleja un tópico bien conocido: un mal emperador tenía a su lado una esposa que lo igualaba en maldad.  

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Moneda de bronce de Elia Zenonis. Anverso: busto de Elia Zenonis. Leyenda: [-]ONIS. Reverso: monograma de Zenonis. Siglo V, Constantinopla.

Fuentes principales

Cándido Isáurico, Fragmentos, 1.

Teodoro Lector, Epítome a su Historia eclesiástica, 66 [402]. 76 [412], 78 [414].

Suda, alpha 3970.

Selección bibliográfica

Leszka, M.L., “Armatus: a Story of Byzantine General from the 5th Century”, EOS 87 (2000) 335-343.

Leszka, M. L., “The role of Empress Verina in the Events of 475/476 –Revisited”, ByzSlav 75, 1-2 (2017) 30-42.

Osequeda, J., “The Name of Ill-omen. Basiliscus and the Church of Constantinople”, en Fournier, E. et alii, Heirs of Roman Persecution. Studies on Christian and Para-Christian Discourse in Late Antiquity (London 2019) 255-276.

Redies, M., “Die Usurpation des Basiliskos (475-476) im Kontext der Aufsteigenden Monophysitischen Kirche”, AntTard 5 (1997) 211-221.

Vallejo Girvés, M., “Ad ecclesian confugere, tonsuras y exilios en la familia de León y Verina”, en Vallejo Girvés, M. et alii (eds.), Movilidad forzada entre la Antigüedad Clásica y Tardía (Alcalá de Henares 2015) 137-160.

242. ELIA VERINA

242. ELIA VERINA

Elia Verina fue esposa del emperador León I. Sin embargo, su actividad política se extiende más allá del reinado de su esposo. Nada conocemos a ciencia cierta de los orígenes de Verina; sí sabemos, sin embargo, que ya estaba casada con León I cuando ocuparon el trono del Imperio romano de Oriente. Ambos fueron padres de tres hijos: Ariadne, Leoncia, y un hijo varón, de nombre desconocido, que falleció prematuramente. Verina tenía una amplia familia, cuyos integrantes varones ocuparon altos cargos en la administración del reinado de León I; ello fue debido, sin duda, a la influencia que ésta tenía sobre su esposo. 

Constantinopolis

Fue proclamada Augusta, posiblemente en el momento en el que dio a luz al hijo, finalmente malogrado. Fue una de las primeras emperatrices consortes en cuyas monedas se la representó portando el cetro, símbolo del poder y ascendencia del que disfrutaba. Elia Verina realizó actividades evergéticas, como la construcción de iglesias. Tras el fallecimiento de su esposo, quien había nombrado sucesor a su nieto León II de cuatro años, hijo de Ariadne y de Zenón, Verina desarrolló una gran actividad política. Así, participó en la coronación de su nieto, pero tras el fallecimiento de este, y la proclamación de Zenón como emperador, algunas fuentes literarias mencionan que Verina, posiblemente queriendo que su hermano, Basilisco, fuera emperador, organizó un complot para derrocar a su yerno; otras fuentes, sin embargo, mencionan que se vio obligada a participar en él. En cualquier caso, después del éxito de la rebelión, las tensiones entre los dos hermanos llegaron a tal extremo que Verina se vio obligada a refugiarse en el monasterio de las Blaquernas en Constantinopla, pues temía por su vida. 

           Quedó liberada una vez que Zenón y Ariadne recuperaron el trono imperial y quiso mantener su influencia en el gobierno. Esto le reportó la enemistad de su hija Ariadne, por lo que, Zenón la entregó al general Ilo en calidad de rehén, quien la retuvo hasta el 484 en una fortaleza.  Ilo, conocer de la utilidad de la Augusta y emperatriz viuda, hizo que Verina coronase a Leoncio, hombre títere de Ilo. La usurpación de Leoncio duró escasos meses; el grupo rebelde, en el que estaba Verina, se refugió en una fortaleza de Isauria. La emperatriz viuda falleció poco tiempo después. Cuando Zenón acabó con la rebelión de Ilo y Leoncio, en 488, Ariadne consiguió que el cuerpo de su madre regresara a Constantinopla. Allí recibida con todos los honores, enterrada en la Iglesia de los Santos Apóstoles, en el mismo sarcófago que León I, y se le devolvió, post mortem, el título de Augusta que había llevado durante largos decenios y que le debió ser revocado cuando proclamó a Leoncio.

 

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Tremis de Elia Verina. Anverso: busto diademado de Elia Verina. Leyenda: AEL. VERINA AUG. Reverso: cruz dentro de corona de laurel. Leyenda: CONOB. Siglo V. Constantinopla.

Fuentes principales

Cándido Isáurico, Fragmentos, 1.

Juan de Antioquía, Historia. Fragmentos, 303; 306.

Juan Malalas, Crónica, 372; 387-388.

Teodoro Lector, Epítome de su Historia eclesiástica, 96.

Selección bibliográfica

Leszka, M., “The role of Empress Verina in the events of 475/476 – revisited”, ByzSlav 75, 1-2 (2017) 30-42.

Twardowska, K., “Empress Verina and the Events of 475-476”, ByzSlav 72 (2014) 9-22.

Vallejo Girvés, M., “Empress Verina among the Pagans”, en Sághy, M. et alii (eds.), Pagans and Christians in the Late Roman Empire. New Evidence, New Approaches (4th-8th. Centuries) (Budapest 2017) 43-58.

Vallejo Girvés, M., “Portraits of a Dynasty: Graphic Representations of the Families of the Empresses Verina and Ariadne (457-491)”, en Chiriatti, M.C. et alii (eds.), Mujeres imperiales, mujeres reales. Representaciones públicas y representaciones de poder en la Antigüedad Tardía y Bizancio (Paderborn 2021) 132-154.

241. MATRONA

241. MATRONA

Matrona de Perge fue una figura destacada del monacato femenino en Constantinopla durante la segunda mitad del siglo V y las primeras décadas del siglo VI. Antes de abrazar la vida monástica, Matrona contrajo matrimonio con Domeciano; de esa unión nació una hija. Su vida se conoce gracias, principalmente, a las notas tomadas por Eulogia, una de sus discípulas, claramente elogiosa hacia su persona.

En esta hagiografía indica que, en ese momento de su vida, Matrona era ya una mujer piadosa y caritativa, siendo una asidua asistente a ceremonias litúrgicas, hecho que levantó las sospechas de su marido, hasta el punto de acusarla de infidelidad.

Perge

Varias fuentes indican que poco después abandonó a su esposo y sus riquezas para dedicarse a la vida monástica; así, haciéndose pasar por un eunuco, entró en un monasterio masculino de Constantinopla dirigido por Basiano. Esta forma de lo que podemos llamar “travestismo” no fue extraña en los primeros siglos de desarrollo del monacato, tanto desde el ámbito masculino como desde el femenino; las motivaciones son diversas, pero fundamentalmente obedecía a un intento de demostrar la renuncia a la propia identidad para abrazar el ascetismo cristiano. 

Su identidad femenina fue descubierta al cabo de tres años; aunque no fue expulsada del monasterio de Basiano, sino derivada a una comunidad monástica femenina situada en Siria. Allí fue localizada por su marido, quien intentó, por la fuerza física y jurídica, que retornara a la vida marital. Matrona consiguió huir, dirigiéndose primero a Jerusalén y, después de ser nuevamente localizada por su marido, a Beirut, donde se instaló en los restos de un templo pagano. 

           En ese templo de Beirut, Matrona fue acogiendo a varias mujeres que querían llevar una vida ascética y comunitaria similar a la suya. Con ellas finalmente se dirigió a Constantinopla, donde fundó un monasterio femenino que llegó a tener gran predicamento. Además, alcanzó también fama de realizar numerosos y destacados milagros, entre ellos la curación de enfermedades. Todo esto atrajo la atención de las damas aristocráticas de la ciudad, hasta el punto de recibir la visita de las emperatrices Verina y Elia Marcia Eufemia, así como de varias mujeres pertenecientes a poderosas familias aristocráticas de los reinados de León I y Zenón. 

Matrona destacó también por su firme oposición a la política promonofisita del emperador Anastasio I. Fue la única abadesa que se erigió en defensa del calcedonismo entre un numeroso grupo de abades que hicieron lo mismo, recibiendo el mismo trato amenazador. La comunidad de Matrona de Perge destacó por renunciar a llevar el hábito monástico femenino, para adoptar el masculino, mucho más sencillo. Aunque anómalo, recibió la autorización del patriarca de Constantinopla, lo que indica la fuerza de convicción que tenía Matrona y sus seguidoras, muchas de ellas pertenecían a los más elevados círculos aristocráticos e imperiales de la ciudad.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Representación de Matrona de Perge en el Menologio de Basilio II. Siglo X. Biblioteca del Vaticano, Roma.

Fuentes principales

Teodoro Lector, Epítome de su Historia eclesiástica, 51.

Teófanes Confesor, Cronografía, a. m. 5991, ad a. 498-499.

Vida de Santa Matrona de Perge, 50; 52.

Selección bibliográfica

Featherstone, J., Mango, C., “Life of Matrona of Perge, introduction, traduction and notes”, en Talbot, A.M. (ed.), Holy Women of Byzantium. Ten Saints’ Lives in English Translation (Washington 1996).

Janin, R., La géographie ecclésiastique de l’Empire Byzantin. Première partie. Le siège de Constantinople et le patriarcat eocuménique. 4. Les églises et les monastères (Paris 1969).

Narro, A., “Domestic violence against women as a reason to sanctification in Byzantine hagiography”, Studia Philologica Valentina 20 (2018) 111-140.

Patlagean, E., “L’histoire de la femme deguisée en moine et l’évolution de la sainteté féminine à Byzance”, StudMed 17 (1976) 610-614.

240. ALIPA

240. ALIPA

Hija de Antemio y Elia Marcia Eufemia, emperadores del Imperio romano de Occidente entre 467 y 472 d.C. Fue también nieta de Marciano, emperador del Imperio romano de Oriente. Poco se sabe de su vida, excepto que fue un instrumento político en manos de su padre y de Flavio Ricimero. Este último era un general de origen germánico y realmente el hombre fuerte de los territorios itálicos, con quien el emperador Antemio se vio obligado a pactar para poder establecer su gobierno en las tierras que el Imperio aún conservaba en Occidente.  desaparición de Alipia, tanto de la escena política como de las fuentes literarias.

Roma

Entre los elementos del pacto establecido estaba el matrimonio entre Ricimero y Alipia, con el evidente objetivo de tener descendencia para que uno de ellos fuera el sucesor de Antemio. Sidonio Apolinar relata brevemente los fastos de este matrimonio, que tuvo lugar en Roma, aludiendo incluso a que ese matrimonio estaba destinado a proporcionar seguridad al Imperio. Sin embargo, nada de esto tuvo lugar. Un posterior enfrentamiento entre éste y Ricimero acabó con el asesinato del emperador en el año 472 y ladesaparición de Alipia, tanto de la escena política como de las fuentes literarias.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Mosaico del techo del Baptisterio de Neon (detalle). Siglo VI, Rávena.

Fuentes principales

Enodio de Pavía, Vida de san Epifanio del Nórico, 67-71.

Juan de Antioquía, Historia. Fragmentos, 301.

Juan Malalas, Crónica, 368.

Sidonio Apolinar, Primer panegírico al emperador Avito, 484-486; Epístolas, 1.5.10; 9.1.

Selección bibliográfica

Girotti, B., “Antemio, genero del divo Marciano: su Jordanes, Romana 336-340”, RSA 38 (2008) 201-209.

Roberto, U., “Il terzo sacco di Roma e il destino dell’Occidente (Luglio 472)”, en Ebanista, C. et alii (eds.), La trasformazione del mondo romano e le grandi migrazioni. Nuovi popoli all’Europa settentrionale e centro-orientale alle coste del Mediterraneo (Cimitile 2012) 9-18.

239. ELIA MARCIA EUFEMIA

239. ELIA MARCIA EUFEMIA

Hija del emperador Marciano y de su primera esposa, Elia Marcia Eufemia contrajo matrimonio con Antemio, futuro emperador del Imperio romano de Occidente, en Constantinopla, en el 453, convirtiéndose en emperatriz consorte entre los años 467 y 472. Sin duda se trató de un matrimonio político o vinculado a intereses políticos del emperador Marciano y de la familia de Antemio. Es muy verosímil que Aelia Marcia Eufemia se trasladara a Roma y Rávena cuando Antemio fue, en el año 467, nombrado emperador de Occidente por el emperador León I, al haber quedado vacío el trono de Occidente. Fue allí donde tuvo que consentir en el matrimonio entre su hija Alipia y Ricimero, dirigente de origen bárbaro y con quien Antemio se vio obligado a coexistir. 

Roma

Se acuñaron varios tipos de monedas de Elia Marcia Eufemia, entre ellos, sólidos en los que la emperatriz aparece en el anverso, con el busto de perfil y con la diadema perlada, siendo este uno de los símbolos de la majestad imperial tardoantigua. Una moneda de Antemio, en cuyo reverso aparecen dos emperatrices, se ha relacionado con su ascenso al trono; de ahí que se piense que las dos mujeres fueran Elia Marcia Eufemia y Verina, la consorte de León I, emperador de Oriente.

Tras el asesinato de Antemio en el año 472, Elia Marcia Eufemia debió trasladarse a Constantinopla, donde se integró en los más altos círculos cortesanos. Así, sabemos que se relacionaba con la emperatriz Verina y que visitaba habitualmente, junto con otras mujeres de la aristocracia, a Matrona, fundadora de uno de los primeros monasterios femeninos de aquella ciudad y con fama de milagrosa. Aelia Marcia Eufemia y Antemio no sólo tuvieron una hija, Alipia, sino varios hijos, entre ellos Antemiolo, Marciano y Procopio Antemio. El segundo contrajo matrimonio con Leoncia, hija de Verina y León I, e intentó expulsar del trono a Zenón en el año 479. El tercero, más joven, participó con su hermano en esa maniobra política.

Margarita Vallejo Girvés

Universidad de Alcalá de Henares

Sólido de Elia Marcia Eufemia. Anverso: busto de Elia Marcia Eufemia. Leyenda: ELIA MARCIA EUFEMIA. CPF. AUG. Reverso: Representación de la diosa Victoria estante. Leyenda: VICTORIA AUG. GG. COMOB. Siglo IV. Roma-Rávena.

Fuentes principales

Evagrio, Historia eclesiástica, 2.16. Vida de Santa Matrona de Perge, 33-34.

Juan Malalas, Crónica, 368.

Sidonio Apolinar, Primer panegírico al emperador Avito, 195-196; 216-219; 481-483.

Selección bibliográfica

Girotti, B., “Antemio, genero del divo Marciano: su Jordanes, Romana 336-340”, RSA 38 (2008) 201-209.

Mathise, R.W.., “Leo, Anthemius, Zeno and the Extraordinary Senatorial Status in the Late Fifth Century”, BF 17 (1991) 191-222. 

Roberto, U., “Politica, tradizione e strategie familiari: Antemio e l’ultima difesa dell’unitá dell’Imperio (467-472)”, en Roberto, U., Mecella, L. (dir.), Governare e riformare l’impero al momento della sua divisione: Oriente, Occidente, Illirico (Roma 2001) 1-27.

238. LICINA EUDOXIA

238. LICINIA EUDOXIA

Natural de Constantinopla, Licinia Eudoxia, hija del emperador Teodosio II y Elia Eudocia, nace en el año 422, una etapa de inestabilidad. El Imperio romano se encontraba dividido en dos y la dinastía teodosiana buscaba afianzar su presencia en Oriente. Su destino quedó marcado desde una temprana edad por su padre, que concretó el matrimonio de la joven con quien ascendería al poder como Valentiniano III en el año 437. Dos años después, coincidiendo con el nacimiento de su primogénita Eudocia, Valentiniano asciende al poder, otorgándole a su esposa el título de Augusta de Occidente. Posteriormente, la familia imperial se completaba con la llegada de su segunda hija Placidia.

Constantinopolis

Genserico, rey de los vándalos, deseaba instaurar una alianza con la dinastía teodosiana por lo que se acordó el matrimonio de Eudocia, primogénita de la emperatriz consorte, y Honorico, heredero de Genserico. Sin embargo, la vida del emperador se vio amenazada por el dos veces cónsul Petronio Máximo, que participó en el asesinato de Aecio, y posteriormente, en el año 455 del propio Valentiniano III. Consumada la alta traición al emperador y sumido el Imperio en el caos y los disturbios, obliga a Licinia Eudoxia a contraer matrimonio con él para proclamarse como el nuevo dirigente.  Además, quería afianzar su dinastía pretendiendo que su hijo Paladio se desposara con Eudocia, previamente comprometida con Honorico, hijo de Genserico. 

Peligrando la alianza diplomática con los vándalos y siendo consciente de la situación de desventaja en la que se encontraba, Licinia Eudoxia mandó llamar a Genserico para acabar con los planes de Petronio. Aunque existen distintas versiones de este acontecimiento, se sabe que las huestes de Genserico entraron en Roma, tomaron la ciudad, saquearon el palacio y acabaron con Petronio Máximo. El rey de los vándalos tomó como rehenes a Licinia Eudoxia, Eudocia, Placidia y al esposo de esta última.

Llevaron los rehenes a África, donde se hizo efectivo el matrimonio entre Eudocia y Honorico. Según las fuentes, Licinia y sus hijas pasaron un período de siete años en Cartago tratadas con grandes honores. Finalmente, el emperador romano León I, pagó el rescate de Licinia Eudoxia y su hija Placidia quienes regresaron a Constantinopla. Su primogénita Eudocia, reina consorte de los vándalos, se quedó al lado de su esposo en Cartago. Unos años más tarde daría a luz a Hilderico, rey de los vándalos entre el 523 y el 530. Licinia Eudoxia volvía así a su tierra natal tras veinticinco años de ausencia. Allí mismo acabaría sus días en el año 462, jugando un papel clave para la historia del Imperio romano de Occidente. 

Patricia Téllez Francisco

Universidad de Sevilla

Medallón con la representación de Licinia Eudoxia (siglo V) Département des Monnaies, Médailles et Antiques, Bibliothèque Nationale de France, París.

Fuentes principales

Cronicón Pascual, 4.3.; 421.4.455.

Hidacio, Cronicón, 30.31.; 43.1.

Procopio de Cesarea, Historia de las guerras, 3. Guerras Vándalas, 20-24.

Selección bibliográfica

Cecconi, G.A., Governo imperiale ed eliti dirigenti nell’Italia Tardoantica. Problemi di storia politico-amministrativa (270 – 476 d.) (Como 1994).

Serrano Madroñal, R., “Eudocia, hija de Valentiniano III”, Habis 49 (2018) 189-202.

Serrano Madroñal, R., “Licinia Eudoxia y el saqueo de Roma (455). Una revisión crítica” en Bravo G., Perea Yébenes, S., Fernández Palacios, F. (ed.), Mujer y poder en la Antigua Roma (Actas del XV Coloquio de la AIER) (Madrid – Salamanca 2018).

237. GENOVEVA

237. GENOVEVA

Fue una ferviente devota cristiana cuya vida conocemos gracias a la biografía que la reina merovingia Clotilde (475-545), esposa de Clodoveo y de confesión católica, encargó que se redactara pocos años después de su muerte. Como en todos relatos hagiográficos de la época, su retrato fue modelado según los tópicos habituales del género, destinados todos ellos a legitimar su carisma, sus cualidades sanadoras y, por ende, su condición de santa. Genoveva nació en el 420 en el seno de una familia cristina afincada en la localidad de Nanterre, en las proximidades de París y, ya desde niña, le interesaban tanto las vidas de los santos que le contaban sus padres, que a los siete años decidió dedicar su vida a Dios. 

Lutetia

A la edad de diez años, fue consagrada como virgen por el obispo Germán de Auxerre que, junto con Lupo, epíscopo de Troyes, habían hecho un alto en el camino hacia Bretaña en la localidad natal de Genoveva. El propio obispo fue testigo de las cualidades sobrenaturales de la niña que quedó iluminada por una luz inusual en pleno sermón. La niña le confío su deseo de dedicar su vida a Jesús y al día siguiente fue consagrada por Germán.

También siendo niña comenzó a manifestar unos poderes sobrenaturales. Exhibió por primera vez su don en el entorno estrictamente familiar cuando su madre se negó a que acompañara a su padre a las conmemoraciones de un santo local y tras propinarle una bofetada, quedó ciega al momento. Tras dos años de súplica y oraciones para que su madre sanara, un día, mientras sacaba agua del pozo, sus lágrimas cayeron al cántaro. Tras hacer la señal de la cruz le ofreció el agua a su madre, que recuperó la vista. No fue el único momento en el que manifestó sus dones. Su biografía recoge que era capaz de cambiar las condiciones atmosféricas, leer el pensamiento, descubrir los secretos de la gente, formular maldiciones y luego sanar a las víctimas de sus propios conjuros; abrir puertas a distancia o encender candiles. A los quince años decidió consagrarse a la vida monástica y, dada la falta de monasterios en París, cumplió con su compromiso vital en el hogar familiar hasta la muerte de sus padres. Entonces, siguió una práctica habitual entre las devotas adineradas, repartió su herencia a los pobres y dedicó su vida al ayuno y la oración.  

En una de sus intervenciones más destacadas, auguró que la ciudad lograría resistir a la invasión de los hunos en el año 451 y, a causa de este vaticinio, fue acusada inicialmente de bruja y falsa profeta. Si Genoveva no fue condenada a muerte bien por lapidación o ahogamiento, según establecía la ley, se debió al auxilio proporcionado por su padrino, el obispo Germán, que acudió de inmediato a defender su reputación y su augurio. La predicción, finalmente acertada, fue descrita como un milagro por Gregorio de Tours y revela la trascendencia del respaldo de la jerarquía cristiana, para que un acto susceptible de ser tachado de mágico fuera considerado una muestra de intervención divina más que resultado de una intervención diabólica. La propia dinastía real capitalizó el éxito de la predicción de Genoveva y los reyes Clodoveo y Clotilde promovieron su canonización y ordenaron su inhumación en la basílica consagrada a los Santos apóstoles donde los monarcas recibirían asimismo sepultura.

Clelia Martínez Maza

Universidad de Málaga

Pierre Puvis de Chavannes (1893-1898). Genoveva ante los obispos Germán y Lupo. Panteón, París.

Fuentes principales

Vida de Genoveva, virgen parisina. 

Selección bibliográfica

Hen, Y., Culture and Religion in Merovingian Gaul, A.D. 481-751 (Leiden – New York – Köln 1995).

Jones, A.E., “The Family of Genevieve of Paris: Prosopographical Considerations”, Medieval Prosopography 24 (2003) 73-80.

Murray, A., “Missionaries and Magic in Dark-Age Europe”, en Rosenwein, B. (ed.), Debating the Middle Ages: Issues and Readings (Malden – Oxford 1998) 92-104.

Van Dam, R., Saints and their Miracles in Late Antique Gaul (Princeton 1993).