155. JULIA HELIAS

155. JULIA HELIAS

Casi todo lo que sabemos de esta mujer proviene de una inscripción funeraria que le dedicó su familia en la ciudad romana de Lugdunum, actual Lyon. Se trata de un monumento finamente tallado, donde consta que había sido flaminica Augusta y que había muerto a la edad de 25 años y dos meses. La inscripción dice también que su cuerpo había sido trasladado desde Roma, donde habría tenido lugar el fallecimiento, hasta el mausoleo familiar donde fue enterrada, en la capital de la provincia Gallia Lugdunensis

Lugdunum

Julia Helias era hija de Sexto Julio Calisto y de Julia Nice, seguramente ambos libertos de un mismo patrono, en atención a sus cognomina griegos y la coincidencia del nomen Iulius en la pareja. De hecho, el padre aparece atestiguado en otra inscripción funeraria hallada en Lyon donde se menciona de forma explícita su condición de libertus. Por esta misma inscripción se sabe que tanto él como su patrono, el ciudadano romano Sexto Julio Helio, fueron seviri Augustales en la ciudad de Lugdunum. El honor del sevirato augustal, único al que podían aspirar los libertos, suponía la integración de quienes lo detentaban en la élite local. A cambio, exigía realizar importantes contribuciones económicas a la ciudad, de modo que solo era ejercido por una minoría, normalmente compuesta por personas enriquecidas con el fruto de su trabajo en el mundo del comercio y los negocios. Sin duda, este sería el caso de Sexto Julio Calisto. La elección de su hija, nacida quizás ya con la condición libre como sacerdotisa del culto imperial debió de suponer un hito muy importante en el ascenso social de esta familia lugdunense. 

De acuerdo con la datación del epitafio, la vida de Julia Helias transcurrió en el siglo II. Desconocemos los motivos por los cuales viajó a Roma y si estos estuvieron relacionados o no con el ejercicio del flaminado. También desconocemos las circunstancias en que se produjo su temprana e inesperada muerte. La repatriación de sus restos sugiere que se había trasladado a la capital del Imperio de forma temporal y que probablemente no estaba casada ni tenía hijos. Fueron sus hermanas, Julia Heliane y Julia Calistate quienes se encargaron de este cometido. Esto nos indica que no estaba casada y que su padre habría muerto antes que ella.  

En suma, Julia Helias fue una dama de la élite lugdunense que gozó de una proyección pública de primer nivel, en calidad de sacerdotisa del culto imperial, y contribuyó a acrecentar el prestigio de su familia, de origen servil, aunque poderosa desde el punto de vista económico. Es preciso poner de manifiesto también el protagonismo de sus dos hermanas en la conmemoración fúnebre de que fue objeto en su ciudad de origen. Ambas, en solitario, realizaron un largo viaje de ida y vuelta, de Lugdunum a Roma, poniendo de manifiesto con esta acción su pietas y el cumplimiento de su deber funerario, probablemente en ausencia de varones.

Alicia Ruiz-Guitiérrez

Universidad de Cantabria

Epígrafe funerario de Julia Helias. Siglo II. Musée Gallo Romain, Lyon.

Fuentes principales

CIL XIII, 1956 y 2181.

ILS 8098.

Selección bibliográfica

Burnand, Y., “De la servitude au flaminat: quelques cas de promotion sociale en Gaule romaine”, en Frezouls, E. (ed.), La mobilité sociale dans le monde romain. Actes du colloque organisé à Strasbourg (novembre 1988) par l’Institut et le Groupe de Recherche d’Histoire Romaine (Strasbourg 1992) 203-213.

Wierschowski, L., Fremde in Gallien – “Gallier” in der Fremde. Die epigraphisch bezeugte Mobilität in, von und nach Gallien vom 1. bis 3. Jh. n. Chr. (Texte -Übersetzungen -Kommentare” (Stuttgart 2001).

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