SEVILLA / 18 de junio de 2021

 

INVESTIGADORES DE Healthy Architecture & City HAN OBTENIDO UN NUEVO PROYECTO COMPETITIVO

 

El proyecto I+D+i: VARIABLES ESPACIALES, AMBIENTALES Y ARQUITECTÓNICAS QUE INFLUYEN EN LA CAPACIDAD FUNCIONAL DE LA VIDA DIARIA EN PERSONAS CON ENFERMEDAD DE ALZHEIMER (ALZARQ), presentado por varios investigadores del grupo HEALTHY ARCHITECTURE & CITY en la convocatoria competitiva 2020 de Proyectos de I+D+i en el marco del Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, ha sido valorado positivamente por la Comisión Evaluadora y, por tanto, ha obtenido financiación para su desarrollo en los próximos tres años.

El proyecto tiene como reto principal la salud, el cambio demográfico y el bienestar, y tiene implicaciones relevantes en otros retos enmarcados en las ciencias sociales, las humanidades y de la ciencia con y para la sociedad. También se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, nº3: Salud y Bienestar, además del nº 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles.

 

 

 

 

La enfermedad de Alzheimer (EA) es un síndrome multifactorial que se caracteriza por una alteración de la función cerebral de forma difusa y progresiva. Presenta una elevada incidencia y prevalencia en los países desarrollados (60-80%) que aumenta de forma exponencial a partir de los 65 años. Acompañando a los importantes problemas de salud aparecen también inseguridad, desorientación, falta de control, cambios en la intimidad doméstica y el propio desconocimiento de la evolución de la EA, todo ello produce cambios en la forma de habitar tanto del paciente como de sus cuidadores y familiares, generando elevados niveles de estrés.

Junto con el impacto emocional, la EA tiene también un gran efecto social y económico. Desde el punto de vista social produce un cambio sustancial en las relaciones inter e intrapersonales, en la familia y en las relaciones con el resto de la sociedad. No menos importante es el efecto económico. Algunos estudios cuantifican el coste anual del cuidado de un paciente con EA entre 31.000 y 35.000, donde el 18-25% representan costes directos (fármacos, asistencia, etc.), y el resto derivan de la pérdida de productividad de familiares, el tiempo empleado, el sueldo asociado al cuidador profesional. En este apartado, las soluciones habitacionales que deben implementarse para facilitar el cuidado del paciente con EA toman un protagonismo insospechado por el importante gasto que generan.

¿Cómo construir un entorno inclusivo y adaptable a la evolución de la enfermedad? ¿cómo diseñar un espacio para alguien que se despierta todos los días en un lugar diferente?¿cuáles son las necesidades que este colectivo demanda a su entorno físico?

Para responder a esas preguntas, es necesario saber cómo estas personas con ausencia de memoria perciben el espacio que habitan y la repercusión que tiene sobre su estado emocional, orientación y/o reminiscencias. La finalidad del proyecto ALZARQ es determinar, cuantitativamente, cuáles son las variables espaciales y ambientales óptimas para que alguien afectado por EA, durante las primeras fases de la misma (leve e intermedia), pueda  desarrollar Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD) el mayor tiempo posible de forma autónoma y/o con la ayuda del entorno.

El conocimiento obtenido será utilizado para abordar el reto de diseñar entornos asistidos como eficaces estimuladores sensoriales-emocionales que mejoren su calidad de vida a lo largo de la evolución de la EA. El valor añadido de esta investigación consiste en analizar la influencia conjunta de factores como la temperatura, iluminación, sonido, orientación, texturas, dimensión espacial. En definitiva, quiere profundizar en el conocimiento de los ambientes que habitan los pacientes de EA para, a partir de ahí, proponer soluciones arquitectónicas que mejoren su confort y bienestar doméstico.

Para ello, se ha diseñado una innovadora metodología, enmarcada en el ámbito de la Neuroarquitectura, que coloca a la persona como centro de investigación analizando su comportamiento, percepción y emociones al experimentar determinados espacios o entornos. Se proponen varios ensayos cuantitativos en los que, a través de indicadores validables, se miden cuáles son los aspectos ambientales y espaciales que condicionan el comportamiento de estas personas. Los resultados esperados servirán para establecer criterios en la planificación de entornos asistidos destinados a mejorar la calidad de vida de los enfermos con EA.