225. CELIA CONCORDIA
Celia Concordia fue Vestal Máxima en la segunda mitad del siglo IV. En el año 384, tras la muerte del senador Vetio Agorio Pretextato, pidió permiso al Senado, en nombre del colegio sacerdotal de las vestales, para erigir una estatua a este defensor de los cultos tradicionales y que había ocupado entre otros sacerdocios el de pontifex Vestae. Quinto Aurelio Símaco, entonces prefecto de la Urbe, también pagano y buen amigo del fallecido, aunque estaba a favor de cualquier honor hacia su compañero, no estaba de acuerdo con que las vestales realizaran esta iniciativa, ya que iba contra la tradición y afectaba a la imagen de las sacerdotisas, porque no estaba bien visto que hicieran homenajes a un hombre.
Roma
Finalmente, llevaron a cabo la dedicación, como sabemos por otra estatua que la esposa de Pretextato, Fabia Aconia Paulina, erigió en su casa del Esquilino a la vestal Celia Concordia en agradecimiento por el homenaje a su marido. En su pedestal se hace referencia a la pureza y piedad que demostró en las actividades de culto, y se señala la dedicatoria que ella junto con el resto de las vestales habían realizado a Pretextato.
José Carlos Saquete
Universidad de Sevilla
Fuentes principales
CIL VI, 2145.
Símaco, Cartas, 2.36.
Selección bibliográfica
Jones, A.H.M., Martindale, J.R., Morris, J., The Prosopography of the Later Roman Empire (Cambridge 1971).
Rüpke, J., Fasti Sacerdotum: Die Mitglieder der Priesterschaften und das sakrale Funktionspersonal römischer, griechischer, orientalischer und jüdisch-christlicher Kulte in der Stadt Rom von 300 v. Chr. bis 499 n. Chr. (Stuttgart 2005).
Saquete, J.C., Las vírgenes vestales. Un sacerdocio femenino en la religión pública romana, Anejos de AEspA 21 (Madrid 2000).