207. SOSÍPATRA

207. SOSÍPATRA

Sosípatra es una de las pocas mujeres de la Antigüedad tardía de cuyo magisterio filosófico se conserva noticia. Nació en la primera mitad del siglo IV. Su biografía fue transmitida por Eunapio en Vida de los filósofos y sofistas y, sobresalío, entre sus compañeros varones, como una de las grandes representantes del neoplatonismo en su vertiente teúrgica, una corriente en la que se propiciaron como instrumentos más adecuados para conseguir el contacto y la unión con la divinidad, prácticas como los oráculos caldeos, la adivinación, además de rituales con un marcado carácter religioso. No resulta extraño, por lo tanto, que fuera reconocida como una gran profetisa.

Ephesus

 Ante la ausencia de un aprendizaje al uso proporcionado por maestros reconocidos, para legitimar este don y sus elevadas aptitudes en el campo de la teúrgia, Eunapio se preocupó de recoger en su biografía elementos extraordinarios que avalaran sus dotes oraculares: siendo niña, tuvo lugar el acontecimiento trascendental que permite al lector entender su carisma, al llegar a su casa dos ancianos desconocidos, vestidos con pieles, que persuaden al capataz para que les permita cuidar las vides, logrando una cosecha sin igual  de la que todos deducen la intervención divina. Invitados estos extraños a la mesa y como respuesta a la hospitalidad que disfrutan, ofrecen al padre de Sosípatra no un regalo material sino la propuesta de llevarse a su hija para educarla. Sosípatra volverá cinco años más tarde sana y salva, tan alta y hermosa que su padre apenas la reconoce y dotada además de una sabiduría tan extraordinaria que el padre estaba convencido de que su hija era una diosa. Estos seres divinos actuaron como mistagogos en el aprendizaje de los oráculos caldeos y legitiman así tanto la naturaleza divina de las actuaciones de Sosípatra como la ausencia de la formación intelectual de carácter académico.

Sosípatra estuvo casada con el también filósofo Eustacio de Capadocia y fue madre de tres hijos, uno de los cuales fue el famoso Antonino que heredó la visión profética de su madre y una vez asentado en Canopo, en las proximidades de Alejandría, anunció desde allí la destrucción del Serapeo de la capital egipcia. Tras la muerte de su marido, Sosípatra se afincó en Pérgamo y allí continuó ejerciendo su magisterio filosófico compartiendo estudiantes con otro gran maestro del periodo, Edesio. Su magisterio se desarrollaba en el hogar familiar. Este escenario se prestaba a una enseñanza menos formal y sus destinatarios eran tanto estudiantes de las élites, a los que proporcionaba formación complementaria de la que recibían en la escuela, como los propios miembros del hogar. Su conducta virtuosa, su capacidad de vivir atendiendo a los preceptos filosóficos que enseñaba, alejaron cualquier sospecha de posibles situaciones comprometidas que pudieran desarrollarse en un ambiente íntimo y privado como el de una casa familiar.

Clelia Martínez Maza

Universidad de Málaga

Ettore Forti (1900 aprox.). Dentro de un edificio romano. Getty Museum, Los Ángeles.

Fuentes principales

Eunapio, Vida de los filósofos y sofistas, 5.

Selección bibliográfica

Addey, C., “Sosipatra: Prophetess, Philosopher and Theurgist: Reflections on Divination and Epistemology in Late Antiquity”, en Evans, R. (ed.), Prophets and Profits: Problems in Ancient Divination and its Reception (London – New York 2017) 144-61.

Johnston, S.I., “Sosipatra and the Theurgic Life: Eunapius Vitae Sophistorum 6.6.5-6.9.24”, en Rüpke, J., Spickermann, W. (eds.), Reflections on Religious Individuality: Greco-Roman and Judaeo-Christian Texts and Practices (Berlin 2012) 99-117.

Lanzi, S., “Sosipatra, la teurga: una ‘Holy Woman’ iniziata ai misteri caldaici”,  SMSR 70 (2004) 275-94.

Tanaseanu-Döbler, I., “Sosipatra – Role Models for ‘Divine’ Women in Late Antiquity”, en Dzielska, M., Twardowska, K. (eds.), Divine Men and Women in the History and Society of Late Hellenism (Kraków 2013) 123-147.

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