118. POMPEYA PLOTINA
Pompeya Plotina fue la esposa del emperador Trajano con quien se casó, antes de que este llegara al trono imperial, en una fecha imprecisa entre los años 74 y 84. Fue una mujer de origen aristocrático y provincial. Podría haber nacido en Nemausus (Nîmes, Francia) o en Italica (Santiponce, Sevilla). Se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que tuvo una vida larga, pues murió durante el reinado de Adriano en el año 123.
Como esposa de un prestigioso general del gobierno de Domiciano, Plotina probablemente acompañó a su marido en los destinos militares.
Roma
En ese tiempo el matrimonio no tuvo hijos, aunque nunca se disolvió a pesar de que la falta de descendencia era un motivo de divorcio en época romana. Con la designación de Trajano como hijo adoptivo y sucesor del emperador Nerva en el año 97, la situación de Plotina cambió al convertirse Trajano en emperador en el 98. Dion Casio refiere una noticia al respecto de esta situación que refleja el carácter humilde y sencillo de la nueva consorte imperial, al manifestar cuando subía las escaleras del palacio que iba a ser su residencia que entraba en ella de la misma forma que quería salir. Plinio destaca en el panegírico que dedica a su marido su modestia, sencillez, discreción, respeto a la tradición y saber estar, valores que se correspondían con las virtudes que las fuentes atribuyen a su marido. Recibió, junto a su cuñada Marciana, el título de Augusta en torno al año 105. Estuvo siempre presente en la propaganda imperial como miembro de la domus del emperador y recibió, al igual que Marciana, el honor de que una ciudad llevara su nombre, Plotinopolis, situada en la provincia romana de Tracia.
Plotina tuvo un papel muy destacado en el nombramiento de Adriano como sucesor de Trajano que se produjo en el lecho de muerte de este en el 117, en la ciudad de Selinunte, situada sobre la costa sur de Asia Menor (Turquía), durante las campañas partas. Junto al emperador estaban Plotina, el prefecto del Pretorio, Atiano, y la sobrina de aquel, Matidia. Las fuentes senatoriales y la propaganda antiadrianea se muestran muy contrarias a la intervención de Plotina en la sucesión de Adriano, pero el candidato más próximo a la sucesión era aquel, sobrino segundo de Trajano, que se había casado con Vibia Sabina, nieta de Marciana, Augusta divinizada y hermana del emperador. Plotina no actuó sola, pues estuvo acompañada por el círculo personal y familiar más íntimo de Trajano, y evitó una crisis sucesoria grave. Como Augusta viuda dedicó su tiempo al estudio de la filosofía y a la protección y promoción de escuelas filosóficas en Atenas, interés que compartía con el nuevo emperador Adriano. A su muerte este le prodigó los máximos honores fúnebres. El Senado le concedió la divinización a instancias de Adriano.
Pilar Pavón
Universidad de Sevilla
Fuentes principales
CIL IX, 5894 = ILS 298; CIL XI, 1333 = ILS 288.
Dion Casio, Historia romana, 68.5.
Historia Augusta, Adriano, 4.
Plinio el Menor, Panegírico del emperador Trajano, 83.
Selección bibliográfica
Cenerini, F., Dive e donne. Mogli, madri, figlie e sorelle degli imperatori romani da Augusto a Commodo (Imola 2009).
Cenerini, F., “Le donne di Traiano e la politica”, en Parisi, C., Milella, M., Pastor, S. (curs.), Traiano. Costruire l’Impero, creare l’Europa. Catalogo della mostra (Roma, 29 novembre 2017-16 settembre 2018) (Roma 2018) 1-6.
Cortés Copete, J. M., “Mentiras de una adopción. La sucesión de Trajano”, en Marco Simón, F., Pina Polo, F., Remesal Rodríguez, J., (eds.), Fraude, mentiras y engaños en el mundo antiguo (Barcelona 2014).
Hidalgo de la Vega, M.ª J., Las emperatrices romanas. Sueños de púrpura y poder oculto (Salamanca 2012).
Pavón, P., “Plotina Augusta: luces y sombras sobre una mujer de estado”, Veleia 35 (2018) 21-39.