109. ANTONIA CENIS
Antonia Cenis fue una liberta romana que vivió en el siglo I en Roma. Desconocemos el lugar o la fecha de su nacimiento, aunque podría ser una hija de esclavos, por lo que habría tenido un estatus servil. Ella fue la secretaria de Antonia la Menor, madre del emperador Claudio e hija de Marco Antonio y Octavia, por lo que estaríamos ante una mujer instruida para poder desempeñar ese cargo y gestionar los asuntos de su propietaria.
Dion Casio escribió que Antonia Cenis participó en la caída de Sejano cuando entregó a Tiberio una carta de su señora, Antonia, en la que se le informaba de la conspiración que se estaba fraguando contra él. Durante su etapa servil entabló contactos con personajes destacados lo cual le beneficiaría en el futuro.
Roma
No sabemos cuándo se produjo su manumisión, pero su nomen indica que fue su señora la que le otorgó la libertad. Por lo tanto, su liberación se pudo producir antes del fallecimiento de Antonia la Menor en el 37 o después en el testamento de esta. Su manumisión sería el premio por el trabajo realizado y la fidelidad a la familia a la que pertenecía. Se hizo famosa por ser la concubina de Vespasiano. A pesar de que anteriormente ya habían sido amantes, una relación más estable comenzó tras la muerte de Flavia Domitilia, esposa de Vespasiano y madre de sus hijos. Su pasado servil impidió que Cenis pudiera contraer un matrimonio legítimo con el emperador, por lo que ambos mantuvieron un concubinato, es decir, una unión sentimental sin efectos desde el punto de vista jurídico. Aunque no era una esposa legítima, Cenis recibió un trato similar y tuvo mucho poder e influencia en la corte imperial. No obstante, hubo una serie de privilegios que no pudo disfrutar, como, por ejemplo, portar el título de Augusta.
Su proximidad a los círculos del poder le permitió amasar una importante fortuna. Su capacidad económica se manifiesta en los testimonios escritos conservados de sus esclavos y libertos. Esa posición en estrecho contacto con los círculos del poder hizo que ella tuviera un papel decisivo en el nombramiento de determinados puestos de la administración e, incluso, aceptó sobornos a cambio de favorecer a diversos individuos. Asimismo, Vespasiano se benefició de los contactos que ella tenía ya desde su etapa servil. En cuanto a sus relaciones con los hijos del emperador, Suetonio escribió sobre un episodio en el que Domiciano se negó a darle un beso cuando ella llegó a Roma tras un viaje, por lo que parece ser que no siempre fueron buenas. Las fuentes literarias indican que ella murió en torno al 75. En la actualidad se conserva el altar funerario que estaría colocado en su tumba y que fue costeado por sus libertos. Tras su fallecimiento, Vespasiano tuvo varias amantes, pero ninguna ocupó el lugar dejado por Cenis
Francisco Cidoncha Redondo
Escuela Universitaria “Francisco Maldonado” de Osuna (Sevilla)
Denario de Domitila la Mayor. Anverso: busto de Domitila la Mayor. Leyenda: DIVA DOMITILLA AUGUSTA. Reverso: representación estante de la diosa Fortuna. Leyenda: FORTUNA AUGUST. Siglo I. Roma.
Fuentes principales
Dion Casio, Historia romana.
Suetonio, Vida de los doce césares.
AE 1908, 231 = RPAA 1977/78-145.
Selección bibliográfica
Cidoncha Redondo, F., El concubinato y el contubernio en la sociedad romana (siglos I a. C. – III d. C.) (Sevilla 2021).
Cristofani, M., “L’ara funeraria di Antonia Caenis concubina di Vespasiano”, Prospettiva 12 (1978) 2-7.
Mustonen, P., “Influential Mistresses in the Imperial Dynasties of First-Century Rome: Claudia Acte and Antonia Caenis”, en Berg, R., Neudecker, R., (eds.), The Roman Courtesan. Archaeological Reflections of a Literary Topos (Rome 2018) 121-130.
Wardle, D., “Suetonius on Vespasian’s Rise to Power under the Julio-Claudians”, AClass LIII (2010) 101-115.