100. LOCUSTA

100. LOCUSTA

Locusta, que vivió a mediados del siglo I, fue una mujer que sirvió como envenenadora a las órdenes de Agripina y Nerón, participando en los asesinatos de Claudio y de su hijo Británico. No conocemos prácticamente nada acerca de su biografía, tan solo su condición de esclava y que, condenada por envenenamiento, se la mantuvo viva para utilizarla como uno de los instrumentos de represión del reino.

No sabemos cómo adquirió, esta mujer, sus conocimientos sobre farmacología. Sin embargo, según Suetonio, para medir la eficacia de sus elaboraciones, solía probarlas antes en distintos animales. Tras preparar un veneno que consiguió acabar, instantáneamente, con Británico, Suetonio dice que Nerón, muy consciente de que se encontraba ante una mujer virtuosa de su oficio y que podía seguir siéndole de gran utilidad en el futuro, le concedió la inmunidad y extensos territorios en el campo.

Roma

De esta forma podría cultivar las plantas que necesitaba para elaborar sus venenos y formar a nuevos envenenadores profesionales. Locusta mantuvo, en adelante, una cierta relación con Nerón. Así, sabemos, gracias a Suetonio que fue ella quien le proporcionó un veneno en polvo con el que poder suicidarse, y que terminaría siéndole arrebatado por sus propios guardias personales. Cuando subió al trono, Galba ordenó que Locusta, junto a otros favoritos de Nerón, fueran conducidos, encadenados, a través de la ciudad y, posteriormente, ejecutados.

            Locusta quedaría asociada a todas aquellas mujeres que recurrían al veneno para satisfacer sus más oscuros deseos, desde deshacerse de un marido a eliminar a un peligroso rival.  Existen trabajos que tratan de clasificarla de manera sensacionalista como la primera asesina en serie de la historia, olvidando su condición de esclava y la obligación de servir a sus señores. Locusta siempre actuó como un simple instrumento al servicio de Agripina y su hijo Nerón. Cuadros como el de Joseph-Nöel Sylvestre no nos muestran simplemente a esta famosa mujer probando sus venenos en seres humanos, sino que ilustran, también, la faceta más oscura de los llamados “malos emperadores”, individuos completamente deshumanizados que vivían obsesionados con hallar medios para atemorizar al resto de la población con el fin de perpetuarse, ellos mismos, en el poder.

            La figura de Locusta ocupa un papel central en las dos novelas recientemente escritas por Margaret George para tratar de desmentir la visión generalmente negativa que se tiene del emperador Nerón. Así, tanto en Las confesiones del joven Nerón (2017) como en su continuación, Nerón. el esplendor y la derrota (2019), observamos a una mujer que, además de ser una virtuosa de la farmacología, es utilizada como instrumento para llevar a cabo una serie de asesinatos que se le encargan, y que tiene que realizar, unas veces por necesidad, otras por simple obligación. Podemos afirmar, para concluir, que Locusta fue una mujer fuerte que supo encontrar, gracias a su profesión, una manera de salir de la esclavitud y medrar socialmente.

Borja Méndez Santiago

Universidad de Oviedo

Joseph-Noël Sylvestre (1876). Locusta probando en presencia de Nerón el veneno preparado para Británico. Musée d'Amiens, Amiens.

Fuentes principales

Dion Casio, Historia romana, 61.34; 64.3.

Tácito, Anales, 12.66-67; 13. 15.

Suetonio, Vida de los doce césares, Nerón, 33; 47.1.3.

Selección bibliográfica

Cilliers, L., “Cherchez la Femme: Three Infamous Poisoners of Ancient Rome”, en Wexler, P. (ed.), Toxicology in Antiquity (London 2019) 313-326.

George, M. Nerón. El esplendor y la derrota (Barcelona 2019).

Touwaide, A., “Murder, Execution, and Suicide in Ancient Greece and Rome”, en Wexler, P. (ed.), Toxicology in Antiquity (London 2019) 131-139.

Trestrail III, J.H., “Poisoners Throught History”, en Trestrail III, J.H., Criminal Poisoning. Investigational Guide for Law Enforcement, Toxicologists, Forensic Scientists, and Attorneys (New Jersey 2007) 1-27.

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