62. MENFIS

62. MENFIS

Menfis, una esclava que se dice libraria de una tal Pompeya, vivió en Roma en la primera mitad del siglo I. La conocemos a través de la transmisión manuscrita de un códice conservado en Nápoles y redactado por un conocido anticuario y falsario de inscripciones del siglo XVI llamado Pirro Ligorio. Por esta razón, el epitafio de Menfis, al parecer grabado en una placa de mármol, se consideró falso desde su primera edición en 1876 hasta momentos muy recientes, cuando se ha reivindicado su autenticidad. Junto a su epitafio se encuentran los de otros dos personajes de similar condición servil y libre.

Roma

La inscripción que recuerda a Menfis es realmente simple. Solo se nos ha transmitido su nombre, su condición de esclava de Pompeya, su edad al fallecer -20 años- y el oficio de libraria que desempeñaba. De qué modo haya de interpretarse este término en la inscripción de Menfis nos lleva a uno de los problemas recurrentes de la epigrafía, la ambigüedad en el contenido semántico de los vocablos referidos a profesiones y oficios. En general se admite que los librarii son copistas, escribanos o secretarios dedicados a la escritura de cartas, a la copia de epístolas y otras obras literarias, a su edición y corrección, que también gestionaban archivos y bibliotecas personales, como sabemos por los textos de Cicerón. Pero también se les ha considerado como comerciantes de libros salidos de talleres de copias, o tenedores de libros de caja y contables como empleados en la administración pública a diversos niveles. No obstante, mientras que el término masculino se entiende usualmente como “individuos vinculados de algún modo con los libros o con la escritura”, en el femenino se han expresado dudas en ocasiones sobre su significado y a qué tipo de oficio se está aludiendo. 

Para algunos hay dudas sobre si con ese término se estaría haciendo referencia a lanipendiae o expertas en hilatura o a auténticas librariae a modo de escribientes, copistas o secretarias dedicadas a los libros. En este sentido es evidente la importancia de la tarea del copista en las bibliotecas privadas como medio fácil y cómodo de construir una biblioteca por parte de gentes con fortuna y riquezas que disponen de esclavos instruidos como Menfis para reproducir manuscritos. La copia de obras literarias es precisamente una de las actividades realizadas por librariae en época tardoantigua según algunos textos relativos al surgimiento del monasticismo en el contexto del cristianismo primitivo. 

Menfis, con nombre griego, era una esclava. También los son muchas de las otras mujeres que conocemos desempeñando esta función de escribas o amanuenses, y otras son libertas. Sabemos además que estas escribas femeninas solían estar al servicio personal de mujeres de las clases aristocráticas y acomodadas, que operaban siempre en el medio urbano. También se ha señalado, a partir de evidencia iconográfica, que algunas podían ejercer sus funciones por cuenta propia fuera de la casa en la que usualmente estaban empleadas. Por otro lado, la existencia de esta función aboga por un grado de alfabetización entre ciertas mujeres, superior, o más complejo, que el normalmente considerado para ellas.

Salvador Ordoñez Agulla

Universidad de Sevilla

Sir Lawrence Alma-Tadema (1839). Comparaciones. Colección privada.

Fuentes principales

CIL VI 977a = AE2005, 182 = EDR 163753.

Selección bibliográfica

Haines-Eitzen, K., “Girls Trained in Beautiful Writing’: Female Scribes in Roman Antiquity and Early Christianity”, JECS 6 (1998) 629-646.

McDonnell, M., “Writing, Copying, and Autograph Manuscripts in Ancient Rome”, CQ 46 (1996) 469-491.

Rossi, R.F., “Librarius”, en Dizionario Epigrafico di Antichita Romane IV (Roma 1958) 955-965.

Segenni, S., “Donne e lavoro intellettuale”, en Buonopane, A., Cenerini, F. (eds.), Donna e lavoro nella documentazione epigrafica (Faenza 2003) 154-161.

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