177. ASICIA VICTORIA
El grupo de inscripciones que se refieren a Asicia Victoria en Thugga (Dougga, Túnez) nos informan de que era miembro de una familia notable de la ciudad, cuyos miembros varones formaban parte del senado local. Ella misma pagó la cantidad de 20.000 sestercios para adornar con balaustradas de bronce la tribuna de los oradores del foro.
También su padre, Asicio Adjutor, se implicó en la realización de obras para el templo de Minerva, erigido por la matrona Julia Paula Lenatiana, sacerdotisa perpetua. Asicia Victoria asume, por tanto, el comportamiento evergético propio de las élites municipales.
Thugga
Se conoce también el nombre de su marido, Marco Vibio Félix Marciano, cuya familia era igualmente de rango decurional, y el nombre de la hija de ambos, Vibia Asicianes, e incluso el de uno de sus nietos, Minerviano. La promesa de Asicia Victoria de ornamentar la tribuna de los oradores coincide con un momento político importante para la ciudad, su reconocimiento como municipio romano en el año 205. Ello es prueba de que estas matronas ricas eran conocedoras de la dinámica política de sus comunidades. Su gesto tiene una enorme carga simbólica, ya que elige decorar y realzar el lugar desde donde los oradores se dirigían hacia sus conciudadanos.
Por las fuentes epigráficas, se sabe que desempeñó el cargo de sacerdotisa perpetua. Como gesto de agradecimiento a la ciudad por el honor recibido, realizó el pago en metálico, aumentando la cantidad habitual. Además, donó 100.000 sestercios con motivo de la concesión de su hija, Asicia Asicianes, del sacerdocio del culto imperial, también con carácter perpetuo. Con esta cantidad se creó una fundación con repartos de dinero y banquetes para los senadores locales y decuriones; y se pagaron juegos escénicos y un gimnasio para el pueblo. Esta suma es una de las más altas entre las fundaciones que conocemos en el norte de África. Es un gesto que sitúa a Asicia Victoria como uno de los pilares más importantes de la promoción pública y política de su familia. Prueba de ello es también la estatua que ella y su marido erigieron, presumiblemente en el foro, para honrar a su padre, Asicio Adjutor, cuya colocación es autorizada por el senado local.
No es de extrañar que uno de sus nietos, Minerviano, patrono de Thugga, erigiera una estatua en homenaje a su abuela. Asicia Victoria fue homenajeada por el senado de su ciudad nada menos que con dos de estatuas públicas, situadas en el foro. También fue homenajeada su hija Asicianes con una estatua pública, quien debía a su madre su promoción pública privilegiada.
Henar Gallego
Universidad de Valladolid
Fuentes principales
CIL VIII, 1491, 1495, 26589, 26590, 26591, 26592, 26593.
Selección bibliográfica
Bertolazzi, R., “Priestesses’ Euergetism in Roman Africa: the Case of Thugga”, Epigraphica 78 (2016) 85-109.
Martínez López, C., Gallego Franco, H., Mirón Pérez, M.ªD., Oria Segura, M., Constructoras de ciudad. Mujeres y arquitectura en el occidente romano (Colección Mujeres, Historia y Feminismos 4) (Granada 2019).