Revisando tales indicios encontramos los trabajos de la investigadora responsable del Proyecto HICPAN, Carmen Espejo Cala, centrados en historiar y analizar el origen de un periodismo seriado que aparece en España y, en particular, en Andalucía mucho antes de lo que la historiografía clásica reconoce. Antes de la aparición de la Gazeta Nueva en 1661, a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII ya existía un mercado estable de noticias seriadas, sin cabecera fija y con títulos diversos -similares a las gacetas flamencas, holandesas y alemanas-, no contralados directamente por el Rey y tendían a satisfacer las necesidades de señores e instituciones. La primera gaceta que aparece en España es la Gaceta de Roma, editada en Valencia en torno a 1618 en el contexto de la Guerra de los treinta años, vinculando así el origen del periodismo a las ciudades portuarias y periféricas como Valencia, Barcelona o Sevilla. Por tanto, las aportaciones de Espejo Cala ponen en cuestión la relación entre el nacimiento del gaceterismo y el absolutismo -con sus fronteras nacionales-[16].
También pone en duda el relato de la historiografía clásica la especialización del mercado informativo andaluz en los romances vulgares, como género editorial que forma parte de la literatura de cordel, que adelantaría algunos de los rasgos propios del relato periodístico característico de la prensa popular, como muestra Inmaculada Casas Delgado en Romances con acento andaluz: el éxito de la prensa popular (1750-1850) (2012). Asimismo, también fundamenta la hipótesis ya expuesta por Julio Caro Baroja en Ensayo sobre la literatura de cordel (1995) en torno a la meridionalización de tales productos, esto es el consumo de lo andaluz como un rasgo sustancial de corte popular -ya se temática, lenguaje o personajes arquetipos- masivamente consumido por un público tanto español como europeo. De igual forma, se hallan indicios para analizar en el triángulo de nodos de producción de prensa satírica en Andalucía desde las postrimerías del reinado de Isabel II hasta el final del Sexenio democrático. Así, podríamos continuar con el estudio de casos como El Liberal de Sevilla en comparación con su edición madrileña durante la II República española hasta llegar al inicio de la Guerra Civil. En este punto es cuando Concha Langa Nuño, profesora titular de Historia Contemporánea de la Hispalense, toma la palabra para exponer los resultados obtenidos al aplicar el planteamiento antes esbozado en un caso de estudio particular como es “ABC de Sevilla: de la periferia al centro”, puesto que esta edición acabó determinando el posicionamiento editorial de la cabecera en su edición de Madrid.
[16]El libro que coordinó con Roger Chartier: La aparición del periodismo en Europa. Comunicación y propaganda en el barroco (2012), es una buena muestra de la revisión de los orígenes del periodismo en la Edad Moderna.