El andaluz es algo muy diverso
Al igual que el español general muestra claras diferencias internas(de las que son buena muestra los dialectos y hablas regionales, entre ellas
la andaluza), también dentro de cada una de esas variedades se produce una mayor o menor diversidad. Esta heterogeneidad tiene dos claras manifestaciones en Andalucía:
- No toda Andalucía habla andaluz. Desde el punto de vista geográfico-político, no todas las tierras de Andalucía presentan en su forma de hablar los rasgos lingüísticos que se consideran andaluces (el Norte de Huelva o Córdoba es más bien extremeño, y el de Granada o Almería, murciano).
- Los rasgos andaluces se dan de manera desigual en la región, y tienen a veces manifestaciones y consecuencias muy diversas (seseo frente a ceceo, aspiración o pérdida de -s final, etc.).
La diversidad de las hablas andaluzas tiene varias consecuencias prácticas:
- En primer lugar, en el nombre de la(s) forma(s) de hablar propia(s) de Andalucía. El andaluz parece presuponer una realidad bien diferenciada, con elementos lingüísticos propios y patrimonio del común de los andaluces; tales presuposiciones, como hemos anunciado, son discutibles.
- En segundo lugar, no está claro que en Andalucía se pueda hablar de dialecto propiamente dicho. Con dialecto se entiende una variante lingüística, con diferencias notables en pronunciación, gramática y vocabulario frente a las otras modalidades de la lengua, y frente a la lengua común, sin que con ello se llegue a constituir una diferencia de lengua frente a lengua (no siempre, sin embargo, es fácil decidir cuándo
estamos ante dialectos de una misma lengua y cuándo ante lenguas distintas).
Por todo ello, las formas lingüísticas andaluzas reciben hoy más bien las denominaciones mucho menos comprometidas de habla(s), modalidad(es) andaluzas, e incluso la de español de Andalucía.
Primeras conclusiones
De esta primera aproximación a las hablas andaluzas podemos extraer las siguientes
conclusiones:
- Las hablas de Andalucía se nos presentan como una realidad diferenciada, sentidas así tanto en la región como fuera de ella, entre sus hablantes como entre los demás.
- La realidad lingüística andaluza es heterogénea en sus manifestaciones, como es también diversa internamente Andalucía en sus modos de hablar.
- La mayor parte de los rasgos lingüísticos andaluces, por no decir todos, son comunes a otras variedades de español.
- Las hablas andaluzas son el resultado de una larga tradición histórica, y surgen de un desarrollo, a partir del castellano antiguo, parcialmente diferenciado del seguido por otras modalidades del español.