ANTROPOLOGÍA FORENSE

La metodología arqueológica permite recuperar los restos materiales siguiendo parámetros de posición y temporalidad, de acuerdo con la documentación del registro estratigráfico, hoy plenamente consolidado en la disciplina. Cuando las evidencias documentadas corresponden a restos óseos humanos, entonces es necesaria la comparecencia de la antropología física. De hecho, la suma de ambas es lo que se conoce como arqueología forense.

Las formas de análisis y protocolos de estudio de la antropología forense se llevan a cabo tanto en campo, durante el propio proceso de excavación de los restos, como de forma paralela y posterior en laboratorio. Del mismo modo, puede haber diferente información susceptible de ser obtenida de los huesos, que precisa de aproximaciones analíticas más específicas y especializadas; es el caso del análisis de ADN.

Los trabajos de antropología forense que se realizan in situ pueden proporcionar información muy valiosa sobre la naturaleza de las deposiciones, por ejemplo, si se trata de depósitos rituales, intencionados o fortuitos. En el caso de las fosas comunes no se identifican signos que impliquen fines funerarios o de recuerdo, lo que, ya constituye, en sí mismo, un acto de violencia. Se obtienen datos que, además, pueden ser combinados con otras fuentes de información, como la documental y de archivo, al poder indicar si se trata de deposiciones colectivas, simultáneas, primarias, todas ellas características propias de las fosas de personas fusiladas o represaliadas.

No será menos importante tener en cuenta todos aquellos factores que, eventualmente, han podido determinar el grado de preservación y conservación de los restos y que podrá condicionar las identificaciones. El análisis de los huesos permite identificar rasgos propios del desarrollo esquelético más convencionales como la edad, la altura o el sexo o mucho más particulares, como malformaciones o patologías sufridas en diferentes momentos de la vida; son también de enorme interés los denominados marcadores musculoesqueléticos o rasgos funcionales, que son aquellos que, plasmados en el esqueleto, hablan de prácticas, posturas y actividades cotidianas repetitivas. A su vez, por supuesto, pueden identificarse huellas directas y traumatismos dejados por episodios de tortura y/o muerte violenta. Para la valoración de estas últimas es preciso remitir a las pautas establecidas por la Medicina Legal. En el proceso de exhumación las labores de antropología forense son también fundamentales para identificar, con las mayores garantías de integridad, las muestras más idóneas para la obtención de perfiles genéticos, básicos en los procesos de identificación de víctimas.

Las víctimas de Osuna a través de la antropología

Los trabajos antropológicos que se están llevando a cabo dentro del proyecto Osuna Recuerda tienen dos vertientes principales. La primera de ellas se realiza a pie de campo, por parte de personal especializado que, una vez identificados los restos humanos como de personas represaliadas, procede a la excavación minuciosa del conjunto de individuos. Esta parte es muy delicada, ya que los cuerpos suelen estar entrelazados y exige un dominio absoluto de la anatomía humana, con el fin de poder individualizar cada uno de ellos. Durante la excavación, todos aquellos objetos personales asociados a los individuos, también son identificados y mantenidos in situ para su registro gráfico y descriptivo.

El registro de campo antropológico, se hace de manera conjunta al arqueológico, contrastando los datos de uno y otro para poder llegar a tener una visión completa y exhaustiva de la posición, disposición y orden de los individuos identificados, antes de proceder a su levantamiento.

Tras este registro, se inicia la extracción ordenada, utilizando los medios y herramientas más correctas para su preservación, conservación y traslado al laboratorio.

Una vez en el laboratorio, comienza la segunda fase del estudio de los restos que se inicia con la limpieza y restauración, tanto de los huesos humanos como de los materiales asociados a ellos.

En relación a los restos óseos, el objetivo principal es conseguir el perfil biológico más completo que podamos extraer: sexo, edad, estatura, y rasgos de distinto tipo. Con ello, conseguimos conocer aspectos de la vida del individuo, que pueden contrastarse con otras fuentes de información (como archivos o entrevistas personales a familiares) recabadas por compañeros del equipo.

Además, de cada uno de los individuos estudiados se extrae una muestra (generalmente un diente), para su análisis genético y contrastación con las extraídas a los familiares de los represaliados. Estos familiares son convocados por el equipo para que puedan donar tanto la muestra genética más idónea, como la posible información que aún conserven de su familiar desaparecido.

Con el perfil biológico completado de cada individuo, podemos orientar al Laboratorio de Genética de la Universidad de Granada (laboratorio asignado por convenio con la Junta de Andalucía), cuáles pueden tener más probabilidad de éxito, facilitando y agilizando los plazos de entrega de los resultados.

Hasta el momento, hemos documentado un depósito de 20 individuos represaliados adultos (2 mujeres y 18 hombres) cuyo estudio se ha completado entre los meses de noviembre de 2022 y enero de 2023. De todos ellos, tenemos en la actualidad una ficha completa donde reflejamos de manera descriptiva y fotográfica todos los parámetros comentados anteriormente: edades de muerte, sexo, estaturas aproximadas, hábitos como el consumo de tabaco, posturas y movimientos habituales (por ejemplo, por trabajo), rasgos hereditarios (como perduración de dientes de leche), enfermedades (patologías articulares como artrosis, dentales como caries o infecciones, traumáticas como fracturas o hernias), entre otros muchos aspectos que pueden verse reflejados en el soporte óseo de nuestro cuerpo.

Bajo este depósito y en la misma fosa, hemos encontrado otro depósito de 5 individuos que se encuentra actualmente (febrero de 2023) en proceso de excavación, documentación de campo y extracción.

En las últimas semanas, el equipo de intervención arqueológica ha localizado otra fosa con restos de, al menos, 4 individuos con evidentes signos de violencia. Esta se ha protegido hasta poder acondicionar el espacio para intervenir con todas las garantías científicas.

Universidad de Sevilla - Osuna Recuerda 2022