Si el tamaño de la muestra es demasiado pequeño para que pueda manipularse con comodidad, la pieza habrá de ser embutida en algún material polimérico (usualmente baquelita o algún tipo de resina epoxy) de modo que el conjunto sea adecuado para su manipulación.
En caso de que se desee observar los bordes de la muestra, porque éstos tengan algún tipo de recubrimiento o tratamiento térmico superficial, la resina empleada deberá contener partículas de vidrio. Con ello se persigue aumentar la dureza de la resina, acercándola a la dureza de la muestra, de modo que en la siguiente etapa de la preparación (la de desbaste, una vez se ha identificado la muestra) ambos materiales se desgasten por igual, preservándose así la geometría de la superficie de la muestra. A este tipo de empastillado se le denomina de preservación de bordes.