Según el diagrama Cu-Sn, a esta composición le corresponde un sistema constituido por solución sólida alfa. Se destaca en primer lugar la presencia de abundante porosidad. La porosidad es una característica común y distintiva de las aleaciones obtenidas por moldeo o fusión. Se observa también la existencia de zonas o recintos con diferente tonalidad de fondo que se corresponde con la existencia de granos o edificios cristalinos distintos. El color es el mismo, si bien tienen diferente tonalidad debido a que los granos tienen la misma estructura cristalina, pero diferente orientación. La frontera que separa los granos (límite de grano) es muy sinuosa, lo que se relaciona con una ausencia de equilibrio durante la solidificación. Además de la primera evidencia existe otra que es debida y confirma la ausencia de equilibrio. Se observa, asimismo, la presencia de microsegregación, es decir, la falta de homogeneidad en la composición de la aleación.
Esta se distingue las pequeñas zonas de tonalidad más oscura que, principalmente, está asociada a la existencia de porosidad. La diferencia de temperatura tan grande entre el comienzo y el fin de la solidificación y la gran variación de composición del líquido que va restando y del sólido que se va formando justifican este fenómeno. Además, el estar asociados los poros a los lugares donde se ha producido microsegregación, es debido a que la temperatura ha sido menor y, de ahí la menor facilidad para difundirse y homogeneizar la composición en esa última etapa de la solidificación. La microsegregación, por otra parte, revela la estructura dendrítica, típica de las aleaciones de moldeo o fusión.
Hay dos causas importantes de porosidad en las piezas moldeadas: la concentración al solidificar y los gases disueltos en estado líquido o formados en ciertas reacciones. En condiciones ideales, los espacios de contracción asociados a la solidificación se van llenando con el líquido remanente. Cuando las condiciones son de solidificación dendrítica, los brazos de las dendritas contiguas cierran algunos espacios, y el líquido así encerrado, al solidificar, dejará el vacío de contracción correspondiente, que tomará la forma del espacio interdendrítico. Este es, precisamente, el origen de las cavidades encontradas en la microestructura que se discute.