El contraste interdiferencial (DIC, en inglés) es una de las técnicas de observación, en microscopía óptica, visualmente más placenteras. Produce imágenes de la muestra con apariencia tridimensional. Detalles topográficos inapreciables usando campo claro son claramente revelados mediante contraste interdiferencial. Supongamos el caso de un material formado por una matriz en la que se distribuye una fase más dura. La diferente dureza entre la matriz y el refuerzo hace que, durante la preparación metalográfica de la muestra (sobre todo en el desbaste), este último se gaste menos. Queda una diferencia de alturas entre la matriz y el refuerzo que, empleando DIC, se pone de manifiesto mediante un cambio de brillo y color.
Muestra correspondiente a un disco de corte de CSi. La matriz polimérica es más blanda (se gasta más durante el desbaste) que las partículas de CSi. Obsérvese la diferencia de emplear campo claro (izq.) o DIC (dcha.) |
Muestra correspondiente a un disco de corte de CSi. La matriz polimérica es más blanda (se gasta más durante el desbaste) que las partículas de CSi. Obsérvese la diferencia de emplear campo claro (izq.) o DIC (dcha.).
Los sistemas DIC más ampliamente extendidos son los propuestos por “Francon y Yamamoto” y “Nomarski”). El dispositivo más popular es el de Nomarski, y será el descrito, brevemente, a continuación. Como se observa en el siguiente esquema, la luz procedente de la fuente de iluminación es polarizada mediante el polarizador. Entra en un prisma de Wollaston, que es un doble prisma de cuarzo que separa la luz en dos haces coherentes polarizados desplazados ligeramente (lateralmente) entre sí. Los haces vibran en planos perpendiculares, e inciden sobre la muestra. Uno de ellos se refleja en una particularidad de la misma, haciéndolo el otro haz en una región al lado (muy próxima). Los haces reflejados tienen un desfase que es función de la topografía de la muestra. Cuando los dos haces se recombinan en el prisma de Wollaston, el desfase introducido se convierte en una diferencia de brillo y color en las diferentes zonas de la muestra. La recombinación de los haces, sin interferencia, es posible gracias a que están polarizados en planos perpendiculares entre sí.