32. AURELIA FILEMATIÓN
La liberta Aurelia Filematión vivió en Roma a principios del siglo I a. C. Antes de ser manumitida había sido esclava de Lucio Aurelio. Conoció de niña al que acabaría siendo su esposo, Aurelio Hermia, liberto del mismo patrono. Algunas pinceladas sobre la vida en común de esta pareja de colibertos pueden extraerse de su epitafio.
La inscripción, en verso, está dividida en dos partes. En la primera, el marido, que se presenta como un carnicero de la colina Viminal, se dirige al lector para recordar a Filematión, fallecida antes que él. Dice de ella que fue su única esposa, de cuerpo casto, fiel a su fiel esposo y que nunca falló en su deber, movida por la avaricia. En la segunda parte es ella la que habla. Se califica a sí misma de casta, modesta y recatada, fiel a su esposo, a quien confiesa echar de menos con tristeza.
Roma
Este la había acogido cuando solo tenía siete años y había sido como un padre para ella. Añade que al marido le fue bien en todo gracias a que ella cumplió de forma asidua con su deber. Este hecho, incluso, se alude en dos ocasiones. Murió a la edad de cuarenta años. La inscripción no dice nada sobre la existencia de hijos comunes.
En el centro del monumento, aparecen retratados en un fino relieve Filematión y Hermia. El marido viste toga y la mujer se cubre con túnica y manto. Sus atuendos reflejan la dignidad de que gozaban como ciudadanos romanos, condición que habían adquirido a raíz de su manumisión. En el grabado, Filematión sostiene la mano derecha de su esposo y se la acerca a la boca con intención de besarla. Esta escena, poco común, podría interpretarse como un guiño cariñoso hacia la esposa, pues el cognomen Filematión deriva del término griego filema, que significa “beso”.
La vida de Aurelia Filematión, casada con un coliberto al que dejó viudo, no tiene nada de extraño. El surgimiento de lazos de afecto entre los esclavos que convivían en un mismo espacio doméstico era algo común. Estos formaban parejas que podían terminar en matrimonios legítimos, una vez alcanzada la libertad, como ocurrió en este caso. También era común que las esposas de origen servil trabajaran junto con sus maridos en los negocios familiares, si bien el trabajo femenino es menos visible que el de los hombres en la epigrafía. La profesión de carnicero figura en la inscripción como un elemento distintivo de la identidad de Hermia, no de su mujer.
Alicia Ruiz-Gutiérrez
Universidad de Cantabria
Inscripción a Aurelia Filematión. Siglo I a. C. British Museum, Londres.
Fuentes principales
CIL I, 1221; VI, 9499.
ILS 793; 7472.
Selección bibliográfica
Hemelrijk, E.A., Women and Society in the Roman World. A Sourcebook of Inscriptions from the Roman West (Cambridge 2021).
Koortbojian, M., “The Freedman’s Voice: the Funerary Monument of Aurelius Hermia and Aurelia Philematio”, en D’Ambra, E., Métraux, G.P.R. (eds.), The Art of Citizens, Soldiers and Freedmen in the Roman World. BAR International Series 1526 (Oxford 2006) 91-99.